07 octubre 2007

RELIGIÓN EN EVOLUCIÓN (4500 AC): PRIMEROS CEMENTERIOS.


[IMAGEN SUPERIOR: Primeras excavaciones en el asentamiento arqueológico de Eridu, una de las "cinco ciudades anteriores al Diluvio" en la mitología sumérica].

Si bien Catal Huyuk ejerció una gran influencia en la vida religiosa de otras culturas, el concepto de necrópolis o cementerio es bastante posterior. En Catal Huyuk, sus habitantes preferían convivir con sus propios muertos, mientras que en culturas posteriores, apareció la idea de un espacio cerrado para que los muertos descansaran en paz. El paso decisivo parece haberse dado en la llamada Cultura El Obeid, que se extendió entre 5300 y 4000 AC, y gracias a la cual Mesopotamia pasó a transformarse en el centro del mundo civilizado, sitial que ya no abandonaría sino hasta la época de Alejandro Magno. La última fase de la Cultura El Obeid, que suele llamarse "El Obeid Standard" o "El Obeid Clásico", que se prolongó más o menos entre 4500 y 4000 AC, es también la de una gran y rápida urbanización. Es decir, en este período histórico, la acumulación de población y la expansión de las rutas comerciales llevó a un rápido crecimiento y diversificación social, que se reveló en un mayor tamaño de las ciudades. No es raro que, en esta etapa, haya nacido la necrópolis como espacio propio.
Esto es especialmente visible en la ciudad de Eridu, la más importante de Mesopotamia (y por ende, del mundo) hacia el año 4000 AC. En Eridu, los arqueólogos han conseguido encontrar a lo menos unas 200 sepulturas, tanto singulares como dobles, construidas con adobes. Cada una de estas tumbas presenta su propio ajuar funerario (algo que no existía, o bien existía en estado embrionario, en Catal Huyuk), compuesto por un nuevo invento religioso: la ofrenda para el difunto, práctica milenaria que ni el día de hoy ha desaparecido, y que se preserva por ejemplo en la costumbre actual de llevar flores a la tumba de los familiares muertos. En el caso de Eridu, estas ofrendas consistían en comida, vasos, pequeñas figuras de artesanía, y un rasgo muy propio de la ciudad, embarcaciones en miniatura, algo explicable por la gran importancia que tenía el comercio fluvial para Eridu. En todo caso, no debe colegirse de lo anterior, que la clase sacerdotal de Eridu fuera especialmente poderosa. En Eridu, la planta del templo no tiene un tamaño singularmente grande, en relación al resto de las construcciones, y por ende, cabe pensar que los sacerdotes no tenían el presupuesto necesario para hacer grandes edificaciones propias. Aún así, en la mitología sumérica posterior, Eridu pasará a ser una de las cinco ciudades "anteriores al Diluvio", y la ciudad de los primeros reyes. Este reconocimiento es, quizás, un intento de los propios sumerios (civilización que en la época que nos ocupa aún no aparece en la historia) por darse legitimidad por vía religiosa. Los sumerios serán los primeros en tentar semejante empresa, y no serán los últimos.

TRAS LA BIBLIA (11): LA TORRE DE BABEL (GÉNESIS 11).


El capítulo 11 del Génesis contiene una de las historias bíblicas más conocidas: la Torre de Babel. Su redacción pertenece al Yavista, en los versículos 1 a 9. El resto, con la excepción de los versículos 28 a 30, no tienen nada que ver con la Torre, y son un añadido del Sacerdote, en la práctica de uno de sus deportes favoritos: meter genealogías, en este caso de Sem a Abraham. Por lo que, obligados a comprimir un tanto, nos referiremos sólo al asunto de la Torre.

La versión bíblica indica que en la llanura de Senaar, un grupo de orientales se dedicó a hacer ladrillos y construir una Torre que pudiera llegar hasta el cielo. Yahveh bajó a la ciudad (un rasgo antropomórfico típico del Yavista: Yahveh se mueve de un lugar a otro, y no está en todas partes ni es omnipresente como nuestro Dios actual), y al ver la obra, confundió sus idiomas. Como el lugar es de confusión, fue llamado Babel (ambas palabras suenan parecidas en hebreo).

A pesar de su trasfondo legendario, este relato presenta inesperados ribetes históricos. La llanura de Senaar es en realidad el nombre hebreo de Sumeria, y Babel no es otra sino Babilonia, la ciudad más importante de la región. Sumeria no es la civilización más antigua de Mesopotamia (antes predominó la llamada Cultura de El Obeid), pero sí es la más antigua que recuerdan los cronistas bíblicos, porque incluso los propios mesopotamios sabían poco sobre sus ancestros obeidianos, hasta el punto que Eridu, la principal ciudad de tiempos de El Obeid, tenía orígenes simplemente míticos (anteriores al Diluvio). En Babilonia, por su parte, existía un enorme ziggurat, un templo de forma más o menos piramidal, que puede ser la base de la leyenda de la Torre.

Por otra parte, Babilonia era conocida como una ciudad cosmopolita, debido a que era el principal nudo de rutas comerciales en todo el Medio Oriente. Por lo tanto, es natural que en sus calles se hablaran más idiomas que en ninguna otra ciudad del mundo. Para una sociedad fuertemente autárquica y nacionalista como aquella en la que vivió el Yavista, hacia el año 850 AC, es obvio que el ecumenismo babilónico haya sido algo desagradable, propio de masas carentes de identidad, y de ahí el tinte enormemente negativo que tiene su descripción de Babilonia. Para el Yavista, el cosmopolitismo no era resultado de la prosperidad comercial, sino un castigo de Yahveh por su orgullo en construir un enorme ziggurat. El Yavista no siempre muestra la mejor comprensión de los acontecimientos históricos.

Resulta irónico que esta confusión de naciones le resulte tan antipática al Yavista, cuando él mismo escribirá más adelante que todas las naciones del mundo serán bendecidas por Abraham (Génesis 12:1-3). Esto es pura propaganda religiosa: el crimen de Babilonia no era el cosmopolitismo, a fin de cuentas, sino la pretensión de agrupar a todas las naciones sin la guía del verdadero Dios (el del Yavista, claro está).

Es posible que el Yavista se haya inspirado en una historia anterior sobre una gran torre construida en Eridu, la ciudad "anterior al Diluvio" según la mitología sumérica (que el Yavista demuestra conocer bien). Según esta teoría, Nimrod, el rey cazador que conquista Babel en Génesis 10:10, podría ser el constructor de la Torre, y un trasunto de Enmerkar (Enmer el Cazador), rey de Uruk, a quien se atribuye la construcción de la Torre de Eridu en la mitología sumérica. Sin embargo, esta teoría es meramente especulativa, aunque la leyenda de Enmerkar presenta algunos paralelos bastante sugestivos con el relato de la Torre de Babel, incluyendo la idea del castigo de los dioses contra Enmerkar por su arrogancia.

30 septiembre 2007

TRAS LA BIBLIA (10): MAPA DE LOS PUEBLOS (GÉNESIS 10).


El capítulo 10 no tiene mayor interés para el lector moderno, aunque sí alguno para el erudito. El Yavista describe cómo la Tierra fue repoblada a partir de los hijos de Sem, Jafet y Cam (especialmente su hijo Canaán). Aprovecha de entroncar así a los distintos pueblos bíblicos. Para la trivia, digamos que aparece aquí la primera mención a Caftor, la isla original de los filisteos (versículo 14). El Sacerdote no resistió la tentación de agregar un poco de su cosecha, y añadió los actuales versículos 1-7, con alguna reiteración sobre el material más antiguo del Yavista. Por cierto, este relato carece casi por completo de sentido histórico, de manera que es posible ver acompañadas las genealogías de grandes naciones como Asiria, con poblados que apenas aparecen en la historia, como Sodoma. Aunque por otra parte, debe considerarse que el relato es desde la perspectiva hebrea, y por tanto, se incluyen los pueblos que eran importantes a ojos de los hebreos, y no desde una perspectiva más objetiva, como la que podríamos tener nosotros miles de años después.

TRAS LA BIBLIA (9): LOS HIJOS DE NOÉ (GÉNESIS 9)


Refiere el Yavista una historia posterior sobre Noé, que está contenida en los actuales versículos 18 a 27 del capítulo 9 del Génesis. En ella, Noé tiene la mala idea de emborracharse hasta quedar tirado en el piso, y sin ropa. Su hijo Cam, sin ningún sentido de la discreción, sale corriendo a contar las nuevas. Los otros hijos, en cambio, Sem y Jafet, entran de espalda y tapan piadosamente a su padre borracho. Como consecuencia, Sem y Jafet son bendecidos por Noé, y Cam es maldecido.

La interpretación de esta historia es complicada. Parece evidente que el propósito del autor no era pontificar contra el vino, sino hacer de los tres hermanos símbolos vivientes, pero... ¿de qué? La interpretación tradicional considera a Cam como el padre de la raza camita, o sea, de los africanos (los antiguos egipcios eran camitas), a Sem de los semitas (o sea, asiáticos), y a Jafet de los pueblos caucásicos, o sea, indoeuropeos. Hay un correlato tradicional entre estas tres razas bíblicas, y la leyenda de los Tres Reyes Magos. Sin embargo, esto no se corresponde con una división del mundo que estuviera presente en los tiempos del Yavista. Se ha especulado que esta historieta podría ser propaganda religiosa, para una unión entre los medos y persas (indoeuropeos, descendientes de Jafet) y hebreos (semitas, descendientes de Sem), que llevara al Imperio Persa a restaurar el poderío hebreo en Jerusalén, durante el siglo VI, pero sabemos bien que, aunque efectivamente los persas reubicaron a los hebreos en Jerusalén, el Yavista debió vivir varios siglos antes. Quizás el sentido original de la historia se haya perdido, pero los comentaristas que le dieron forma definitiva a la Torá en esa época, conservaron esta historia con un nuevo sentido, reinterpretándola.

Se suele sostener asimismo que Jafet se correspondería con el gigante Japeto, que recuerda la Mitología Griega. Sin embargo, más allá de la semejanza fonética, no se ha encontrado evidencia que sostenga esta correspondencia.

Por su parte, este capítulo fue fuertemente intervenido por el Sacerdote. Este redactó los versículos 1 a 17, y en ellos crea la famosa historia del "arco en las nubes". Es curioso observar que el Sacerdote, que suele considerar a Yahveh con muy pocos caracteres antropomórficos, mencione que el arco iris es el arco de Yahveh, o sea, un arma de guerra, al igual que otros dioses paganos tienen por emblema algún tipo de arma. Es de recordar, por supuesto, que Yahveh fue primitivamente un "Dios de la Tormenta", y por ende, es natural que tenga como atributo el arco. Por cierto, como de costumbre, estos versículos son una reiteración de los versículos 21 y 22 del capítulo 8, pero ahora mucho más extensos, para hacer decir mucho más a Yahveh. En el Yavista, la promesa de Yahveh es un acto de misericordia: "Nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa de los hombres". En cambio, el Sacerdote aprovecha la ocasión para introducir a mansalva una serie de mandatos, algo muy típico de la mentalidad de este misterioso redactor bíblico, pero que no aparece por ninguna parte en la versión del Yavista. Así, según el Sacerdote, Yahveh aprovecha de prohibir carne con sangre, "porque en la sangre está la vida" (he aquí por qué el Sacerdote no considera vivas a las plantas, y por ende, las cree perfectamente capaces de sobrevivir al Diluvio Universal, aunque según la ciencia moderna, eso sería imposible).

