LA RELIGIÓN Y "LOS SIMPSONS".
"Los Simpsons" es el más, o uno de los más, longevos sitcoms de todos los tiempos, superando los 300 capítulos, y amenaza con extenderse hasta veinte temporadas. En la despiadada sátira que hacen de nuestro mundo moderno, ocupa un destacado lugar las burlas que lanzan en contra de la religión, simbolizada fundamentalmente en el reverendo Alegría... pero tampoco son exactamente una pandilla de ateos, porque Dios, o lo que haya allá arriba, se las arregla siempre para intervenir. El Ojo de la Eternidad hace un regocijante recuento sobre la religión en una de las más exitosas series televisivas de todos los tiempos.
[IMAGEN SUPERIOR: Parodia de "La Creación" de Miguel Angel, con Bart Simpson como Adán].
LOS SIMPSONS Y LA RELIGIÓN.
En el año 1990 irrumpió en la televisión una nueva e irreverente serie de televisión, que marcaría pautas y abriría un verdadero culto catódico, por su irónica y desenfadada manera de ver y apreciar el mundo, criticando todos los estereotipos propios de la sociedad yanki. Insistir en la influencia de "Los Simpsons" sería superfluo, toda vez que Bart Simpson fue incluso nombrado uno de los cien grandes personajes del siglo XX por la revista Time, en 1999.
Uno de los ejes sociales que se ha llevado más pullas por parte de "Los Simpsons", es el protagonizado por las religiones institucionalizadas, algo que no deja de ser valiente, habida cuenta de que la televisión estadounidense es tradicionalmente "miedica", a la hora de enfrentarse a la religión. El propio formato de "Los Simpsons" se presta muy bien para esto, debido a sus tres niveles de humor: por el lado del humorismo de golpe y porrazo (el nivel más básico) no hay mucho, por supuesto, pero a nivel de crítica social, "Los Simpsons" dispara cada dos por tres sus dardos contra las instituciones religiosas, encarrnadas en el personaje del Reverendo Alegría, y en un tercer nivel, el del chiste cultural metamoderno, hay una serie de guiños y referencias que apuntan no a las formas externas del rito religioso y a la hipocresía de los hombres de iglesia, sino a cuestionamientos tan básicos y vitales como por ejemplo ¿qué es una religión?, ¿existe Dios?, ¿para qué necesitamos creer en un Más Allá...?
LOS CRISTIANOS DE SPRINGFIELD.
La táctica usada por "Los Simpsons" para criticar a las instituciones, es tener un representante de éstas que acumule todos los estereotipos y clichés posibles. En el caso de la religión institucionalizada, esta misión la cumple el Reverendo Alegría (cuyo apellido es Lovejoy en el original, que se puede taducir algo así como "Amor y Alegría").
El Reverendo Alegría es un pastor protestante de tranquila y ordenada vida familiar (está casado y tiene una hija), pero que mantiene su posición a costa de no quemarse ni comprometerse con nada ni por nadie. La vida religiosa se reduce para él, a pararse cada domingo en el púlpito y proferir un sermón sobre las llameantes brasas del infierno, que de tan estereotipado ya ni siquiera asusta a sus feligreses, sino que los aburre, a pesar de lo cual éstos acuden religiosamente (nunca mejor dicho) cada domingo a escucharle, un poco por auténtico prurito religioso, y otro poco por convención social. Es bastante sintomático que los dos personajes que defienden el ir a la iglesia cada domingo (la matriarca Marge Simpson, y el vecino religioso Ned Flanders) sean los dos de intelecto mediocre, y que prefieran una vida tranquila, ordenada y poco desafiante, cómodamente encerrados en la cáscara de costumbres que son sus vidas tranquilas, ordenadas... y vacías.
La hipocresía del Reverendo Alegría se transparenta a cada minuto y en las circunstancias más diversas, pero nunca ha quedado tan de relieve como en el trato que, descubrimos, le dispensa a su hija. En el episodio "La novia de Bart", descubrimos que tiene una hija rebelde, que busca desesperadamente llamar la atención de papá. ¿Y cómo reacciona éste? En vez de tratar de entenderse con ella y dar sólido ejemplo de vida familiar, la esconde de todas las miradas de la ciudad de Springfield, enviándola a otra ciudad, y a un internado "para chicas malas". Cuando todo este montaje se descubre, se tapa los oídos y empieza a cantar himnos en voz alta, en actitud de "no veo ni oigo nada"...
Anécdotas hay muchas. En un episodio comenta, sobre su paraguas, que el suyo había sido robado en una convención interreligiosa (es decir, donde habían otros hombres de religión como él), pero que él se había desquitado robando uno a su vez... Sin comentarios. En otro, muestra como usa una máquina cuentamonedas para separar y ordenar las limosnas ("Bart vende su alma")...
