09 septiembre 2007

TRAS LA BIBLIA (4): CAÍN Y ABEL (GÉNESIS 4).


El cuarto episodio del Génesis refiere la historia de los hijos de Adán, incluyendo a los célebres Caín y Abel. Caín y Abel se dedican a actividades distintas. Caín se hace agricultor. Abel, por su parte, se hace pastor. Resulta que Yahveh miraba con agrado que le sacrificaran carne y grasa, y le molestaba que le sacrificaran granos, por lo que favorecía a Abel sobre Caín. Por lo que Caín, llevado por los celos, embosca a Abel y lo mata. Al ser confrontado por Yahveh, Caín se ve obligado a emigrar, fundando la primera ciudad. Los descendientes de Caín van fundando progresivamente la civilización: Jabal es padre de los ganaderos, Jubal de la música, Tubalcaín de la forja de metales. El capítulo culmina con la mención del nacimiento de Set, el tercer hijo de Adán y Eva, al cual después vino otro hijo, Enós (que no es el Enoch secuestrado por Yahveh, quien aparece un poco más allá).

Este relato ha originado varias dificultades, en particular porque durante mucho tiempo abonó la posibilidad de la existencia de los "preadanitas", ya que si Adán y Eva eran los primeros progenitores, ¿de dónde salieron las esposas de Caín y Set...? Las leyendas hebreas clásicas lo explicaban diciendo que Caín había tenido relaciones sexuales con Lilith, una mujer demonio, y que de la unión de ambos descendería el género humano, lo que de paso explicaría la naturaleza al menos medio maligna de los humanos. Sin embargo, dicha tradición no fue recogida en la Biblia. Este debate está hoy por hoy superado, claro está, ya que se sabe que los seres humanos no descienden de un mítico Caín que habría vivido hace 6000 años, sino de los primates que vivían en Africa hace unos 20 o 25 millones de años, por medio de un proceso de evolución gradual y de selección natural, y no por acto de creación divina.

Volviendo a la Biblia, la comprensión de este texto es difícil porque su intencionalidad se nos escapa. Hay un eco de la disputa entre ganaderos y agricultores aquí. El agricultor requiere una existencia sedentaria y tiende a poner cercas a sus terrenos. El ganadero es nómade, o seminómade al menos, y las cercas le estorban para llevar su ganado. Históricamente, los ganaderos tienden a ser arrinconados por los agricultores, porque al ser sedentarios, pueden acumular riquezas que se traducen en armas y hombres para la guerra. En el relato bíblico, es Caín el agricultor quien vence a Abel el pastor, y como consecuencia, funda la civilización (él y sus descendientes). Pero a su vez, todo esto es visto como un castigo de Yahveh por el asesinato de Abel. O sea, los "malos" fundan la vida en civilización, y el "bueno" es el pastor... Es posible que esto tenga algo que ver con el hecho de que los primeros hebreos eran precisamente pastores, probablemente salidos del Desierto de Arabia, y que este relato sea una versión de una leyenda aún más antigua. La idea de la civilización como castigo conecta bien con el bíblico "ganarás el pan con el sudor de tu frente", que el Yavista ha puesto en boca de Yahveh dirigiéndose a Adán. (Génesis 3:19).

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