Los versículos 28 y 29 también son añadido del Sacerdote, y mencionan la muerte de Noé, a los 950 años de edad (según el Sacerdote).

23 septiembre 2007

TRAS LA BIBLIA (8): FIN DEL DILUVIO (GÉNESIS 8).


Este capítulo es también un salpicón de dos textos, el original del Yavista y las interpolaciones del Sacerdote. El Sacerdote no resistió la tentación de alterar algunos hechos, el más notorio de los cuales es la duración de la gran inundación. El Yavista no alude a esto, pero menciona que el Diluvio mismo duró cuarenta días con sus noches. El Sacerdote, sin embargo, añade el detalle de que las aguas empezaron a bajar recién durante el día 150. Además, fechando el inicio del Diluvio (Génesis 7:11) y su final (Génesis 8:14), da a entender que la historia completa duró un año cabal.

La historia de la paloma de Noé es más o menos como todo el mundo la conoce. Pero hay un detalle irónico. La prueba suprema de que las aguas han bajado, es cuando la paloma aparece con una rama de olivo. Para la mentalidad moderna, esto es una aberración: ninguna planta terrestre sería capaz de sobrevivir cuarenta días bajo el agua salina, menos un año si se considera el tiempo planteado por el Sacerdote, de modo que la paloma no hubiera descubierto ninguna rama de olivo. Pero debe tenerse presente que en la época no se consideraba que las plantas fueran seres vivos. Se esperaba que sobrevivieran, de la misma manera en que lo haría un pedazo de piedra.

La historia termina con una sencilla mención al arrepentimiento de Yahveh, y su subsecuente promesa de que no volverá a enviar una destrucción tan catastrófica sobre los seres humanos, algo que es muy del talante del Yavista, para quien, como dijimos, Yahveh puede ser muy cruel, pero también muy misericordioso. Irónicamente, no se menciona por parte alguna el famoso arco iris (en realidad esto es un añadido del Sacerdote, como mencionaremos en el capítulo 9).

TRAS LA BIBLIA (7): EL DILUVIO UNIVERSAL (GÉNESIS 7).


La historia del capítulo 7 del Génesis es bien conocida: Noé ingresa al arca con su familia, y con dos animales de cada especie, después de lo cual sobreviene el Diluvio Universal. Sin embargo, su redacción es complicada. Esto se debe a que sobre el relato original del Yavista, se superpusieron varios pedazos obra del Sacerdote. En general, el esquema versículo por versículo es el siguiente:

1-4. YAVISTA: Yahveh anuncia el Diluvio Universal a Noé e imparte instrucciones. El Sacerdote duplicó a conciencia este pedazo, en Génesis 6:14-22, alargando las instrucciones de manera absurdamente reglamentarista, pero sin añadir nada realmente de interés.

5-6. SACERDOTE: Noé obedece. Y tiene 600 años. Recordemos que el Sacerdote es aficionado a las edades hiperbólicas, como los 969 años de Matusalén.

7-10. YAVISTA: Lo mismo: Noé obedeciendo (los versículos anteriores son, por tanto, una duplicación inútil del Sacerdote).

11-16. SACERDOTE: No contento con afirmar que Noé obedeció, el Sacerdote vuelve a reiterar lo mismo. Resulta curioso observar retazos de la cosmología hebrea aquí: fluyen los manantiales del fondo del océano, y también se abren "las compuertas del cielo". Recordemos que en la cosmología hebrea, el cielo es azul porque encima de la bóveda celeste hay un océano.

17. YAVISTA. El Diluvio Universal cae cuarenta días. Esto ya lo había expresado el Sacerdote en Génesis 7:12, pero como el Sacerdote es posterior al Yavista, resulta que éste es el versículo original.

18-21. SACERDOTE. Otra reiteración inútil. El Sacerdote condimenta un poco el relato del Yavista sobre la subida de las aguas.

22-23. YAVISTA. La sección gore de la historia: todo ser vivo fuera del arca perece.

Como puede apreciarse, hay un texto mítico base, escrito por el Yavista, que sigue más o menos el patrón de la Epopeya de Gilgamesh. Sobre este texto, el Sacerdote hizo una serie de interpolaciones, destinadas a reafirmar a Yahveh como un dios legalista y obsesionado con reglamentarlo todo, y además desarrollando algunos aspectos del texto para hacerlo un poco más narrativo si cabe, aunque con resultados dudosos.

16 septiembre 2007

RELIGIÓN EN EVOLUCIÓN (6000 AC): CATAL HUYUK.


[IMAGEN SUPERIOR: Gran Diosa Madre de Catal Huyuk, sentada en su trono. Es probablemente Catal Huyuk el lugar en el cual se catalizó la conversión desde la adoración de la naturaleza, al primer culto teísta, comandado por la Gran Diosa].

Milenios antes que Egipto y Mesopotamia, existía ya la civilización urbana. De manera rudimentaria, es cierto, pero con todas las características propias de las grandes culturas posteriores. El más desarrollado de estos centros en la época neolítica fue Catal Huyuk. Esta ciudad tenía la característica inusual de que sus casas estaban pegadas unas a otras, y por lo tanto la ciudad carecía de calles. Sus habitantes, para desplazarse por la ciudad, iban de techo en techo, por una red de escaleras, ingresando a sus hogares por esos mismos techos, algo bastante explicable considerando lo fácil que era defender la ciudad en esas condiciones. Sus primeros antecedentes pueden rastrearse hacia el año 7500 AC, pero ya hacia 6000 AC era una ciudad consolidada que alcanzaba la cifra inusualmente alta para la época, de 8000 habitantes. En ella era posible encontrar una buena proporción de cazadores, pero ya se estaban dando los pasos para la domesticación de la oveja. Además, desarrollaron la agricultura. El producto más típico de la región fue la explotación de la obsidiana, una piedra volcánica con la cual hacían cuchillos, pedernales, y también espejos que, para sorpresa de los arqueólogos, hasta el día de hoy se mantienen pulidos y son capaces de reflejar. A pesar de su antigüedad y lo básico de su sociedad, esta cultura no tenía nada de primitivo: habían conseguido, entre otras cosas, desarrollar líneas comerciales que se extendían incluso hasta Siria.

Desde el punto de vista religioso, llama poderosamente la atención el elaborado ritual funerario que llevaban a cabo. Los muertos eran llevados a grandes torres en las afueras de la ciudad, en donde los buitres se encargaban de los restos mortuorios. Una vez limpios los huesos, éstos eran recogidos por los deudos y llevados al interior del hogar (no tenían, por tanto, cementerios), en donde eran ubicados en el interior de grandes muebles o arcones, que servían al mismo tiempo como sillas, mesas o camas. De esta manera, los habitantes de Catal Huyuk conservaban a sus muertos consigo, quizás buscando la protección mágica que pudieran brindarle sus antepasados.

Las ruinas de Catal Huyuk conservan también un riquísimo legado artístico. Gracias a éste, sabemos bastante sobre su religión. El culto de la Gran Diosa Madre, propagado desde el Neolítico por todo el mundo desde las Islas Británicas hasta la India, encontró concreción en Catal Huyuk. Es posible que ésta ciudad haya sido el lugar geográfico en el cual se dio la transformación clave, de considerar a las mujeres en general como seres semidivinos o mágicos, a diosas por derecho propio, configurando por tanto el Culto a la Diosa Madre, tal y como se lo conocerá en épocas históricas posteriores. También se asocia a la Gran Diosa Madre la figura del toro, como animal símbolo de la fertilidad, algo congruente con el desarrollo gradual de la agricultura en el asentamiento. En cuanto a los dioses masculinos, éstos brillan por su ausencia. La Gran Diosa Madre y el toro, combinados en un único ritual, pasarán a la posteridad como el gran legado religioso que Catal Huyuk entregará a todo el Medio Oriente.

En cuanto al asentamiento mismo de Catal Huyuk, éste irá decayendo poco a poco durante el V Milenio, por razones aún no del todo claras, en beneficio de las regiones civilizadas de Palestina, Siria y Mesopotamia, en particular esta última. Con lo que la historia religiosa mundial se desplazará también en esa dirección.

TRAS LA BIBLIA (6): LOS NEFILIM Y EL CAMINO AL DILUVIO (GÉNESIS 6).


El capítulo 6 del Génesis es complicado, porque a la versión original del Yavista se superpuso un extenso fragmento por obra del Sacerdote. Al Yavista pertenece el famoso pasaje de los "hijos de Dios y las hijas de los hombres", muy característico de su cosmovisión en la que Yahveh no es la única criatura sobrenatural, sino que además hay bestias parlantes y ángeles rondando. Estos hijos de Dios son conocidos también como los nefilim. La Biblia habla de "gigantes" y de héroes famosos.

La intencionalidad del Yavista no es clara. Es posible que haya intentado compendiar una serie de material mitológico corriente en su época, quizás influido por la Epopeya de Gilgamesh, reduciéndolo todo a una breve mención (los nefilim). Se le adjudica a este pasaje un sentido moral: la irrupción de los nefilim se corresponde con el aumento de la maldad en la Tierra. Aunque cabe preguntarse si el Yavista tenía esta correspondencia a la vista. Como sea, la historia de los nefilim sirve para entroncar derechamente con el castigo que Yahveh enviará a la Tierra: el Diluvio Universal. Por cierto, nótese que el pecado de los nefilim es, para variar un poco, de carácter sexual: son los nefilim quienes encuentran hermosas a las hijas de los hombres y buscan desposarse con ellas...

Hay también otra interpretación que podríamos señalar como más sociológica. Según ésta, encontramos aquí una velada denuncia de los matrimonios entre clases sociales, ya que los hijos de los nobles y aristócratas ("hijos de Dios") habrían degenerado su propia condición amancebándose con doncellas proletarias ("hijas de los hombres"). Apoya esta interpretación, el hecho de que hablar de "hijo de hombre" en la Biblia es una metáfora para referirse a los propios seres humanos, y por tanto las "hijas de los hombres" serían simplemente las mujeres, el común o vulgo de ellas. Sin embargo, si bien es una explicación atendible, tampoco existen pruebas que la corroboren de manera contundente.

Los versículos 9 a 22 son indiscutiblemente del Sacerdote. Y aunque no lo fueran, es claro que los redactó alguien quien no era el Yavista, porque los versículos 11 a 13 reiteran en parte, de manera innecesaria, lo planteado en los versículos 5 a 7 (la maldad de los hombres crece, y por tanto los hombres deben ser castigados). Además, su redacción tiene una calidad literaria inferior. Y por si fuera poco, el Yahveh de estos versículos da una serie de detalladas instrucciones sobre la forma, estructura y dimensiones del arca de Noé, puntillismo muy propio del Sacerdote.

Por cierto, se ha debatido mucho sobre cómo el Diluvio Universal contradice la bondad de Yahveh, en particular considerando que si Dios es todopoderoso, entonces debió prever que los hombres serían débiles y se tornarían hacia el mal. Pero esto es ver el texto bíblico desde nuestra óptica cristiana, basada en el "Dios es amor". Para el Yavista, autor del texto de base, Yahveh está configurado a la manera de los dioses paganos, que pueden ser muy amables y comprensivos, pero también sumamente duros y despiadados, y todo esto a capricho. Esta concepción es común a la época, y no sólo entre los hebreos, porque se basa un poco en la imagen de los monarcas absolutos como el Faraón o los reyes suméricos y babilónicos, que efectivamente solían gobernar más o menos a capricho. Para el Yavista, Yahveh puede ser misericordioso (a veces), pero no es intrínsecamente bueno. Para el Sacerdote, por su parte, Yahveh es un dios de justicia, no de bondad. Puede que el Diluvio Universal haya sido una despiadada operación de genocidio, pero había justicia en barrer el mal de la Tierra, en concepto del Sacerdote, y por lo tanto es lógico que Yahveh tomara una actitud como ésta.

