LO GÓTICO.
En el último tiempo, para espanto de los grupos reaccionarios, la moda de lo gótico se ha impuesto en el cine, la televisión, las historietas, la música, e incluso en la forma de vestir de las personas. ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Cuál es la atracción de lo gótico? ¿Hay relación entre lo gótico y lo satánico? El Ojo de la Eternidad aborda este nuevo fenómeno social, para entender su mentalidad y ofrecer algunas respuestas.
[IMAGEN SUPERIOR: La actriz inglesa Jan Anderson, caracterizada como una vampiresa].
¿QUÉ ES LO GÓTICO?
La expresión "gótico" ha experimentado tantas mutaciones a lo largo del tiempo, que realmente es complicado entender de qué se habla. "Gótico" es la Catedral de Chartres, el "Frankenstein" de Mary Shelley, el "Drácula" de Bram Stoker, la música de Black Sabbath o las modernas fiestas de Halloween. Es decir, dentro de lo gótico se junta una mezcolanza de elementos propiamente góticos, neopaganos, vampíricos, decimonónicos, religiosos, satánicos, etcétera.
En su estricto sentido histórico, "gótico" es lo que tiene que ver con los godos, un pueblo escandinavo que en siglo II se instaló en Ucrania, en el III tomó por asalto el Imperio Romano, en el IV se instaló en él, y en el V se dividió en dos pueblos, los ostrogodos que conquistaron Italia (y fueron barridos de allí por los bizantinos), y los visigodos que conquistaron España y se quedaron hasta ser aniquilados por los árabes en 711. Pero lo que habitualmente se asocia a lo gótico, tiene poco que ver con dicho pueblo. En el Renacimiento, los artistas se sentían partícipes de un fenómeno cultural nuevo, y miraban con desprecio a la Edad Media, cuyas realizaciones artísticas calificaron de "góticas" como una manera de mostrar su desprecio hacia las mismas (era equivalente a llamarlas "bárbaras"), con tanto éxito que hasta el día de hoy seguimos hablando de "arte gótico" para referirnos a él, aunque ahora sin esa carga peyorativa que le pusieron encima de los renacentistas.
En el siglo XIX, lo "medieval" fue puesto de moda otra vez, esta vez por el movimiento romántico. No importaba mucho que la Edad Media evocada por el Romanticismo no fuera la de verdad, sino una visión idealizada y neopagana de la misma. De ahí que la palabra "gótico" se tiñó de un aura de melancolía y oscuridad, que conserva hasta el día de hoy. Asociamos hoy en día lo gótico a cosas decimonónicas como Frankenstein, Drácula, la maldición de la momia, las investigaciones de Sherlock Holmes, el Fantasma de la Opera, y un largo etcétera. Todo este material es, hoy en día, fuente de inspiración para el movimiento gótico actual.
MÚSICA GÓTICA.
Una nueva resurrección de la moda gótica comenzó hacia comienzos de la década de 1990. Y una parte importante de ella procedía desde el ámbito de la música. Fue en dicha época cuando explotó la iconografía gótica, aunque sus antecedentes pueden rastrearse hasta tan atrás como la música de Black Sabbath, banda que estaba en activo ya en los comienzos de la década de 1970.
Hablar de "música gótica" es como hablar de "música pop", un continente sumamente amplio en donde caben muchas cosas distintas: el metal crudo y primitivo (pero seminal) de Black Sabbath, los arrebatos operáticos de Therion, el sonido "power" de Nightwish, el black metal de Venom o de Emperor, el rock oscuro de H.I.M., y muchas otras cosas. El denominador común a toda esta música "gótica" es el amor por la oscuridad y las tinieblas, un cierto sentimiento de melancolía existencialista ante la vida.
Algunas de estas bandas se asocian al satanismo. Muchas de ellas son directamente satánicas. Sin embargo, el satanismo de muchas letras (como por ejemplo Dimmu Borgir o Emperor) tiene más que ver con una visión cosmológica dualista (un poco en la línea de los cátaros o de los románticos), con Satán como principio de sabiduría en el mundo, que con la visión directamente cristiana de Satán como símbolo del Mal. En ese sentido, acusar a los góticos de satánicos puede ser cierto desde un aspecto formal, y eso hasta cierto punto, pero condenarlos sin más por eso implica un grado de ignorancia supina sobre la verdadera propuesta de la música gótica que se inscribe en dicha línea. (Por si se lo están preguntando, una banda como Deicide no es considerada dentro del movimiento gótico propiamente tal, sino dentro de la corriente "prima hermana" del Death Metal).
Como suele ocurrir con todas las tribus musicales, la música gótica lleva adscrita consigo un determinado tipo de vestimenta, lo que ha contribuido poderosamente a popularizar su estética negra y simplista.
LA MODA GÓTICA.
