¿EXISTIÓ JESÚS...?
La existencia de Jesús de Nazaret como personaje histórico está tan sentada en la mentalidad popular, que cuesta salirse de ella para hacerse una cuestión vital: ¿cómo sabemos realmente que Jesús existió? ¿Son los Evangelios fuente de información histórica suficiente...? El Ojo de la Eternidad aborda la gran cuestión religiosa: ¿cómo sabemos que Jesús verdaderamente existió...?
[IMAGEN SUPERIOR: La crucifixión de Jesús, según la Crónica de Nüremberg, uno de los primeros libros impresos en Europa, en el siglo XV].
LA EVIDENCIA DE LA EXISTENCIA DE JESÚS.
¿Cómo sabemos que Jesús existió? Para la mayor parte de la gente, la respuesta se da por descontado: los Evangelios sinópticos (es decir, los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, que son los que constan en la Biblia canónica, concretamente en el Nuevo Testamento) dicen que existió y refieren su historia. Y esto sería suficiente.
El problema es que, en un análisis más serio, esto no resulta suficiente. Sucede que en los Evangelios se narran eventos de carácter sobrenatural, que tienen muy poco de históricos. ¿Qué diríamos de un texto histórico en donde Napoleón Bonaparte apareciera multiplicando los panes y los peces para alimentar a la Grande Armée en la Rusia de 1812? ¿O uno en donde Cristóbal Colón convirtiera el agua del mar en vino para aliviar los padecimientos de su tripulación? Diríamos que tales cosas son imposibles, porque Napoleón o Colón eran simples humanos, y un humano no puede hacer esas cosas. Pero se supone que Jesús no era humano, sino divino, y por eso hacía todo lo que dice en los Evangelios, ¿no? Pues bien, ¿cómo sabemos que hizo todo eso, a diferencia de Napoleón y Colón, que no podían obrar milagros? Pues porque los Evangelios lo dicen... O sea, se trata de un círculo vicioso: sabemos que Jesús existió porque lo dicen los Evangelios, y al mismo tiempo, los Evangelios son ciertos porque narran las peripecias de un hombre divino que sabemos que existió porque los Evangelios también lo dicen... Por ese camino también podríamos argumentar que Gandalf existió, porque en "El Señor de los Anillos" se recopilan sus verdaderos y ciertos milagros...
Entonces la pregunta de cómo sabemos si Jesús existió, no es tan simple de responder.
LAS DUDAS SOBRE JESÚS.
El problema con los Evangelios es que fueron escritos por gente allegada a Jesús, sus primeros seguidores. Como en esa época el Cristianismo era todavía una secta judía, los que se atrevían a ser cristianos la tenían difícil, y por tanto, serlo exigía una gran valentía personal. La misma que puede llevar a un cronista o un historiador a adulterar los hechos, pasando por sobre la verdad objetiva, para contarnos cosas que nunca ocurrieron del modo en que dichas cosas tuvieron en verdad lugar.
Durante siglos, la historicidad de los Evangelios estuvo completamente fuera de dudas. El enorme peso que tenía la Iglesia Católica impidió cualquier estudio crítico o historiográfico sobre éstos, y por tanto, las dudas personales que los historiadores pudieran cobijar, debieron quedar para su fuero interno. Después de todo, la Iglesia había mandado a la hoguera a Giordano Bruno en 1600 por atreverse a predicar la infinitud del universo, y contradecir así la historia de la Creación según el Génesis.
Todo esto cambió en el siglo XIX. Los hijos de la Ilustración y el Racionalismo decidieron que había llegado la hora de desembarazarse del lastre cultural de la Iglesia, a la que acusaban de fomentar la superstición y el oscurantismo. Se lanzaron a estudiar entonces los Evangelios, y lo que encontraron fue objeto de una gran sorpresa. Porque lo cierto es que los Evangelios, lejos de ser textos monolíticos e históricamente incuestionables, estaban llenos de errores, omisiones y contradicciones que no resistían un análisis lógico demasiado severo.
No entraremos en el detalle de estos errores, pero sí abordaremos una de sus consecuencias: se descubrió que la figura de Jesucristo había sido modelada según el mito del "héroe solar", el Sonnenmensch. De esta manera, Jesucristo pasa por un nacimiento virginal, sobrevive a un gran peligro apenas recién nacido, pasa algunos años de preparación, emprende su misión, cae en las garras del mal, muere y resucita, y vence definitivamente al mal. Como hemos mencionado antes en El Ojo de la Eternidad, este es el libreto sobre el cual se construyen muchos héroes míticos: Zeus, Osiris, y más modernamente, Luke Skywalker, Superman y Neo. De lo cual dedujeron que Jesucristo era una pura leyenda o invención, y que jamás existió.
Sin embargo, ¿era realmente posible que nunca hubiera existido Jesús de Nazaret...?