Terminemos señalando que la fuente del Diluvio Universal es la Epopeya de Gilgamesh, poema babilónico bastante anterior al texto del Yavista (un milenio, al menos). En la Epopeya figura un personaje secundario llamado Utnapishtim, reflejo a su vez de un personaje mítico sumérico aún más antiguo llamado Ziusudra, que fue prevenido por el dios Ea de una futura inundación por parte de los dioses (también para borrar la maldad humana), y que por tanto construye un arca para salvarse. Hay también una versión del Diluvio Universal en la mitología griega, a cargo de Deucalión y Pirra, pero estos personajes parecen casi insertados en el contexto general de los mitos griegos, por lo general bien engrasados unos personajes con otros, por lo que muchos sospechan que el mito de Deucalión y Pirra es una importación tardía desde el Medio Oriente, y no una historia mítica original griega.

09 septiembre 2007

TRAS LA BIBLIA (5): DESCENDIENTES DE ADÁN (GÉNESIS 5).


El capítulo 5 del Génesis no tiene ninguna ciencia. Es un injerto del Sacerdote, falto de todo carácter literario, que no es sino una genealogía de descendientes de Adán. El Sacerdote, obsesionado con el legalismo a ultranza, es aficionado a esta clase de menciones. La intencionalidad es oscura, en particular por haberle asignado a cada miembro de la cadena genealógica edades tan superlativas. Esta era, por cierto, una práctica habitual en el Medio Oriente. Las crónicas babilónicas, por ejemplo, atribuyen a sus reyes más antiguos una longevidad que se cuenta ya no por cientos de años como el relato bíblico, sino de miles, e incluso decenas de miles de años. Aún así, hay cosas que rescatar. Se conserva aquí la mención a Enoc, el primero de los seres humanos en ser llevado por Yahveh consigo (después vendrán Moisés, Elías, etcétera). Este Enoc, hijo de Caín, no debe ser confundido con Enos, el hijo de Set, aunque ambos son nietos de Adán, según la Biblia.

También aparece Matusalén y su récord de longevidad de 969 años, el más largo de toda la Biblia.

Huelga decir que nada del contenido de este capítulo puede ser cotejado con ningún hecho histórico o arqueológico del que tengamos noticia, y por tanto, pertenece al terreno de la pura mitología.

TRAS LA BIBLIA (4): CAÍN Y ABEL (GÉNESIS 4).


El cuarto episodio del Génesis refiere la historia de los hijos de Adán, incluyendo a los célebres Caín y Abel. Caín y Abel se dedican a actividades distintas. Caín se hace agricultor. Abel, por su parte, se hace pastor. Resulta que Yahveh miraba con agrado que le sacrificaran carne y grasa, y le molestaba que le sacrificaran granos, por lo que favorecía a Abel sobre Caín. Por lo que Caín, llevado por los celos, embosca a Abel y lo mata. Al ser confrontado por Yahveh, Caín se ve obligado a emigrar, fundando la primera ciudad. Los descendientes de Caín van fundando progresivamente la civilización: Jabal es padre de los ganaderos, Jubal de la música, Tubalcaín de la forja de metales. El capítulo culmina con la mención del nacimiento de Set, el tercer hijo de Adán y Eva, al cual después vino otro hijo, Enós (que no es el Enoch secuestrado por Yahveh, quien aparece un poco más allá).

Este relato ha originado varias dificultades, en particular porque durante mucho tiempo abonó la posibilidad de la existencia de los "preadanitas", ya que si Adán y Eva eran los primeros progenitores, ¿de dónde salieron las esposas de Caín y Set...? Las leyendas hebreas clásicas lo explicaban diciendo que Caín había tenido relaciones sexuales con Lilith, una mujer demonio, y que de la unión de ambos descendería el género humano, lo que de paso explicaría la naturaleza al menos medio maligna de los humanos. Sin embargo, dicha tradición no fue recogida en la Biblia. Este debate está hoy por hoy superado, claro está, ya que se sabe que los seres humanos no descienden de un mítico Caín que habría vivido hace 6000 años, sino de los primates que vivían en Africa hace unos 20 o 25 millones de años, por medio de un proceso de evolución gradual y de selección natural, y no por acto de creación divina.

Volviendo a la Biblia, la comprensión de este texto es difícil porque su intencionalidad se nos escapa. Hay un eco de la disputa entre ganaderos y agricultores aquí. El agricultor requiere una existencia sedentaria y tiende a poner cercas a sus terrenos. El ganadero es nómade, o seminómade al menos, y las cercas le estorban para llevar su ganado. Históricamente, los ganaderos tienden a ser arrinconados por los agricultores, porque al ser sedentarios, pueden acumular riquezas que se traducen en armas y hombres para la guerra. En el relato bíblico, es Caín el agricultor quien vence a Abel el pastor, y como consecuencia, funda la civilización (él y sus descendientes). Pero a su vez, todo esto es visto como un castigo de Yahveh por el asesinato de Abel. O sea, los "malos" fundan la vida en civilización, y el "bueno" es el pastor... Es posible que esto tenga algo que ver con el hecho de que los primeros hebreos eran precisamente pastores, probablemente salidos del Desierto de Arabia, y que este relato sea una versión de una leyenda aún más antigua. La idea de la civilización como castigo conecta bien con el bíblico "ganarás el pan con el sudor de tu frente", que el Yavista ha puesto en boca de Yahveh dirigiéndose a Adán. (Génesis 3:19).

02 septiembre 2007

RELIGIÓN EN EVOLUCIÓN (10.000 AC): FIN DE LA EDAD DE HIELO Y SURGIMIENTO DE LA AGRICULTURA.


[IMAGEN SUPERIOR: Representación de la "Mahadevi", la Gran Diosa de las creencias hindúes. La Gran Diosa puede presentarse en varias facetas distintas, sea como la bella y benigna Lakshmi, o sea como una destructiva fuerza natural bajo la advocación de Kali. Por debajo de estas manifestaciones, la Mahadevi es en realidad una sola diosa, o mejor dicho, es uno con Brahma, su contraparte masculina. La Mahadevi es asociada también con los rituales de fertilidad, una prerrogativa que ha conservado desde los tiempos de la adoración irrestricta de la Gran Diosa Madre en toda Eurasia].

Probablemente, el evento más importante de toda la historia humana sea el inicio del Holoceno, hacia 10.000 AC, fecha en la cual los glaciares se retiraron de la faz de la Tierra, con la excepción de dos grandes focos (Groenlandia y la Antártica). Durante mucho tiempo se creyó que esto favoreció un medio ambiente más favorable, pero hoy en día dicha tesis suele ser discutida. Parece que las alteraciones climáticas subsiguientes originaron sequías y cambios en la población de animales para ser cazados, lo que obligó a recolectores, cazadores y pescadores a buscar nuevos medios de subsistencia. El gran paso se dio cuando el ser humano dejó de ir a buscar simplemente el alimento a la naturaleza (recolectándolo, cazándolo o pescándolo), para producirlo mediatne su propia tecnología y en condiciones más o menos controladas. Este método fue la agricultura, y su implantación provocó a la larga una serie de cambios sociales, que arrojaron al ser humano por el camino de la civilización, con todo lo bueno y lo malo que esto conlleva.

En el plano religioso, el culto debió ajustarse a las nuevas condiciones agrícolas. El agricultor se vio mucho más constreñido al ciclo anual de las estaciones, lo que reforzó la idea de un dios o una diosa supremos que se revelan a sí mismo en la naturaleza. Además, al surgir la posibilidad de la acumulación material de riquezas, por obra del sedentarismo, los hijos y el linaje pasaron a tener mayor importancia, y con ello, las mujeres que los parían. El resultado de esto fue toda una ironía, porque a medida que las mujeres se hacían más valiosas, surgieron una serie de normas y regulaciones para que los hombres pudieran encadenarlas. El matrimonio surge en esta época, y no tiene nada que ver con el romanticismo, sino con la necesidad de crear un contrato legal que otorgara legitimidad jurídica a ciertos hijos, aquellos que provenían del matrimonio, por encima de los ilegítimos o bastardos, para así de esta manera concentrar las fortunas en la descendencia propia y descartar a quienes no son descendientes carnales de los varones. Como correlato de este proceso, los dioses masculinos empezaron a cobrar mayor importancia, y principió así el eclipse de las diosas femeninas.

El dios masculino asumió primeramente la forma del Dios Muriente. El dios masculino es presentado como hijo y amante de la diosa, y muere trágicamente para simbolizar la llegada del invierno. Pero la piedad y el amor de la diosa lo resucitan, lo que simboliza la llegada de la primavera, y con ello el ciclo vuelve a empezar. Poco a poco, los dioses masculinos irían ganando nuevas cotas de poder, y con ello, la Gran Diosa Madre iba a quedar más y más relegada a un segundo plano.

TRAS LA BIBLIA (3): LA CAÍDA (GÉNESIS 3).


Todo el mundo cree que conoce bien la trama de este pasaje. Lo increíble es que la gente hace una serie de asunciones que no se corresponden en absoluto con el detalle de lo que aquí refiere la Biblia. Veamos.

La Serpiente se dirige a Eva y, tras una breve conversación, la convence de morder el fruto prohibido. Eva cae en la trampa ("sereis como dioses"), y no sólo hace caso, sino que además, convence a Adán de hacer lo propio. En respuesta se les abren los ojos, descubren su propia desnudez, se esconden, y por eso Dios descubre lo que ha pasado. En su rabieta, decide expulsar a Adán y Eva del Paraíso Terrenal.

Como decíamos, es increíble la cantidad de asunciones que la gente hace sobre la historia. En primer lugar están los detalles anecdóticos. Siempre se simboliza el fruto prohibido como una gran y rozagante manzana. Sin embargo, de leer atentamente el texto bíblico se desprende no sólo que no se menciona ninguna manzana por parte alguna, sino que además, dicho fruto prohibido quedó vedado para siempre al ser humano, en el Paraíso Terrenal, y por ende no puede ser ningún fruto que conozcamos.

En segundo lugar, ¿quién es el Tentador? La respuesta de la Iglesia Católica es clara: Satanás. Y sin embargo, si se lee atentamente este pasaje, se descubre que no es así. La Serpiente es simplemente la Serpiente. ¿En dónde se menciona que la Serpiente es Satanás disfrazado? Sospechosamente hay un solo autor bíblico que relaciona a ambos personajes, y éste no es el Yavista, quien redactó la versión original de esta historia. Este autor bíblico es Juan el Anciano, escritor del Evangelio de Juan y del Apocalipsis, quien identifica explícitamente a la Bestia (la del número 666, para entendernos) con Satanás y... la serpiente antigua (véase Apocalipsis 20:2). El punto es que Juan el Anciano escribió su texto casi un milenio después del Yavista, en un contexto cultural completamente diferente... por lo que la identidad de la Serpiente con Satanás no puede achacársele al Yavista, en ninguno de cuyos textos, por otra parte, aparece Satanás como personaje (el Yavista escribió en el siglo VIII a.C., y Satanás ingresó a la mitología hebrea por influencia de Babilonia durante el Cautiverio, en el siglo VI a.C.). Por ende, afirmar que la Serpiente es Satanás no es más que una dolosa manipulación intelectual cristiana.