A partir del 2000, y muy en particular desde el disco "Fallen" de Evanescence (del 2003), la moda gótica se popularizó entre las masas. Aunque es demasiado prematuro para llegar a conclusiones definitivas, puede asociarse esto como un síntoma de rebeldía contra las religiones establecidas. En la primera década del siglo XXI hemos asistido a un endurecimiento de los fundamentalismos, reflejados en que las personas más mediáticas en la alta política mundial son fanáticos religiosos como George W. Bush, Benedicto XVI, Osama Bin Laden, etcétera, lo que tiene que llevar por tanto a un endurecimiento de su movimiento de respuesta, en este caso, la oscuridad gótica. De esta manera, muchos que adscriben a la moda gótica no lo hacen tanto por compartir los ideales o la mentalidad gótica (de hecho, es altamente probable que la mayoría ni siquiera entienda de qué se trata el movimiento), como por encontrar cauce abierto ante un mundo que, una vez más, trata de ofrecer respuestas preformadas para todo, por la Gracia de Dios.
Irónicamente la moda gótica, aunque "retro" (intenta refugiarse en la Edad Media, el romanticismo, etcétera), recibió un poderoso impulso de una película cyberpunk como es "Mátrix". La estética fetichista de "Mátrix" es, en cierto aspecto, gótica, y el tema principal (el vampirismo de las máquinas por sobre los seres humanos) es también un tópico muy gótico. Para colmo hay al menos un sustrato discursivo común: el Gnosticismo, tema muy caro a los escritores de letras de bandas góticas, y también muy presente en "Mátrix". Con posterioridad ha llegado una avalancha de películas que toman aspectos de la estética de "Mátrix", en entornos directamente góticos, o bien haciendo referencias a tópicos góticos, tales como "Inframundo" (de la que viene una secuela en 2006: "Inframundo: Evolución"), "Desde el infierno", "La Liga de los Caballeros Extraordinarios", "El Fantasma de la Opera", etcétera.
En forma paralela, para la televisión, Joss Whedon creó una serie capital para el movimiento gótico: "Buffy la Cazavampiros". Más allá de la discutible calidad de sus argumentos, lo cierto es que la atmósfera desesperanzada y melancólica que rodea a los personajes, es indiscutiblemente gótica, muy diferente a realizaciones más "luminosas" como, por buscar un ejemplo de serie juvenil contemporánea, "Dawson Creek".
Por todo lo cual, es posible decir que lo gótico llegó para quedarse. ¿Como una tribu urbana más, al lado de los punkies, los hippies y los rastas? Probablemente. Como siempre, habrán góticos que se tomen el asunto en serio, y otros que estén en el movimiento por la moda. Pero siempre ha sucedido que una contracultura que refleje adecuadamente las preocupaciones de una época, gravita hacia el centro cultural de la misma y deja de ser precisamente eso, contracultural. Quizás lo gótico haya dejado de ser "alternativo" o "rebelde" porque, después de todo, puede que vivamos en una época que en sí misma tiene mucho del espíritu melancólico de los góticos.
La expresión "gótico" ha experimentado tantas mutaciones a lo largo del tiempo, que realmente es complicado entender de qué se habla. "Gótico" es la Catedral de Chartres, el "Frankenstein" de Mary Shelley, el "Drácula" de Bram Stoker, la música de Black Sabbath o las modernas fiestas de Halloween. Es decir, dentro de lo gótico se junta una mezcolanza de elementos propiamente góticos, neopaganos, vampíricos, decimonónicos, religiosos, satánicos, etcétera.
En su estricto sentido histórico, "gótico" es lo que tiene que ver con los godos, un pueblo escandinavo que en siglo II se instaló en Ucrania, en el III tomó por asalto el Imperio Romano, en el IV se instaló en él, y en el V se dividió en dos pueblos, los ostrogodos que conquistaron Italia (y fueron barridos de allí por los bizantinos), y los visigodos que conquistaron España y se quedaron hasta ser aniquilados por los árabes en 711. Pero lo que habitualmente se asocia a lo gótico, tiene poco que ver con dicho pueblo. En el Renacimiento, los artistas se sentían partícipes de un fenómeno cultural nuevo, y miraban con desprecio a la Edad Media, cuyas realizaciones artísticas calificaron de "góticas" como una manera de mostrar su desprecio hacia las mismas (era equivalente a llamarlas "bárbaras"), con tanto éxito que hasta el día de hoy seguimos hablando de "arte gótico" para referirnos a él, aunque ahora sin esa carga peyorativa que le pusieron encima de los renacentistas.
En el siglo XIX, lo "medieval" fue puesto de moda otra vez, esta vez por el movimiento romántico. No importaba mucho que la Edad Media evocada por el Romanticismo no fuera la de verdad, sino una visión idealizada y neopagana de la misma. De ahí que la palabra "gótico" se tiñó de un aura de melancolía y oscuridad, que conserva hasta el día de hoy. Asociamos hoy en día lo gótico a cosas decimonónicas como Frankenstein, Drácula, la maldición de la momia, las investigaciones de Sherlock Holmes, el Fantasma de la Opera, y un largo etcétera. Todo este material es, hoy en día, fuente de inspiración para el movimiento gótico actual.