Sin embargo, en defensa del Reverendo Alegría, hay que decir que el episodio "Pregúntale a Marge" revela el origen de sus cuitas. Cuando llegó a Springfield, en la década de 1970, era un reverendo "post-hippie", armado con su guitarra, y lleno de entusiasmo misionero. Pero dicho entusiasmo misionero se estrelló contra Ned Flanders, el vecino de los Simpsons, quien empezó a molestarlo con toda clase de solicitudes intrascendentes, que terminaron por aburrirlo y adocenarlo, hasta el punto de haber perdido casi por completo su antigua vocación, conservando sólo su entusiasmo por el púlpito... y los trenes de juguete.
Este Ned Flanders es, a su vez, una corrosiva caricatura del hombre de religión estadounidense. Es un hombre amable y gentil con el prójimo, pero a cada minuto se trasluce una cierta actitud de superioridad moral de jactancia inconsciente, que irrita profundamente a Homero Simpson. Intuimos que dicha sensación tiene algo que ver con su bienestar económico, porque sufre dudas y vacilaciones como cualquier ser humano cuando atraviesa por los reveses de la vida (en un episodio pierde su casa, en otro muere su esposa)... Y en particular, es un hombre tremendamente cerrado y estrecho de mente, que no es capaz de mirar la vida o el mundo más allá de la interpretación bíblica del mismo, que le proporciona a sus hijos una educación que los separa del mundo y los aisla en una burbuja, y que para colmo es constantemente abusado por Homero Simpson, debido justamente a que su apego fanático a los preceptos cristianos le hacen ser blanco indefenso de éste. En cierto sentido, Ned es el reverso del Reverendo Alegría: el Reverendo es un mal cristiano por hacer demasiado poco, pero Ned es un mal cristiano por hacer mucho, por pasarse de la raya.
En ese sentido, quizás el mejor ejemplo de cristiano en la serie sea Marge Simpson. Ella es una dueña de casa que trata de vivir la religión en su vida, defendiendo valerosamente sus ideales cristianos, pero sin darle la espalda al mundo. Para ella la religión no es un mecanismo de poder como para el reverendo Alegría, ni de autoafirmación como para Ned, sino un código de conducta que no es un conjunto de dogmas inflexibles, sino una guía o una recomendación para hacer lo correcto en la vida (aunque ella misma sea muchas veces irrazonablemente obtusa). En ese sentido, puede decirse que sigue fielmente aquel mensaje de Jesús de que "el sábado ha sido hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado". Aunque esto lo hace con mayor o menor éxito, porque a su alrededor, en realidad, la sociedad no está interesada ni comprometida ni con los valores cristianos, y con valores de casi ningún tipo, en realidad.
LAS RELIGIONES FLOTANTES.
Siendo Estados Unidos una nación eminentemente cristiana, no es raro que "Los Simpsons" cargue tanto las tintas en dicha fe. Sin embargo, fiel al concepto de "crisol de razas", hay también varias otras confesiones religiosas dando vueltas por ahí, encarnadas en diversos otros personajes.
El principal personaje judío de "Los Simpsons" es, irónicamente, el Payaso Krusty. Al igual que los cristianos de Springfield, éste vive bien de espaldas a su fe, hasta el punto que no pasó su Bar Mizbá sino hasta adulto. No es que rechace el legado religioso de su padre, un rabino talmúdico ortodoxo, es que ni siquiera se detiene a considerarlo como algo que exista en el mundo. Su principal empeño es hacer dinero con un insubstancial programa televisivo infantil, en un nada disimulado ataque contra la maquinaria audiovisual estadounidense (desde los tiempos de Samuel Goldwin hasta el actual Steven Spielberg, los judíos hacen nata en dicho medio). Su padre ha aparecido en algunos capítulos, y es un hombre en general correcto y honrado, pero también (al igual que el Reverendo Alegría, en el campo contrario), altamente intransigente.
El Hinduismo está representado por Apu, el dueño del minimarket. Procede de la India, y tiene una estatua del dios elefante Ganesha al que rinde culto... de tarde en tarde (el dios elefante Ganesha existe de verdad, no es lo han inventado para la serie, por cierto). En un episodio, un manager le pide cambiar su apellido por uno afrancesado, para promocionarlo como parte de un cuarteto vocal, a lo que replica: "es una grave ofensa para familia y mi dios... pero acepto".
El Budismo hace su aparición a través de Lisa Simpson. Durante la mayor parte de la serie, ella hace profesión crasa de agnosticismo, pero descubre finalmente su camino a través del budismo, debido justamente a que esta religión no tiene un dios personalizado ni excesivos rituales sin mayor sentido espiritual.