La Serpiente, desde antiguo, debido a su forma, y a su capacidad de mudar la piel, es símbolo de regeneración y resurrección. De ahí que se la asociara desde antiguo a la Gran Diosa Madre. Quizás su infiltración en la Biblia es una caricatura machista: una manera de decir que el símbolo de la Diosa Madre (identificada en Canaán con Aserah, en Fenicia con Astarté y en Babilonia con Ishtar) es la que perdió a la Humanidad protegida por Yahveh, el dios masculino y patriarcal. No debe olvidarse que el Yavista escribió en tiempos de la consolidación de la tradición profética, y una de sus consecuencias fue el surgimiento de la rampante misoginia que caracteriza a la mayor parte de los textos bíblicos.

Por otra parte, el esquema bíblico no es en absoluto exclusivo. En numerosas otras tradiciones míticas se presenta la tríada Creador - Criatura - Embaucador. El Embaucador no necesariamente es un dios, pero es alguien que por celos o envidias, provoca la perdición del hombre. En algunas tradiciones míticas norteamericanas, por ejemplo, este papel corresponde al Coyote. En los mitos griegos, la embaucadora es Pandora, que esparce los males sobre la Humanidad, como contraste a Prometeo el benefactor. Entre los germanos, el papel de embaucador le cabe a Loki, el dios del fuego, quien mediante engaños consigue la muerte de Balder, el dios de la luz. Como se desprende, el embaucador puede ser un dios (Loki), una criatura sobrenatural, pero no un dios (Pandora), o una simple bestia parlante (el Coyote o la Serpiente). Lo importante es su rol: el embaucador impide la inmortalidad del ser humano, y por tanto garantiza la entrada del mal en el mundo.

Otro detalle curioso es que no había uno sino DOS árboles prohibidos. Uno de ellos es el Arbol del Conocimiento del Bien y el Mal; de éste comieron Adán y Eva. El otro es el Arbol de la Vida. Yahveh reflexiona explícitamente, al expulsarlos, que por suerte no comieron del segundo, o habrían llegado a ser inmortales (Génesis 3:22).

Finalmente, mencionemos que en un bello pasaje de su libro "El miedo a la libertad", el psicólogo Erich Fromm toma el mito de la caída de Adán y Eva como metáfora del instante de la infancia en que el ser humano deja de ser uno con el mundo, y pasa a tomar conciencia de sí mismo.

26 agosto 2007

RELIGIÓN EN EVOLUCIÓN (30.000 AC): EMERGE LA GRAN DIOSA MADRE.


[IMAGEN SUPERIOR: Venus de Willendorf. Descubierta en 1908 en las cercanías de la localidad austríaca de Willendorf. Tiene una antigüedad estimada de 22.000 a 24.000 años].

La primera gran religión conocida con seguridad, es el culto de la Gran Diosa Madre. Sus orígenes son nebulosos, y suele asociarse con la irrupción de las "venus", estatuillas femeninas paleolíticas de diverso tamaño, que aparecen en Europa y el Medio Oriente hacia 30.000 AC. Sin embargo, sus últimos coletazos, derrotada por los dioses patriarcales, aún siguen entre nosotros. La evidencia documental e iconográfica permite probar hoy en día con bastante certeza que María, la Virgen madre de Jesús, es descendiente directa de la Gran Diosa que fue adorada en el Medio Oriente bajo los ubicuos nombres de Afrodita (Grecia), Arinna (Hatti), Aserah (Canaán), Astarté (Fenicia) e Ishtar (Mesopotamia), sirviendo como intermediaria la diosa frigia Cibeles. Como las venus aparecen hacia 30.000 AC., puede decirse que la religión de la Gran Diosa Madre tiene una aparición contemporánea, aunque esto pertenece en buena medida al campo de la especulación.


Se ha comprobado, por el estudio antropológico de las sociedades primitivas, que en ellas la mujer suele desarrollar un rol mucho más activo que en las sociedades patriarcales históricas conocidas. Esto se debe fundamentalmente a que ellas son las encargadas de la mantención de la comunidad, a través de la parición de nuevos hijos, y también por las redes y lazos que generan con la crianza de éstos. Además, al tener ellas el misterioso don de dar la vida, adquieren un estatus especial que se refleja en una preponderancia religiosa. Así es como en culturas del más diverso contexto, la encargada de intermediar con el ultramundo suele ser mujer: entre los mapuches este rol le correspondía a la machi, y entre los hebreos hay testimonios en sus tiempos primitivos de juezas mujeres (la jueza Débora, por ejemplo). También a esto responden instituciones antiguas tan peculiares como la prostitución sagrada, o el hecho de que desde antiguo se conozcan las "mujeres separadas", consagradas a la religión, como las "vírgenes del sol" incaicas, las vestales romanas o las actuales monjas católicas (si bien las "mujeres separadas" son de aparición posterior, y asociadas al surgimiento de las religiones patriarcales).

Por ende, los pueblos más antiguos tendieron a concebir el principio divino supremo con forma de entidad femenina: una Gran Diosa Madre, que al "parir" da la vida al universo entero. Parecía natural, porque un Dios masculino no es capaz de parir, y por tanto, no sería capaz de crear al universo entero. Después, los hombres inventarían un nuevo mecanismo para sus dioses masculinos, la "creación por la palabra", pero esto en el Paleolítico era aún desconocido.

Testimonio de este culto es la aparición de numerosas estatuas rupestres con formas femeninas, y con los rasgos propios de la fertilidad (pechos y vientre) abultados. Son las llamadas "venus", que se reparten por todo el continente europeo a lo largo de milenios.

TRAS LA BIBLIA (2): EL PARAÍSO TERRENAL (GÉNESIS 2).


El relato del segundo capítulo del Génesis tiene un tono muy distinto al primero. Se menciona que en el día de la Creación, Dios crea todas las cosas, y al final de las cuales, crea al hombre, a Adán, por el consabido método de moldearlo en barro e insuflarle el aliento de la vida. Luego, para que culmine el trabajo de la Creación, manda llamar a todos los animales, a los cuales Adán pone nombre. Sin embargo, como no se encuentra a ninguno capaz de igualarse con Adán, Dios crea a Eva, a partir de la celebérrima costilla, ante lo cual Adán dice feliz que "será llamada varona, porque del varón ha sido tomada"... (en hebreo, la palabra utilizada es el femenino de "hombre", por lo que la expresión no puede ser vertida fielmente al castellano).

Aquí empiezan a surgir los problemas de interpretación sobre la Biblia, porque la verdad es que el texto contradice en numerosos puntos al capítulo anterior. No hay creación por la palabra, sino que Dios recurre al pedestre método de moldear a sus creaciones en barro y meterles la chispa de la vida, como una divinidad grecorromana cualquiera (de hecho, eso es lo que hace Prometeo, entre los griegos). También contradice al capítulo anterior cuando señala que los animales fueron creados después que el hombre, mientras que en el texto anterior fue al revés. Y finalmente, después de todo eso, es creado Eva, mientras que el capítulo primero daba a entender que ambos habían sido creados al mismo tiempo. ¿Qué ha pasado...?

Como comentábamos, es probable que Esdras, o al menos alguien cercano al entorno de Esdras, un escritor conocido en los círculos académicos como el Sacerdote o la Fuente Sacerdotal, escribiera el capítulo 1. ¿Quién entonces, escribió el capítulo 2? Por descontado que no fue el Sacerdote. El estilo literario de ambos choca visiblemente, porque el escritor del capítulo 2 es florido y poético, mientras que el Sacerdote es seco y legalista. La única explicación posible es: ambos textos son de autores distintos, y fueron refundidos en uno solo, sin omitir las contradicciones.

¿Quién escribió el texto del capítulo 2? Hay algunas pistas rastreando los otros capítulos que son su responsabilidad en el Génesis y los libros subsiguientes. El autor del capítulo 2 era una persona versada en mitología, y debía conocer muy bien la Epopeya de Gilgamesh, un antiquísimo poema épico de Sumeria, anterior en a lo menos mil años a las partes más antiguas de la Biblia. En la Epopeya se describe a los dioses con un estilo que calza a la perfección con los métodos de alfarero que usa Dios para crear a Adán y a Eva (la historia del Diluvio de Noé, que mencionaremos después, está calcada de un episodio de la Epopeya, el Diluvio de Upnapishtim). Este autor, por tanto, adaptó una leyenda sumérica que ya era antigua en sus días, y que debía conocer porque la religión sumérica era conocida en todo el Medio Oriente. Sabemos esto porque se han encontrado tablillas con fragmentos de la Epopeya de Gilgamesh en toda la región, y además porque hay numerosos dioses que tienen nombres parecidos en la región: así, la sumérica Ishtar se corresponde con la Astarté fenicia, con la Arinna hitita, y con la Aserah cananea (la Arinna hitita, a su vez, dio origen a la Cibeles frigia, que pasó a la mitología griega, y después a la romana bajo el nombre de Rea, e inspiró a los cristianos para modelar, a su imagen y semejanza, a la Virgen María).

Se desconoce quien fue este autor, pero por su manera de trabajar el hebreo, mucho más arcaica que el Sacerdote, se piensa que vivió a lo menos unos 400 o 500 años antes, quizás hacia el año 900 u 800 AC. Su empresa parece haber sido la de escribir una historia del Pueblo Elegido, desde la mismísima Creación en adelante. Así, el actual capítulo 2 del Génesis habría sido el inicio de su historia.

La identidad de este autor permanece desconocida. Sin embargo, se sabe que a partir del episodio de la Zarza Ardiente contenido en el Exodo, llama a Dios por el nombre YHVH (Yehú o Yahu, que pasó hasta nosotros como Yahveh), por lo que se lo llama académicamente el Yavista, o bien la "Fuente J". El primero que escribió sobre su posible existencia, fue un erudito francés llamado Jean Astruc, en 1753. El Yavista escribió en el tiempo de crisis de los hebreos (cuando estaban divididos en dos reinos, Israel al norte y Judá al sur), y su relato es proclive a los intereses de Judá, en particular repasando su abigarrada historia política con el vecino reino de Edom. Se asocia al Yavista con el sacerdocio de Aarón y el santuario de Jerusalén (volveremos sobre esto más adelante, en particular cuando entre en escena su gran rival, el Eloísta).

Estamos entonces ante uno de los relatos más antiguos de la Biblia, escrito por un autor que no conocemos, y al que llamamos Yavista, y que busca escribir una historia del pueblo hebreo desde el origen más remoto de los tiempos. Su historia parte con este capítulo 2, en donde describe a Dios y Adán en términos que cualquier estudio mesopotámico de la mitología hubiera celebrado como bastante ortodoxos. Nos volveremos a encontrar en lo sucesivo al Yavista, así como al Sacerdote, en varias otras ocasiones y contextos.

19 agosto 2007

RELIGIÓN EN EVOLUCIÓN (100.000 AC): PRIMEROS RITUALES FUNERARIOS.


[IMAGEN SUPERIOR: Entierro ceremonial Neanderthal, descubierto en La Chapelle-aux-Saints, en Francia, en 1908].

Es casi imposible, hoy por hoy, determinar la fecha u origen de la religión. Lo que sí la ciencia parece descartar por completo, es el concepto religioso de que Dios se reveló a sí mismo a través de la historia. Esto, porque en primer lugar la existencia de Dios no es algo probado, ya que tener fe en Dios no cuenta como prueba empírica, porque la fe es justamente el favorecer una convicción personal que no se sustenta en hecho empírico alguno. En segundo lugar, no hay rastros de intervención sobrenatural en la historia humana, y fenómenos que se tuvieron como tales en alguna época, como los profetas, las posesiones espirituales, el mesianismo, etcétera, tienen explicaciones psicológicas y sociológicas alternativas bastante buenas, que no requieren la presencia de alguna clase de entidad superior (Dios, ángeles, demonios, etcétera). Por lo tanto, la exploración sobre el origen de la religión debe circunscribirse, al menos en principio, al ámbito de lo meramente natural, sin perjuicio de que algún día la ciencia pueda encontrar alguna evidencia en sentido contrario.