MÚSICA GÓTICA.
Una nueva resurrección de la moda gótica comenzó hacia comienzos de la década de 1990. Y una parte importante de ella procedía desde el ámbito de la música. Fue en dicha época cuando explotó la iconografía gótica, aunque sus antecedentes pueden rastrearse hasta tan atrás como la música de Black Sabbath, banda que estaba en activo ya en los comienzos de la década de 1970.
Hablar de "música gótica" es como hablar de "música pop", un continente sumamente amplio en donde caben muchas cosas distintas: el metal crudo y primitivo (pero seminal) de Black Sabbath, los arrebatos operáticos de Therion, el sonido "power" de Nightwish, el black metal de Venom o de Emperor, el rock oscuro de H.I.M., y muchas otras cosas. El denominador común a toda esta música "gótica" es el amor por la oscuridad y las tinieblas, un cierto sentimiento de melancolía existencialista ante la vida.
Algunas de estas bandas se asocian al satanismo. Muchas de ellas son directamente satánicas. Sin embargo, el satanismo de muchas letras (como por ejemplo Dimmu Borgir o Emperor) tiene más que ver con una visión cosmológica dualista (un poco en la línea de los cátaros o de los románticos), con Satán como principio de sabiduría en el mundo, que con la visión directamente cristiana de Satán como símbolo del Mal. En ese sentido, acusar a los góticos de satánicos puede ser cierto desde un aspecto formal, y eso hasta cierto punto, pero condenarlos sin más por eso implica un grado de ignorancia supina sobre la verdadera propuesta de la música gótica que se inscribe en dicha línea. (Por si se lo están preguntando, una banda como Deicide no es considerada dentro del movimiento gótico propiamente tal, sino dentro de la corriente "prima hermana" del Death Metal).
Como suele ocurrir con todas las tribus musicales, la música gótica lleva adscrita consigo un determinado tipo de vestimenta, lo que ha contribuido poderosamente a popularizar su estética negra y simplista.
LA MODA GÓTICA.
A partir del 2000, y muy en particular desde el disco "Fallen" de Evanescence (del 2003), la moda gótica se popularizó entre las masas. Aunque es demasiado prematuro para llegar a conclusiones definitivas, puede asociarse esto como un síntoma de rebeldía contra las religiones establecidas. En la primera década del siglo XXI hemos asistido a un endurecimiento de los fundamentalismos, reflejados en que las personas más mediáticas en la alta política mundial son fanáticos religiosos como George W. Bush, Benedicto XVI, Osama Bin Laden, etcétera, lo que tiene que llevar por tanto a un endurecimiento de su movimiento de respuesta, en este caso, la oscuridad gótica. De esta manera, muchos que adscriben a la moda gótica no lo hacen tanto por compartir los ideales o la mentalidad gótica (de hecho, es altamente probable que la mayoría ni siquiera entienda de qué se trata el movimiento), como por encontrar cauce abierto ante un mundo que, una vez más, trata de ofrecer respuestas preformadas para todo, por la Gracia de Dios.
Irónicamente la moda gótica, aunque "retro" (intenta refugiarse en la Edad Media, el romanticismo, etcétera), recibió un poderoso impulso de una película cyberpunk como es "Mátrix". La estética fetichista de "Mátrix" es, en cierto aspecto, gótica, y el tema principal (el vampirismo de las máquinas por sobre los seres humanos) es también un tópico muy gótico. Para colmo hay al menos un sustrato discursivo común: el Gnosticismo, tema muy caro a los escritores de letras de bandas góticas, y también muy presente en "Mátrix". Con posterioridad ha llegado una avalancha de películas que toman aspectos de la estética de "Mátrix", en entornos directamente góticos, o bien haciendo referencias a tópicos góticos, tales como "Inframundo" (de la que viene una secuela en 2006: "Inframundo: Evolución"), "Desde el infierno", "La Liga de los Caballeros Extraordinarios", "El Fantasma de la Opera", etcétera.
En forma paralela, para la televisión, Joss Whedon creó una serie capital para el movimiento gótico: "Buffy la Cazavampiros". Más allá de la discutible calidad de sus argumentos, lo cierto es que la atmósfera desesperanzada y melancólica que rodea a los personajes, es indiscutiblemente gótica, muy diferente a realizaciones más "luminosas" como, por buscar un ejemplo de serie juvenil contemporánea, "Dawson Creek".
Por todo lo cual, es posible decir que lo gótico llegó para quedarse. ¿Como una tribu urbana más, al lado de los punkies, los hippies y los rastas? Probablemente. Como siempre, habrán góticos que se tomen el asunto en serio, y otros que estén en el movimiento por la moda. Pero siempre ha sucedido que una contracultura que refleje adecuadamente las preocupaciones de una época, gravita hacia el centro cultural de la misma y deja de ser precisamente eso, contracultural. Quizás lo gótico haya dejado de ser "alternativo" o "rebelde" porque, después de todo, puede que vivamos en una época que en sí misma tiene mucho del espíritu melancólico de los góticos.
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