Aparte de ellos, Springfield ha tenido de tarde en tarde que luchar contra la aparición de ciertas sectas y grupos extraños. Así, existe una asamblea de los "magios" (una caricatura bastante desenfadada de los masones), que después de descubrir que su "Elegido" es Homero Simpson, terminan por fundar la venerable y antigua logia de... "los No Homero". Aparece también una secta que predica una vida de felicidad futura en el planeta Felicidonia, y que (¡cómo no!), demuestra ser finalmente un fraude. Dice bastante que su peor arma de ataque no sean las excomuniones ni las condenas al fuego eterno, sino... los abogados.
LA MÁS GRANDE PREGUNTA DE TODAS.
Después de todo este recorrido religioso, ¿están perdidas las almas de Springfield? ¿Se acaban sus almas una vez que mueren estos dibujitos amarillos, sin posibilidad de una vida futura?
Como en la vida real, la respuesta permanece abierta. En no pocas ocasiones, la búsqueda de evidencias sobre el Más Allá ha terminado en nada, como por ejemplo el episodio en que Lisa Simpson descubre el supuesto esqueleto de un ángel ("La escéptica Lisa"), y diversos sucesos aparentemente sobrenaturales terminan por tener una explicación perfectamente científica (científica, lo que diríamos científica, en términos "Simpsons", porque se toman la ciencia, así como el resto de las cosas, de manera bastante desenfadada).
Y sin embargo... de tarde en tarde ha aparecido Dios en persona, como una especie de superinvitado de lujo. Aunque cada vez que lo hace, suele aparecerse en sueños y delirios, de manera que esto no cuenta mucho. En algún episodio se ha insinuado que puede existir un Dios allá arriba mirándolo todo, compartiendo casa con un regordete y muy amigable Buda, de manera que podemos preguntarnos si, a fin de cuentas, Lisa tenía razón... ¿O es todo parte de una alucinación de los personajes?
LOS SIMPSONS Y LA RELIGIÓN.
En el año 1990 irrumpió en la televisión una nueva e irreverente serie de televisión, que marcaría pautas y abriría un verdadero culto catódico, por su irónica y desenfadada manera de ver y apreciar el mundo, criticando todos los estereotipos propios de la sociedad yanki. Insistir en la influencia de "Los Simpsons" sería superfluo, toda vez que Bart Simpson fue incluso nombrado uno de los cien grandes personajes del siglo XX por la revista Time, en 1999.
Uno de los ejes sociales que se ha llevado más pullas por parte de "Los Simpsons", es el protagonizado por las religiones institucionalizadas, algo que no deja de ser valiente, habida cuenta de que la televisión estadounidense es tradicionalmente "miedica", a la hora de enfrentarse a la religión. El propio formato de "Los Simpsons" se presta muy bien para esto, debido a sus tres niveles de humor: por el lado del humorismo de golpe y porrazo (el nivel más básico) no hay mucho, por supuesto, pero a nivel de crítica social, "Los Simpsons" dispara cada dos por tres sus dardos contra las instituciones religiosas, encarrnadas en el personaje del Reverendo Alegría, y en un tercer nivel, el del chiste cultural metamoderno, hay una serie de guiños y referencias que apuntan no a las formas externas del rito religioso y a la hipocresía de los hombres de iglesia, sino a cuestionamientos tan básicos y vitales como por ejemplo ¿qué es una religión?, ¿existe Dios?, ¿para qué necesitamos creer en un Más Allá...?
LOS CRISTIANOS DE SPRINGFIELD.
La táctica usada por "Los Simpsons" para criticar a las instituciones, es tener un representante de éstas que acumule todos los estereotipos y clichés posibles. En el caso de la religión institucionalizada, esta misión la cumple el Reverendo Alegría (cuyo apellido es Lovejoy en el original, que se puede taducir algo así como "Amor y Alegría").
El Reverendo Alegría es un pastor protestante de tranquila y ordenada vida familiar (está casado y tiene una hija), pero que mantiene su posición a costa de no quemarse ni comprometerse con nada ni por nadie. La vida religiosa se reduce para él, a pararse cada domingo en el púlpito y proferir un sermón sobre las llameantes brasas del infierno, que de tan estereotipado ya ni siquiera asusta a sus feligreses, sino que los aburre, a pesar de lo cual éstos acuden religiosamente (nunca mejor dicho) cada domingo a escucharle, un poco por auténtico prurito religioso, y otro poco por convención social. Es bastante sintomático que los dos personajes que defienden el ir a la iglesia cada domingo (la matriarca Marge Simpson, y el vecino religioso Ned Flanders) sean los dos de intelecto mediocre, y que prefieran una vida tranquila, ordenada y poco desafiante, cómodamente encerrados en la cáscara de costumbres que son sus vidas tranquilas, ordenadas... y vacías.