Una dificultad adicional para esta investigación, es que las primeras religiones conocidas son anteriores al surgimiento de la escritura, e incluso a las primeras leyendas tradicionales. Los primeros mitos conocidos, relacionados con los cultos agrícolas, aparecen ya configurados de manera sumamente moderna, estructurados en torno a figuras tales como la Diosa Madre o el Dios Muriente. El proceso de evolución hacia dichos conceptos es, por tanto, altamente especulativo, y se basa en los testimonios arqueológicos, de por sí bastante inseguros, así como sobre antecedentes de la flora, la fauna y la sociedad eventual en que los creadores de la religión debieron haber vivido.

Se suele fechar aproximadamente hace 100.000 años atrás el surgimiento de las primeras manifestaciones de lo religioso, ya que tal es la antigüedad de los primeros yacimientos funerarios conocidos. En Jebel Qafzeh, a unos tres kilómetros de Nazaret, un grupo de humanos primitivos enterró a algunos de los miembros de su tribu, hacia el año 100.000 AC. Como suele asociarse las prácticas funerarias a la religión, puede considerarse éste como un punto de partida. Se sabe que el yacimiento de Jebel Qafzeh no fue aislado, ya que se han encontrado otros yacimientos algo más recientes, tanto en el Medio Oriente como en Europa, que sugieren la posibilidad de que el Hombre de Neanderthal conociera ya la religión.

Las razones por las cuales los seres humanos empezaron a inhumar a sus difuntos tampoco son claras. Una posibilidad es que desarrollaran, por alguna razón, un terror supersticioso hacia la muerte, que sigue siendo hasta el día de hoy uno de los mayores resortes de la religión establecida. Sin embargo, la conexión entre religión y terror a la muerte podría ser algo posterior, e incluso aprendido por vía cultural. Por otra parte, aunque en estas fechas principien los yacimientos funerarios, es claro que los primeros dioses (las "venus") son de aparición más tardía. Una posibilidad es que la conservación de los muertos responda a propósitos mágicos: frente al mundo de los espíritus que ronda allá afuera, que no siempre son benignos, ya que pueden provocar males y aflicciones a las tribus, o a algunos de sus miembros, es bueno contar como defensa a los espíritus de los antepasados cerca, que supuestamente deberían proteger a sus descendientes. Esta posibilidad aparece fortalecida por el estudio efectuado en culturas primitivas sobrevivientes en el siglo XX, que recurrían a esta clase de magia ceremonial para defenderse de los espíritus malignos y la mala suerte. La magia "funciona", psicológicamente al menos, por la repetición de algunos actos estereotipados que alguna vez, puede ser que por coincidencia, parecieron funcionar para provocar algún bien o eliminar algún mal; éste es uno de los mecanismos psicológicos más primitivos, es la base de la superstición, y aparece incluso en varias especies animales, como mamíferos o aves. Esta "magia" es también la base del ritual religioso hasta la actualidad, ya que el creyente, al rezar determinadas oraciones o practicar ciertos ceremoniales, está atrayendo hacia sí la buena voluntad divina.

En esta atribución de personalidad a las distintas cosas naturales, como los ríos, las lluvias, los volcanes, las plantas o las bestias salvajes, y su intento de favorecerlas e incluso controlarlas a través de medios mágicos, podría haber iniciado su carrera el pensamiento religioso, carrera que persiste hasta el día de hoy.

TRAS LA BIBLIA (1): LA CREACIÓN (GÉNESIS 1).


CON EL PRESENTE ARTÍCULO, EL OJO DE LA ETERNIDAD INICIA UN NUEVO CICLO DE POSTEOS, LLAMADO "TRAS LA BIBLIA", EN LOS CUALES IREMOS REVELANDO, CAPÍTULO POR CAPÍTULO, EL CONTENIDO DE LA BIBLIA, Y QUÉ SE ESCONDE EN ELLA.

El primer capítulo del Génesis refiere la historia de la Creación del Universo. En ella, a lo largo de seis días, Dios va creando las distintas cosas que lo componen: el cielo, la tierra, los mares, los animales, etcétera. Al final de este proceso, crea al hombre. Aún no entramos en la historia del Paraíso Terrenal, ni hemos visto a Adán.

Quizás el aspecto más poderoso del texto, es la relación entre la Palabra y la Creación. Se ha apuntado varias veces que Dios dice algo, y ese algo es creado. Así, dice "Hágase la luz" ("Fiat Lux", en latín), y la luz es creada. Y así sucesivamente. Han corrido ríos de tinta sobre esta manera de utilizar la palabra como medio para crear, lo que revela una concepción filosófica sumamente elevada o avanzada. Pero esta concepción también ha ido cambiando con el tiempo.

Resulta que en el texto hebreo original, la Palabra de Dios era una expresión de su Voluntad inescrutable. Para el redactor del texto original, Dios era alguien lejano y poco comprometido con el ser humano, que tenía un gran designio divino el cual no necesariamente podíamos llegar a conocer.

Sin embargo, los traductores de la Septuaginta, la escuela de judíos que trasvasijaron el Antiguo Testamento desde el hebreo hasta el griego en el siglo III AC, utilizaron la palabra griega "Logos", que designa la palabra, pero también se utiliza para referirse a la racionalidad. Por ejemplo, la raíz griega "logos" está en palabras modernas como "biología", "geología", etcétera, que denotan el estudio racional de cosas como la vida ("bios"-"logos") o el planeta ("geos"-"logos"). Así, Dios tomó en la versión griega un aspecto racional que no estaba en el precedente hebreo, ya que entre los griegos, "logos", lo racional, se opone a "pathos", lo emocional, en circunstancias de que, como lo prueba casi toda la Biblia, el Yahveh bíblico es capaz de muchas emociones (se enoja, se encoleriza, se encariña con personas, es capaz de misericordia, etcétera).

Después, al traducir la Biblia del griego al latín (edición "Vulgata"), San Jerónimo usó la expresión latina "Verbum". Por otra parte, el evangelista San Juan escribió "Y en el principio era el Verbo, y el Verbo era Dios", relacionando así a Cristo (el Verbo hecho carne, según San Juan) con Dios. ¡Lo sorprendente es que ninguna de estas adiciones teológicas, que son piedras basales de la doctrina cristiana, están en el texto original hebreo del Génesis...! Esta adición es rechazada como espúrea por el judaísmo, porque pretende forzar un texto judío preexistente al Cristianismo, que nada dice sobre Cristo.

¿Puede dar todo esto una pista para buscar quién escribió este relato? Los investigadores actuales piensan que sí. El estilo del relato es seco, poco poético, y su esquema es reiterativo: Dios ordena, lo que ordena se cumple, Dios observa que eso es bueno, y atardece y amanece el día en cuestión. ¿Por qué? Por cuestiones de estilo, se piensa que el redactor de este texto fue un sacerdote más o menos anónimo, aunque quizás identificable, razón por la cual se la llama la Fuente Sacerdotal, o Fuente P (por Priesterschrift, en su original alemán). Se ha observado que este relato incurre en varias contradicciones con el segundo capítulo del Génesis, que le sigue, y que se piensa es obra de un escritor más antiguo, al que ya identificaremos.

Entonces, si ya existía un relato sobre la Creación, contenido en el actual segundo capítulo del Génesis... ¿Por qué este Sacerdote redactó un nuevo comienzo para el Génesis, añadiendo un capítulo entero de su propia cosecha? Se piensa, por la evidencia del resto de los textos que el Sacerdote escribió, que éste buscaba fundamentar con textos bíblicos el poder de los sacerdotes. La creación en seis días es la base de uno de los mandamientos más sagrados para los judíos, el descanso del día sábado, y que es una señal característica del Judaísmo histórico. ¿Quién fue este Sacerdote, entonces...? Se piensa que escribió en un período de tiempo en el que la Ley judía debía ser restaurada, y el poder de los sacerdotes fortalecido para salvar al Judaísmo. El gran período de tiempo en que esto debió ocurrir, fue cuando los persas liberaron a los hebreos del Cautiverio de Babilonia. La tradición hebrea (como veremos aquí mismo, en varios capítulos más) conservó la memoria de Esdras, el Sumo Sacerdote, como restaurador de la Ley, y fundador del poder de los sacerdotes, en el siglo V AC. Por tanto, se piensa que Esdras, o bien alguien cercano a Esdras, debió escribir el primer capítulo del Génesis, el relato de la Creación, para fundamentar el descanso sabatino. Esto explica también que Dios recurra a un método tan formalista, y por qué no decirlo, jurídico, para crear el universo, a golpe de decreto, como un legislador cualquiera.

No será ésta la última vez en que nos encontraremos con el Sacerdote, en nuestro camino, ya que con la misma intención, hizo una serie de otras interpolaciones en el primitivo texto del Génesis.

Un detalle adicional: el texto usa la expresión "y atardeció y amaneció...", para señalar los cambios de días. Esto no es una figura literaria. En el calendario hebreo, el día empieza con el atardecer, y por tanto, ésa es la secuencia lógica de eventos respecto del Sol, en su día (primero atardece, luego amanece, al revés que en nuestro caso, en que el día comienza a la medianoche, y por tanto, primero amanece y luego atardece).

09 agosto 2007

DOS AÑOS.

Hoy día 9 de agosto han pasado dos años desde que comenzó la accidentada carrera de El Ojo de la Eternidad. Con más o menos alcance, es seguramente una de los más completos sitios acerca de la religión, que trata de hacer accesibles temas a veces sumamente complejos, y con muchas derivaciones posibles.
Y como todo en la vida, también El Ojo de la Eternidad debe evolucionar. Creado inicialmente como una fuente de recursos sobre religión, y por ende abusando descaradamente del copy-and-paste, fue evolucionando poco a poco hacia un sitio con artículos originales, y dejando un poco de lado el acontecer noticioso en materias de religión para centrarse en temas un poco más de fondo, explicando numerosas cuestiones acerca de religión, y temas emparentados con la filosofía, la ciencia, etcétera.
Esa evolución debía tender entonces lógicamente hacia lo que será la siguiente etapa de este blog, la cual hemos estado preparando concienzudamente en los últimos meses, y ha sido la razón de nuestro silencio. Mientras más escribíamos al respecto, más podíamos darnos cuenta de que su carácter enciclopédico iba creciendo poco a poco. Esto fue cada vez más evidente por la reiteración de ciertos temas, y por qué no decirlo, por el agotamiento de la plana mayor redactora, que no sólo ha trabajado duramente estos dos años, sino que además tiene otras obligaciones y deberes que atender. Así, pues, decidimos dar el salto definitivo, hacia una verdadera enciclopedia sobre la evolución de la religión.
Haremos esto en dos frentes, iniciando dos series de artículos que creemos fuertemente necesarios, para explicar la mecánica y el funcionamiento de las religiones.