LAS PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE JESÚS.
En el fondo, los historiadores hipercríticos del siglo XIX cometieron el mismo error lógico que los cristianos, pero a la inversa: los cristianos decían que parte de los Evangelios eran creíbles, y luego, todos ellos tenían que ser ciertos, y los historiadores críticos, que parte de ellos eran falsos, y por tanto, todos ellos tenían que ser un embuste. Pero como suele suceder, la verdad parece estar en algún punto medio.
Como dijimos, los Evangelios son una fuente interesada. Quienes escribieron los Evangelios, no tenían intención de hacer historia, sino apología: no les interesaba referir la historia exacta de Jesús de Nazaret para hacer un estudio crítico sobre él, sino hacer propaganda de sus ideas para promover las ideas cristianas. Por tanto, si encontráramos fuentes no cristianas sobre Jesús, podríamos confiar en que éstas serían más fieles, por ser a su vez más imparciales.
Y lo cierto es que esas fuentes existen. Entre los judíos, el más destacado historiador del siglo I fue Flavio Josefo. Este escribió dos libros, las "Antigüedades de los judíos" y las "Guerras de los judíos", en las cuales menciona muy a la pasada la existencia de un profeta llamado Jesús, que hacía milagros en aquel tiempo. Y aún más allá, en el ámbito romano, los historiadores Tácito ("Anales") y Suetonio ("Vida de Calígula") mencionan la existencia de un líder religioso judío llamado Jesús.
Puede parecer sorprendente lo parco de dichas menciones. ¿No fue acaso Jesús un gran personaje, un hombre extraordinario? Para nosotros sí, porque fundó el Cristianismo, pero para ellos, Jesús debió haber sido otro judío más, como muchos líderes religiosos que hubo entre ese pueblo en aquel tiempo. Y los judíos no eran un pueblo muy importante en el Imperio Romano. Lo raro, en ese sentido, es que algún romano hubiera dedicado una obra entera sólo a Jesús.
Si asumimos entonces que existió un Jesús, y que fue un líder religioso judío, cobra más sentido entonces que los Evangelios describan a Jesús como un judío.
Claro que todo esto prueba la existencia real de un líder religioso judío llamado Jesús de Nazaret, que obró aproximadamente en torno del año 30, y que falleció de manera violenta. Por supuesto que no es prueba alguna de que Jesús haya realizado todos los milagros que se le atribuyen, y menos, que haya sido el Hijo de Dios. Pero al menos, los cristianos pueden irse a la cama algo más aliviados. Después de todo, Jesús existió, y si bien los documentos de la época no prueban su divinidad, tampoco son prueba en contrario, por lo que eso sigue, de momento, entregado a la fe y las convicciones personales de cada uno...
LA EVIDENCIA DE LA EXISTENCIA DE JESÚS.
¿Cómo sabemos que Jesús existió? Para la mayor parte de la gente, la respuesta se da por descontado: los Evangelios sinópticos (es decir, los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, que son los que constan en la Biblia canónica, concretamente en el Nuevo Testamento) dicen que existió y refieren su historia. Y esto sería suficiente.
El problema es que, en un análisis más serio, esto no resulta suficiente. Sucede que en los Evangelios se narran eventos de carácter sobrenatural, que tienen muy poco de históricos. ¿Qué diríamos de un texto histórico en donde Napoleón Bonaparte apareciera multiplicando los panes y los peces para alimentar a la Grande Armée en la Rusia de 1812? ¿O uno en donde Cristóbal Colón convirtiera el agua del mar en vino para aliviar los padecimientos de su tripulación? Diríamos que tales cosas son imposibles, porque Napoleón o Colón eran simples humanos, y un humano no puede hacer esas cosas. Pero se supone que Jesús no era humano, sino divino, y por eso hacía todo lo que dice en los Evangelios, ¿no? Pues bien, ¿cómo sabemos que hizo todo eso, a diferencia de Napoleón y Colón, que no podían obrar milagros? Pues porque los Evangelios lo dicen... O sea, se trata de un círculo vicioso: sabemos que Jesús existió porque lo dicen los Evangelios, y al mismo tiempo, los Evangelios son ciertos porque narran las peripecias de un hombre divino que sabemos que existió porque los Evangelios también lo dicen... Por ese camino también podríamos argumentar que Gandalf existió, porque en "El Señor de los Anillos" se recopilan sus verdaderos y ciertos milagros...
Entonces la pregunta de cómo sabemos si Jesús existió, no es tan simple de responder.
LAS DUDAS SOBRE JESÚS.
El problema con los Evangelios es que fueron escritos por gente allegada a Jesús, sus primeros seguidores. Como en esa época el Cristianismo era todavía una secta judía, los que se atrevían a ser cristianos la tenían difícil, y por tanto, serlo exigía una gran valentía personal. La misma que puede llevar a un cronista o un historiador a adulterar los hechos, pasando por sobre la verdad objetiva, para contarnos cosas que nunca ocurrieron del modo en que dichas cosas tuvieron en verdad lugar.