La primera de esas series es "Tras la Biblia". En ella, iremos repasando las historias de la Biblia, capítulo por capítulo, resumiéndolos, y explicando sus aspectos más importantes. En algunos casos tendremos que detenernos y ser prolijos, mientras que en otros podremos saltar rápidamente, porque la Biblia tiene sus partes fuertes, pero también sus meandros y cursos lentos. A través de estos posteos, nuestros lectores descubrirán algunas desconcertantes verdades sobre el texto bíblico, que nada tienen que ver con las enseñanzas de los catequistas y de la Iglesia Católica, pero que a su vez están firmemente fundados en análisis sobre el texto escrito, y también en las investigaciones históricas y arqueológicas de los últimos 200 años, las mismas que han contribuido a dar nueva luz sobre numerosos incidentes de la Biblia, explicando la razón de ser de muchos de sus pasajes, y entendiendo mejor la manera en que ésta nos ha llegado hasta el día de hoy.
La segunda de esas series es "Religión en evolución", y mostrará la historia de las religiones desde sus más tempranos comienzos, hasta la actualidad. Nos centraremos en la religión en general, y por supuesto que en la evolución del Judaísmo y el Cristianismo en particular, siendo la religión que más atañe al mundo occidental, pero también abordaremos temas que han influido sobre la religión, como cambios políticos o sociales claves, escuelas filosóficas, avances científicos, etcétera. Cuando terminemos, será el más grande compendio en línea de temas religiosos disponible en idioma castellano.Ambas series son, por supuesto, de larguísimo aliento, pero trataremos de cumplir con la faena de la mejor manera posible, como siempre lo hemos hecho.
Por supuesto que los artículos semanales quedarán más o menos interrumpidos, porque la mayor parte de ellos ya no serán necesarios: mucha de la información contenida en artículos precedentes será sumergida en estas series, y no vale la pena postear sobre tópicos que, de un modo u otro, serán tratados en ellas. Eso no quiere decir que dejaremos de postear sobre problemas de actualidad, o cuestiones que no sean estrictamente históricas. Por supuesto que el material antiguo de El Ojo de la Eternidad seguirá en línea, para quienes deseen consultarlo.De esta manera, damos comienzo a lo que será el tercer año de El Ojo de la Eternidad. Esperamos poder encontrarnos, como casi siempre, semana a semana, descifrando los misterios de la religión, y por qué no decirlo, los intereses que maneja la misma, con el mismo rigor que nos ha caracterizado desde nuestros cada vez más lejanos inicios.
Nos vemos el próximo Domingo.

24 junio 2007

¿ESTADOS UNIDOS SECULAR?: HACIA LAS ELECCIONES DEL 2008.

Que las religiones sean altamente influyentes desde el alba de los tiempos no debería ser sorpresa, pero en los tiempos racionales que corren, el que tenga un peso tan importante en la vida de muchas personas dentro de la democracia más importante del mundo, debería ser motivo de preocupación. El Ojo de la Eternidad echa un vistazo a la marea cristiana dentro de los Estados Unidos, a un año de las elecciones presidenciales.



[IMAGEN SUPERIOR: George W. Bush y el Papa Benedicto XVI: Frente a frente dos de los peores fundamentalistas de inicios del siglo XXI].

LA TRADICIÓN RELIGIOSA DE ESTADOS UNIDOS.

Desde antiguo, Estados Unidos ha tratado de vender la idea de que su patria es el baluarte de la democracia y de los derechos humanos. Así, por ejemplo, la Segunda Guerra Mundial fue presentada como una guerra contra el totalitarismo y el fascismo, en nombre de la libertad del mundo civilizado. Y sin embargo, resulta curioso constatar como en el seno mismo de los Estados Unidos, tienen importancia suprema los movimientos religiosos, y lejos de disminuir, esta influencia no hace sino aumentar de día en día.

La idea de un "Estados Unidos secular" arranca desde los tiempos de la Declaración de Independencia, cuando sus primeros líderes, hondamente inspirados en movimientos tales como la Ilustración y la Masonería, proclamaron entre otras cosas la libertad de religión. Sin embargo, esta visión de un Estados Unidos secular ha encontrado numerosos problemas. En realidad, desde antes que las ideas masónicas prendieran en los Estados Unidos, existía una profunda tradición religiosa que se ha mantenido en todas aquellas regiones más retrasadas del país, en particular en el Medio Oeste. Esta tradición arranca desde sus primeros colonos, que eran muy religiosos por una cuestión coyuntural. En la Inglaterra del siglo XVI, cuando fue proclamada la reforma, estalló la guerra civil entre los partidarios de una religión moderada (los anglicanos), y una rígidamente literalista de la Biblia (los puritanos). Como los anglicanos ganaron en Inglaterra, los puritanos debieron emigrar, y por eso las Trece Colonias, los futuros Estados Unidos, se llenaron de éstos. Cuando las ideas ilustradas y librepensadoras llegaron a Estados Unidos, se colocaron sobre las anteriores como un delicado sustrato. No es casualidad que el campesino estadounidense, alejado de estas novedades intelectuales, siguiera en su fuero interno siendo rígidamente puritano, mientras que las nuevas ideas tendieron a prender en las regiones más europeizantes de Estados Unidos (Nueva Inglaterra, por ejemplo), y que tengan lugar más bien en el ámbito intelectual.

Además, aunque pretenda pasar como una organización secular, la propia Masonería es en el fondo una iglesia rígidamente jerarquizada, con sus propios rituales y doctrinas, y por ende es una religión más. Como en el caso del comunismo, la Masonería trata de venderse como "más que una religión", pero lo hace con los mismos argumentos de cualquier religión: los demás tienen verdades parciales, y nosotros tenemos la verdad absoluta. Es decir, el secularismo en los Estados Unidos dejó de ser una ideología o un programa político, para transformarse en la religión minoritaria de una casta ilustrada igualmente minoritaria. El grueso de la población siguió siendo, en su fuero interno, protestante.

LA PATRIA DEL CREACIONISMO.

No es raro, por supuesto, que Estados Unidos sea la patria de origen de uno de los movimientos religiosos más regresivos de la actualidad, cual es el Creacionismo. Postula el Creacionismo que el mundo debe ser visto e interpretado a la luz del texto bíblico, de manera tan rígida como sea posible. Ambas posturas, el Creacionismo y la ciencia moderna, chocaron duramente en el llamado Juicio del Mono, en 1925, en el cual un profesor de escuela fue llevado a tribunales por atreverse a enseñar la doctrina del Darwinismo, a pesar de haber una ley que prohibía tal enseñanza por contradecir el dogma bíblico. Este oscuro baldón en la historia religiosa de los Estados Unidos, lejos de haberse terminado, continua adelante. En 2005, Kansas hizo noticia porque sus organismos institucionales decidieron, en aras de la democracia, que debía concederse igual tiempo de enseñanza a los creacionistas que a los darwinistas. Esto no fue sin resistencia, por supuesto, ya que incluso incentivó el crecimiento de un culto religioso satírico, la religión del Monstruo de Espagueti Volador. La gente de Kansas, con un criterio democrático llevado a rajatabla, olvidó, o tal vez nunca quiso saber, que la verdad científica lo es porque se basa en hechos empíricos y establecidos, y por lo tanto, no se basa en la mayoría de votos, porque si los hechos contradicen a lo que la mayoría piensa, la verdad científica que es (y por lo tanto, la que debería enseñarse) son los hechos impopulares, y no un credo que trata de obtener espacios aprovechando los resquicios de la democracia. Esto es, por supuesto, una nueva variante del viejo problema de la tolerancia de los intolerantes, de sobre qué hacer con aquellos quienes, aprovechándose de los mecanismos de la democracia, buscan llegar al poder para obtener la aniquilación de la misma e instaurar su propia dictadura.

En la década de 1980, el Creacionismo parecía derrotado en casi todos los frentes. Además, la religión se había tornado altamente impopular, debido a la seguidilla de escándalos que habían protagonizado varios telepredicadores. Sin embargo, con lo que nadie contaba es que estos líderes religiosos estaban bien conectados en las altas esferas. No sólo entre las masas estadounidenses había una propensión a creer en la verdad bíblica, sino también entre los poderosos de los Estados Unidos, algo que no es raro si se considera que, fiel a su antigua herencia puritana, Estados Unidos se ha visto siempre como la "Nueva Israel". No en balde, cuando John Smith escribió su Libro de Mormón, predicó que las Diez Tribus Perdidas de Israel habían llegado a América. Estos no fueron sólo los desvaríos de un individuo singular, sino que dicha creencia, de que Estados Unidos es heredera del Pueblo Elegido, es ampliamente compartida por grandes sectores de la ciudadanía.

Desde este punto de vista, no es raro que los cristianos de Estados Unidos hayan visto un gran rebote, y de haber estado sepultados en el fondo durante el gobierno de Ronald Reagan, hayan llegado a ascender tan alto, que a la vuelta de unos veinte años consiguieron elegir a su propio Presidente: George W. Bush.

EL GOBIERNO RELIGIOSO DE GEORGE W. BUSH.

Dejando aparte el tema del fraude electoral que encumbró a George W. Bush a la Casa Blanca, lo cierto es que su llegada tiene mucho que ver con la filiación de su padre con la CIA y con los grupos neoconservadores, y por supuesto con organizaciones masónicas como por ejemplo Skull & Bones. Por otra parte, el mismísimo George W. Bush es y se presenta a sí mismo como un cristiano renacido. Algún día hablaremos sobre la mentalidad de los fanáticos neoconversos, pero en general podemos señalar aquí que un neoconverso tenderá siempre a mostrar mayor fanatismo que los conversos de antigua data, porque ellos ya tienen los pergaminos que los acreditan como creyentes, mientras que los neoconversos deben borrar las huellas de su pasado pecador. De ahí la peculiar mentalidad de George W. Bush, que divide al mundo entre "nosotros y ellos", los "buenos y los malos", con una naturalidad tan pasmosa. Esta mentalidad no construye por sí misma un gobierno que pueda ser calificado de incompetente, pero sí que ayuda a socavar la autocrítica necesaria para cambiar de rumbo cuando las cosas van mal.

En George W. Bush es posible ver, llevado a su extremo, el cómo la religión, al ser un sistema totalizante de ver la realidad, puede reemplazar la ciencia y el raciocinio empírico, y en definitiva, suprime incluso la necesidad de pensar. Cuando Estados Unidos fue puesto bajo ataque por Al Qaeda, en vez de intentar resolver el problema multilateralmente, optó por atacar primero a Afganistán y luego a Irak. Lo importante aquí no es que lo haya hecho con o sin pruebas, o lo desastroso de sus resultados. Lo importante es que lo hizo en nombre no sólo de la Patria, sino también de Dios.

Sin embargo, como bien lo prueba la Biblia, a Dios le gustan los ganadores. Apenas las catastróficas políticas de George W. Bush empezaron a mostrar su fracaso, los neoconservadores empezaron a tomar distancia de él. Los neoconservadores hoy en día son más poderosos que nunca. Han llegado incluso al extremo de abrir un Museo de la Creación para defender al Creacionismo, y lo hicieron con un presupuesto bastante holgado. Pero han dejado caer al antiguo favorito de Dios, quien no parece darse cuenta de que su propia gente lo está abandonando.

LAS ELECCIONES DEL 2008.

Se da entonces la paradoja de que, para las elecciones del 2008, Estados Unidos simplemente no reeditaría el gobierno de Bush y todos los candidatos se marginan de él. Sin embargo, en el fondo, los estadounidenses siguen siendo buenos cristianos, signifique lo que signifique eso, y se niegan a darle la espalda a la religión. Ningún candidato podría seguir adelante en su carrera a la Presidencia si rechazara a Dios. Hace apenas algo menos de medio siglo que asumió el primer Presidente de Estados Unidos no protestante de la Historia (John F. Kennedy en 1960, quien era católico), pero aún no le llega al turno a un judío, y menos a un musulmán. Y no será en 2008 que tal cosa sucederá. La única diferencia es que los demócratas, por su base de apoyo, pueden permitirse un poco más de prescindencia con respecto al tema, mientras que los republicanos, para seducir al ala dura de su partido, deben mantenerse duros en varios temas polémicos (aborto, eutanasia, experimentación con células madre, etcétera).

Podríamos decir que el tiempo habrá de decir qué sucederá. Sin embargo, el panorama se muestra monótonamente previsible al respecto. Durante un buen tiempo, debido al peculiar carácter de Estados Unidos y a la formación de sus habitantes en la Doctrina del Destino Manifiesto, Estados Unidos seguirá considerándose una nación mesiánica sobre la Tierra. Y podemos tener la seguridad de que su próximo Presidente, sea demócrata o republicano, no conseguirá quebrar tales convicciones, y lo más probable es que ni siquiera lo intente.

13 mayo 2007

MARX Y EL COMUNISMO: LA RELIGIÓN PARA ACABAR CON TODAS LAS RELIGIONES.

Debido a su proyección posterior, Karl Marx es sin duda uno de los más importantes filósofos de Occidente. En él se inspiró Lenin y los bolcheviques para tratar de crear una nueva sociedad. Los comunistas se declaraban oficialmente ateos, porque según ellos, la religión era un instrumento de la clase dominante para oprimir al proletariado. Y sin embargo, el comunismo bebe de las arcanas corrientes de la religión judeocristiana. El Ojo de la Eternidad viaja al corazón de la antigua Unión Soviética para descifrar las claves religiosas del comunismo.


[IMAGEN SUPERIOR: Afiche con la figura de Vladimir Lenin, fundador de la Unión Soviética. Aunque la antigua URSS era oficialmente atea, el comunismo fue enormemente proclive al "culto de la personalidad"].

EL SUSTRATO DE MARX.
Aunque el comunismo se transformó en un proyecto político viable durante la Revolución Rusa, en 1917, los antecedentes más remotos deben ser rastreados hasta Karl Marx, un economista y filósofo alemán de ascendencia judía, que vivió en el siglo XIX. Marx tuvo una activa participación en política, pero a raíz de la Revolución de 1848, que prendió en toda Europa y fue una maraña de reivindicaciones nacionalistas y sociales, y que finalmente fracasó, debió exiliarse en Londres. Allí escribió su obra clave, "El capital". Aunque es una obra filosófica y económica mediocre, en definitiva "El capital" le dio sustento a algunas ideas socialistas un tanto desperdigadas, dándoles al mismo tiempo un sólido fundamento religioso, revestido con las apariencias de una investigación científica. Es decir, tenía todo lo necesario para convencer a una sociedad como la del siglo XIX, anhelante de religión debido al enorme descrédito en que había caído la Iglesia Católica, pero demasiado racional como no confiar en otra cosa que no fuera la ciencia.
En apretada síntesis, Marx expone una teoría de la historia que se basa en la noción de superestructura económica. En la época estaba de boga el idealismo de Hegel, según el cual la historia evoluciona hacia el final de los tiempos, al encuentro del Absoluto, por medio de un proceso dialéctico en que una fase histórica derriba a la anterior y evoluciona "un peldaño hacia adelante". Marx tomó estos conceptos hegelianos, pero abandonó su idealismo, y decidió centrarse en la Economía, con la esperanza de encontrar base para sus postulados en el discurso científico. Dio así con la mentada superestructura económica. Según Marx, no son las ideas las que evolucionan, sino las superestructuras económicas. O mejor dicho, las ideas avanzan porque lo hace la economía. Por eso, al Marxismo se lo llama "materialismo dialéctico": materialismo como opuesto a "idealismo" (las ideas filosóficas son anteriores a la materia) y dialéctico porque rescata la vieja dialéctica hegeliana.
La superestructura económica es, en definitiva, la manera en que se organizan los medios de producción. Sucede que los propietarios de los medios de producción siempre intentan abusar de los trabajadores, y de ahí las sucesivas sociedades esclavistas, feudal e industrial moderna. Cada fase económica genera sus propias contradicciones que prepararán su derribo, para la llegada de la fase siguiente. He aquí entonces el elemento dialéctico. Quedan entonces dos opciones: sostener que eso seguirá así hasta el infinito, o bien que parará en alguna parte. Y aquí, Marx da el gran salto.

LA ÉTICA MARXISTA.
Marx sigue una jugada filosóficamente tramposa para solucionar este embrollo. Sostiene que la ganancia generada por el capital ("plusvalía" o mayor valor de los bienes usados para producir) le pertenece a los trabajadores, porque es el fruto de su trabajo, pero al quedársela la empresa, ésta le roba a los trabajadores. Suena lógico, de no ser porque esconde una falacia, una de las más viejas de todas: la falacia naturalista. Simplemente, Marx ha dado el gran salto desde lo que es hasta lo que debe ser. Una cosa es que la empresa genere mayor valor sobre los productos que manufactura. Otra distinta, que eso sea éticamente condenable. Lo primero pertenece al dominio de la ciencia, de lo que es. Lo segundo, al dominio de la ética, de lo que debería ser. Y como lo que debe ser es la especialidad de las religiones, estamos a un paso de la religión.
Sostiene Marx que el final del proceso histórico se producirá cuando desaparezcan las clases sociales. Para eso, primero el proletariado debe imponerse a los dueños del capital, por medio de una revolución, y generar la dictadura del proletariado. Una vez que estén igualadas todas las clases sociales, vendrá el paraíso comunista, se detendrá la Historia, y la sociedad será por fin feliz.
Todo lo cual suena, por supuesto, a religión.

LA FUENTE JUDEOCRISTIANA DEL MARXISMO.
Una somera comparación entre el marxismo y el judeocristianismo deja bien en claro que el primero no es más que una versión del segundo, descafeinada y con un fuerte contenido economicista. O sea, es una especie de cristianismo agnóstico y economicista.
En primer lugar, tanto el judeocristianismo como el marxismo sostienen una visión teleológica de la historia: la historia no se queda quieta ni da vueltas sin sentido, sino que se dirige hacia alguna parte. En segundo lugar, ambos tienen una fuerte base ética de condena contra los ricos y bendición para los pobres (en teoría, al menos). En tercer lugar, ambos sostienen la llegada de una violenta revolución final, llámese Juicio Final o dictadura del proletariado, como fase previa antes del advenimiento de un Paraíso Terrenal que representa el final de la historia. En cuarto lugar, aunque no existe Dios en el pensamiento marxista, es sintomático que aparece una fuerza natural de poder incontrarrestable, la "necesidad histórica", que al igual que Dios, es todopoderosa y dirige a las personas hacia sus fines, lo quieran o no.
¿Cómo llegó esta semilla de judeocristianismo hasta el marxismo? Como ya señalamos, Marx era de familia judía, y eso puede ser una influencia. Sin embargo, también Marx tomó muchos conceptos y nociones de la filosofía de su antecesor Hegel, quien antes de ser filosófo... estudió Teología. Todo se conecta. A su vez, Hegel fue filósofo de la primera generación posterior a la Revolución Francesa. Es decir, Hegel tuvo que afrontar el reto filosófico de crear toda una nueva escuela de pensamiento que pueda reemplazar al cristianismo, bruscamente desacreditado después de los eventos de 1789.

LA SUERTE POSTERIOR DEL MARXISMO.
La verdad es que de no ser por la casualidad, el marxismo hubiera quedado en el cajón de sastre de las filosofías curiosas del siglo XIX. En la época de Marx, existía un agudo problema social de concentración de la riqueza en un puñado de industriales, a costa de extensos sectores de obreros. El socialismo no lo inventó Marx, sino algunos pensadores anteriores a quienes Marx llamó "utópicos" para desprestigiarlos. Tampoco el "socialismo científico" de Marx fue el último, porque vinieron otras escuelas de pensamiento de carácter socialista, incluyendo la llamada "Doctrina Social de la Iglesia" o el "socialismo fabiano" a la inglesa. Las Internacionales de obreros tomaron forma bajo el pensamiento de Marx, pero pronto se separó en una Internacional Socialista y una Anarquista. Incluso el nombre de "comunismo" nada tiene que ver con Marx o con la comunidad de bienes que debería predicar el comunismo, sino con la Comuna de París, una violenta sublevación popular que se produjo en dicha ciudad el año 1871, como respuesta a la desastrosa guerra de Francia contra Alemania (esta Comuna, dicho sea de paso, fue violentamente aplastada después de una cortísima vida).
Pero el marxismo tomó cuerpo en el Imperio Ruso, siendo adoptado por los bolcheviques bajo el nombre de comunismo. A diferencia de Occidente, en donde los ideales de la Revolución Francesa impulsaban a la democracia, en Rusia existía una fuerte vena autoritaria, y esto favoreció los planes comunistas. Así, el comunismo se hizo del poder, liquidó al Imperio Ruso, creó en su lugar a la Unión Soviética (1917), y después trató de difundir el comunismo como un dogma a lo largo y ancho del globo.
Porque eso era, en definitiva, el comunismo: un dogma de fe. Dogma de fe basado en la creencia de la filosofía de Karl Marx, y el autoconvencimiento de que la Unión Soviética era la dictadura del proletariado. Si hubieran tenido conciencia de que el comunismo era en verdad otra religión, hubieran debido recelar de éste como recelaba Marx de todas las religiones, motejándolas de "opio del pueblo". Sólo así se explica la terquedad de la Unión Soviética en seguir políticas económicas que, según análisis más avanzados, recientes y perspicaces que los de Marx, estaban condenadas al fracaso. El resto es historia. Por ahora al menos.

06 mayo 2007

LA RELIGIÓN DETRÁS DE MÁTRIX.

Uno de los más importantes hitos fílmicos de los últimos años es la película "Mátrix", que dio origen a dos secuelas, un puñado de cortos animados, videojuegos, y mercadishing diverso, además de popularizar definitivamente el concepto de "cyberpunk". Parte importante de la popularidad del filme devenía también de ser una película "profunda", en el sentido de filosofía y religión. El Ojo de la Eternidad se dedica a explicar las claves religiosas y filosóficas detrás de la creación de los hermanos Wachowski.


[ILUSTRACIÓN SUPERIOR: Afiche de la película "Mátrix"].

LA IRRUPCIÓN DE MÁTRIX.
Para finales del siglo XX, la idea de un ciberespacio en donde estuvieran conectados hombres y máquinas era algo corriente en los círculos de la ciencia ficción, al menos desde la novela "Neuromante" de William Gibson (1984), pero para el mainstream seguía siendo algo fundamentalmente raro. De esta manera, aunque los hermanos Wachowski tenían hace años el concepto de "Mátrix", no consiguieron financiamiento para llevarla al cine hasta conseguir un éxito anterior, que convenciera a los estudios Warner de invertir en un proyecto que para los productores de la época sonaba como algo raro, por decir lo mínimo.
"Mátrix" tuvo éxito fundamentalmente porque contribuyó a popularizar conceptos que existían desde mucho antes, cuales eran la realidad virtual o la fusión entre hombre y máquina, y además conectó bien con el sentimiento de cambio de siglo, de que cosas grandes venían, quizás el fin del mundo, y por tanto, había llegado la hora de replantearse los viejos problemas filosóficos de siempre: ¿qué es el hombre?, ¿tiene la existencia algún sentido?, ¿tenemos libre albeldrío?, ¿y si el mundo fuera una ilusión? Lo cierto es que estas cuestiones, lejos de ser novedosas, habían sido explotadas ya hasta la saciedad antes. Lo que hizo "Mátrix" fue actualizarlas a un lenguaje cyberpunk. A continuación exploraremos cuáles son estas fuentes.