Durante siglos, la historicidad de los Evangelios estuvo completamente fuera de dudas. El enorme peso que tenía la Iglesia Católica impidió cualquier estudio crítico o historiográfico sobre éstos, y por tanto, las dudas personales que los historiadores pudieran cobijar, debieron quedar para su fuero interno. Después de todo, la Iglesia había mandado a la hoguera a Giordano Bruno en 1600 por atreverse a predicar la infinitud del universo, y contradecir así la historia de la Creación según el Génesis.
Todo esto cambió en el siglo XIX. Los hijos de la Ilustración y el Racionalismo decidieron que había llegado la hora de desembarazarse del lastre cultural de la Iglesia, a la que acusaban de fomentar la superstición y el oscurantismo. Se lanzaron a estudiar entonces los Evangelios, y lo que encontraron fue objeto de una gran sorpresa. Porque lo cierto es que los Evangelios, lejos de ser textos monolíticos e históricamente incuestionables, estaban llenos de errores, omisiones y contradicciones que no resistían un análisis lógico demasiado severo.
No entraremos en el detalle de estos errores, pero sí abordaremos una de sus consecuencias: se descubrió que la figura de Jesucristo había sido modelada según el mito del "héroe solar", el Sonnenmensch. De esta manera, Jesucristo pasa por un nacimiento virginal, sobrevive a un gran peligro apenas recién nacido, pasa algunos años de preparación, emprende su misión, cae en las garras del mal, muere y resucita, y vence definitivamente al mal. Como hemos mencionado antes en El Ojo de la Eternidad, este es el libreto sobre el cual se construyen muchos héroes míticos: Zeus, Osiris, y más modernamente, Luke Skywalker, Superman y Neo. De lo cual dedujeron que Jesucristo era una pura leyenda o invención, y que jamás existió.
Sin embargo, ¿era realmente posible que nunca hubiera existido Jesús de Nazaret...?
LAS PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE JESÚS.
En el fondo, los historiadores hipercríticos del siglo XIX cometieron el mismo error lógico que los cristianos, pero a la inversa: los cristianos decían que parte de los Evangelios eran creíbles, y luego, todos ellos tenían que ser ciertos, y los historiadores críticos, que parte de ellos eran falsos, y por tanto, todos ellos tenían que ser un embuste. Pero como suele suceder, la verdad parece estar en algún punto medio.
Como dijimos, los Evangelios son una fuente interesada. Quienes escribieron los Evangelios, no tenían intención de hacer historia, sino apología: no les interesaba referir la historia exacta de Jesús de Nazaret para hacer un estudio crítico sobre él, sino hacer propaganda de sus ideas para promover las ideas cristianas. Por tanto, si encontráramos fuentes no cristianas sobre Jesús, podríamos confiar en que éstas serían más fieles, por ser a su vez más imparciales.
Y lo cierto es que esas fuentes existen. Entre los judíos, el más destacado historiador del siglo I fue Flavio Josefo. Este escribió dos libros, las "Antigüedades de los judíos" y las "Guerras de los judíos", en las cuales menciona muy a la pasada la existencia de un profeta llamado Jesús, que hacía milagros en aquel tiempo. Y aún más allá, en el ámbito romano, los historiadores Tácito ("Anales") y Suetonio ("Vida de Calígula") mencionan la existencia de un líder religioso judío llamado Jesús.
Puede parecer sorprendente lo parco de dichas menciones. ¿No fue acaso Jesús un gran personaje, un hombre extraordinario? Para nosotros sí, porque fundó el Cristianismo, pero para ellos, Jesús debió haber sido otro judío más, como muchos líderes religiosos que hubo entre ese pueblo en aquel tiempo. Y los judíos no eran un pueblo muy importante en el Imperio Romano. Lo raro, en ese sentido, es que algún romano hubiera dedicado una obra entera sólo a Jesús.
Si asumimos entonces que existió un Jesús, y que fue un líder religioso judío, cobra más sentido entonces que los Evangelios describan a Jesús como un judío.
Claro que todo esto prueba la existencia real de un líder religioso judío llamado Jesús de Nazaret, que obró aproximadamente en torno del año 30, y que falleció de manera violenta. Por supuesto que no es prueba alguna de que Jesús haya realizado todos los milagros que se le atribuyen, y menos, que haya sido el Hijo de Dios. Pero al menos, los cristianos pueden irse a la cama algo más aliviados. Después de todo, Jesús existió, y si bien los documentos de la época no prueban su divinidad, tampoco son prueba en contrario, por lo que eso sigue, de momento, entregado a la fe y las convicciones personales de cada uno...
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