LA HISTORIA.
Videojuegos y material aparte, el núcleo duro de la mitología Mátrix lo conforman tres películas: "Mátrix", "Mátrix recargado" y "Mátrix revolutions". No es éste el lugar para pronunciarse sobre su calidad en cuanto filmes, ni para explicar las circunstancias de cada una, pero sí conviene hacer un esbozo de la trama general, en particular porque al ser concebidas la segunda y tercera con independencia de la primera, y francamente para aprovechar el negocio y convertirlo en franquicia, presentan algunas incoherencias desde el punto de vista mítico, que es necesario explicar.
El protagonista, Thomas Anderson, es un aburrido empleado de oficina que tiene una segunda vida como Neo, un avezadísimo hacker que es un día secuestrado por unos hombres de negro comandados por el Señor Smith. Pronto, Neo aprende que estos hombres de negro tienen la misteriosa capacidad de torcer la realidad. Es rescatado por dos agentes enemigos de los primeros, llamados Morfeo y Trinity, quienes le explican que nuestra realidad no es tal, sino una ilusión generada por una supercomputadora en un futuro postapocalíptico. Morfeo y Trinity convencen a Neo para saltar a la otra realidad, convencidos de que Neo es el Elegido, que según una antigua profecía deberá librar a los seres humanos del dominio de las máquinas. Neo descubre que, en efecto, dentro de la Mátrix, la ilusión creada por la supercomputadora, tiene grandes poderes, pero esto lo lleva a encontrarse con otros entes, como por ejemplo el Oráculo, el Merovingio o el Arquitecto, aprendiendo de ellos sucesivas revelaciones sobre el mundo en que vive. Finalmente, la supercomputadora emprende el asalto decisivo contra Sion, la última ciudad libre de los humanos, razón por la cual Neo tendrá que jugarse el todo por el todo, sacrificando incluso su vida, para derrotar a las máquinas. El resultado final del sacrificio de Neo es la restauración del balance, ya que el peor de los males, el descontrolado agente Smith, es destruido junto con él, mientras que las dos principales fuerzas del universo de Mátrix, el Oráculo y el Arquitecto, regresan a un incómodo equilibrio, a la espera de volver a medir fuerzas otra vez.
En este apretado resumen no hemos podido dar cuenta de algunas incoherencias varias de la trama, pero sí salta a la vista algo fundamental. La principal inspiración de Mátrix no es la teología cristiana, ni tampoco como muchos sugieren la filosofía oriental (Hinduismo, Mahayana), sino una antigua tradición religiosa llamada Gnosticismo.

EL GNOSTICISMO CYBERPUNK.
Antiguamente, en la época del Imperio Romano, hubo un período inusitado de paz y tranquilidad política y militar, que permitieron el libre intercambio de ideas filosóficas y religiosas desde Roma hasta la India. El fruto más representativo de este flujo de ideas fue el Gnosticismo. A pesar de que hemos hablado de éste en El Ojo de la Eternidad, es bueno hacer un repaso. El Gnosticismo predica la existencia de múltiples emanaciones, desde una realidad suprema, hasta la materia pedestre, y cada realidad más cercana a esa realidad suprema es progresivamente más "buena" o "pura" que las más alejadas y terrestres. Los detalles del mapa varían notablemente porque los gnósticos no fundaron una iglesia, sino que introducían elementos a discreción, según sintieran predilección por el Cristianismo, el Judaísmo, el Mahayana, el Mitraísmo o la Filosofía Griega.
Esta idea está bien presente en Mátrix. Que el universo real es una ilusión, es una idea que los gnósticos importaron desde Oriente. Que por sobre esa ilusión hay una serie de dioses y demonios, también. En Mátrix hay varios niveles de realidad, incluyendo un "infierno cristiano" inserto bajo el ropaje del Merovingio. Este personaje, de reminiscencias de un pueblo tan "hereje" como es el de los franceses, tiene una esposa que se llama Perséfone, igual que la esposa del dios infernal Hades en la Mitología Griega.
Frente a la cuestión de si existe un Satán o no, este rol está repartido en dos: el Agente Smith por un lado, y el Merovingio por la otra. Esto no parece tener base teológica o mitológica alguna, sino que representa una mera contradicción entre la primera película y sus dos secuelas, porque no hay alusión alguna al Merovingio en la primera, y en las secuelas, el Agente Smith varía profundamente su rol, de ser un villano puro y simple, a ser una verdadera némesis de toda la creación cibernética. He aquí entonces una de las inconsistencias más profundas de la película, ya que el Merovingio presenta todas las características del Satán cristiano, incluyendo el ser presentado como uno de los primeros "habitantes" de Mátrix, además de un infierno personal diseñado como una versión moderna del descrito por Dante Alighieri o John Milton. Sin embargo, el Merovingio no se caracteriza por ser el opuesto del villano, como Satán lo es de Cristo, sino por poseer información clave y privilegiada sobre la creación. Es decir, el Merovingio no se parece al Satán "adversario" del cristianismo, sino al Satán "portador de la luz" del gnosticismo y ciertas sectas masónicas y satánicas modernas.
La función de ser el antagonista y el destructor de mundos, propia del Satán cristiano, no le cabe sin embargo al Merovingio, sino al Agente Smith. En ese sentido, el Agente Smith puede ser perfectamente identificado como descendiente de criaturas bestiales de enorme poder destructivo, como el Tifón de la Titanomaquia griega, la serpiente Tiamat de la Mitología Babilónica, el dios Set del mito de Osiris, el Leviatán del Antiguo Testamento, o la Bestia del Apocalipsis. La función de todos ellos es portar el caos y la destrucción, al revés del héroe, cuya misión es llevar o restaurar el orden del universo, y por tanto no es el Merovingio el verdadero Satán, en el sentido que el cristianismo le asigna a este personaje, sino el Agente Smith.
El Arquitecto, por su parte, es una clarísima alusión al Gran Arquitecto del Universo, el dios abstracto y filosófico predicado por la Masonería. Al igual que éste, el Arquitecto es hiperracional y ve todo en función de la lógica. Pero curiosamente, a través de su peculiar relación con el Oráculo, resalta su condición de "dios masculino" y de Señor de la Creación, muy en consonancia con el rol del Yavé bíblico como "Adonai" ("Señor"). Así, el Arquitecto es también un portador de destrucción, al igual como el Yavé bíblico es el "Señor de los Ejércitos". Lo dejaremos hasta aquí por ser un poco largo de explicar, pero para el interesado en profundizar sobre esta peculiar manera de ver a Dios, le recomendamos leer el primer capítulo del Libro de Job, que describe a Dios no como el señor tribal cercano a su pueblo que vemos en el Génesis o el Exodo, que habla cara a cara con Abraham y Moisés, sino como un Emperador de todo lo Creado, rodeado de una nube de cortesanos, absolutamente inaccesible, y que no actúa personalmente, sino que lo hace a través de agentes que obran según su voluntad. Quedará pendiente explorar la relación de esta visión de Dios en la Biblia (el llamado "Anciano de los Días") con el Gran Arquitecto del Universo, para un futuro artículo de El Ojo de la Eternidad.
El Oráculo, por su parte, es una abstracción de la deidad femenina genérica antigua, la Gran Diosa Madre, y sirve de guía al protagonista del mismo modo en que Beatriz guía a Dante por el Paraíso, en la "Divina Comedia". En última instancia, la propia idea de la Matrix ("matriz", en inglés, que puede bien interpretarse en el sentido de "útero") insinua la idea de un eterno femenino que envuelve la totalidad de la realidad, igual como otras diosas femeninas lo hacían en religiones antiguas. En el Antiguo Egipto esto es muy gráfico, gracias a la diosa de la justicia, Ma'at, o a la diosa del cielo, Nut, y algún resabio queda de eso en el cristianismo, en la imagen de la Virgen María cuidando a sus fieles desde el cielo.

EL ELEGIDO.
Por supuesto que una trama de redención no tiene sentido sin un redentor, y Neo cumple este papel. Sin embargo, a pesar de ser un clásico "héroe solar" o Sonnenmensch, y presentar varios de los rasgos propios de éstos, el ambiente gnóstico impone algunos matices. El principal de ellos es la idea del eterno aprendizaje y sucesivas purificaciones que Neo debe afrontar, lo que emparenta al personaje con los rituales propios de la Masonería que, por supuesto, son heredados directamente del antiguo Gnosticismo, como hemos dicho ya en El Ojo de la Eternidad.
Para empezar, dentro del "mundo real" (la Mátrix, deberíamos decir) aparece Neo como un héroe de nacimiento virginal, ya que no se muestra o hace alusión en ningún minuto a su madre, su padre o su familia. Su familia es "celeste", ya que la componen las presencias "superiores" de Morfeo y Trinity, como "padre" y "madre", con quienes entabla una relación de tríada familiar divina, pero también un aprendizaje iniciático con un Maestro (Morfeo), un Vigilante (Trinity) y un Aprendiz (Neo).
Pero a su vez, al llegar a ese nivel superior, Neo descubre niveles todavía superiores, y esta familia celeste pasa a ocupar el lugar de familia terrestre (con Neo como héroe de nacimiento virginal otra vez, puesto que no tiene vínculos de sangre con Morfeo o Trinity), y adquiere una nueva familia celeste, conformada por el Arquitecto como padre y el Oráculo como madre, algo bien evidente en la escena final que cierra la trilogía (ahora el Arquitecto pasa a ser el Maestro, el Oráculo toma el rol de Vigilante, y Neo sigue siendo el Aprendiz).
Esta estructura en tríada es característica de muchos dioses orientales, como hemos dicho, y Jesucristo no escapa a ella, ya que presenta dos tríadas, al igual que Neo, una terrena (José, María y Jesús) y una celeste (Padre, Hijo, Espíritu Santo).
También es bien visible la relación ambigua que el héroe sostiene con los personajes femeninos, que son a su vez madre y amante del protagonista, lo que es algo propio del héroe solar, como evolución que es del Dios Muriente al servicio de una Gran Diosa Madre, como hemos explicado latamente en posteos anteriores. Con Trinity, ella obra como madre al darle la vida simbólicamente, pero también como amante (aunque, y esto es algo que rompe con la continuidad mítica, muere ella en vez del héroe, que resulta transfigurado en algo superior). Con el Oráculo, la relación de madre a hijo es bien clara, mientras que la relación de amante es mucho más sutil, y está sublimada a través del servicio que Neo le presta al Oráculo, a la manera del caballero andante que corre peligros diversos por ganar y ser merecedor del amor de su dama.
Y en definitiva, el sacrificio del héroe solar lleva a la restauración del orden cósmico que de alguna manera ha sido roto. En este caso sí conviene traer a colación al Hinduismo, ya que éste es el argumento exacto del Ramayana, poema épico hindú que parte con la rebelión del demonio Ravana contra los dioses, y la encarnación del dios Visnú en el príncipe Rama, encarnación que le permitirá vencer a Ravana y restaurar el status quo.
En ese sentido, "Mátrix" perpetua en ropaje moderno y computacional todos aquellos tópicos que ya eran viejos en las religiones cuando advino el Gnosticismo, en tiempos del Imperio Romano, y como predeciblemente seguirá ocurriendo, en tanto el ser humano siga siendo lo que es, y por tanto siga necesitando de religiones para creer y seguir adelante.