La hipocresía del Reverendo Alegría se transparenta a cada minuto y en las circunstancias más diversas, pero nunca ha quedado tan de relieve como en el trato que, descubrimos, le dispensa a su hija. En el episodio "La novia de Bart", descubrimos que tiene una hija rebelde, que busca desesperadamente llamar la atención de papá. ¿Y cómo reacciona éste? En vez de tratar de entenderse con ella y dar sólido ejemplo de vida familiar, la esconde de todas las miradas de la ciudad de Springfield, enviándola a otra ciudad, y a un internado "para chicas malas". Cuando todo este montaje se descubre, se tapa los oídos y empieza a cantar himnos en voz alta, en actitud de "no veo ni oigo nada"...
Anécdotas hay muchas. En un episodio comenta, sobre su paraguas, que el suyo había sido robado en una convención interreligiosa (es decir, donde habían otros hombres de religión como él), pero que él se había desquitado robando uno a su vez... Sin comentarios. En otro, muestra como usa una máquina cuentamonedas para separar y ordenar las limosnas ("Bart vende su alma")...
Sin embargo, en defensa del Reverendo Alegría, hay que decir que el episodio "Pregúntale a Marge" revela el origen de sus cuitas. Cuando llegó a Springfield, en la década de 1970, era un reverendo "post-hippie", armado con su guitarra, y lleno de entusiasmo misionero. Pero dicho entusiasmo misionero se estrelló contra Ned Flanders, el vecino de los Simpsons, quien empezó a molestarlo con toda clase de solicitudes intrascendentes, que terminaron por aburrirlo y adocenarlo, hasta el punto de haber perdido casi por completo su antigua vocación, conservando sólo su entusiasmo por el púlpito... y los trenes de juguete.
Este Ned Flanders es, a su vez, una corrosiva caricatura del hombre de religión estadounidense. Es un hombre amable y gentil con el prójimo, pero a cada minuto se trasluce una cierta actitud de superioridad moral de jactancia inconsciente, que irrita profundamente a Homero Simpson. Intuimos que dicha sensación tiene algo que ver con su bienestar económico, porque sufre dudas y vacilaciones como cualquier ser humano cuando atraviesa por los reveses de la vida (en un episodio pierde su casa, en otro muere su esposa)... Y en particular, es un hombre tremendamente cerrado y estrecho de mente, que no es capaz de mirar la vida o el mundo más allá de la interpretación bíblica del mismo, que le proporciona a sus hijos una educación que los separa del mundo y los aisla en una burbuja, y que para colmo es constantemente abusado por Homero Simpson, debido justamente a que su apego fanático a los preceptos cristianos le hacen ser blanco indefenso de éste. En cierto sentido, Ned es el reverso del Reverendo Alegría: el Reverendo es un mal cristiano por hacer demasiado poco, pero Ned es un mal cristiano por hacer mucho, por pasarse de la raya.
En ese sentido, quizás el mejor ejemplo de cristiano en la serie sea Marge Simpson. Ella es una dueña de casa que trata de vivir la religión en su vida, defendiendo valerosamente sus ideales cristianos, pero sin darle la espalda al mundo. Para ella la religión no es un mecanismo de poder como para el reverendo Alegría, ni de autoafirmación como para Ned, sino un código de conducta que no es un conjunto de dogmas inflexibles, sino una guía o una recomendación para hacer lo correcto en la vida (aunque ella misma sea muchas veces irrazonablemente obtusa). En ese sentido, puede decirse que sigue fielmente aquel mensaje de Jesús de que "el sábado ha sido hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado". Aunque esto lo hace con mayor o menor éxito, porque a su alrededor, en realidad, la sociedad no está interesada ni comprometida ni con los valores cristianos, y con valores de casi ningún tipo, en realidad.
LAS RELIGIONES FLOTANTES.
Siendo Estados Unidos una nación eminentemente cristiana, no es raro que "Los Simpsons" cargue tanto las tintas en dicha fe. Sin embargo, fiel al concepto de "crisol de razas", hay también varias otras confesiones religiosas dando vueltas por ahí, encarnadas en diversos otros personajes.
El principal personaje judío de "Los Simpsons" es, irónicamente, el Payaso Krusty. Al igual que los cristianos de Springfield, éste vive bien de espaldas a su fe, hasta el punto que no pasó su Bar Mizbá sino hasta adulto. No es que rechace el legado religioso de su padre, un rabino talmúdico ortodoxo, es que ni siquiera se detiene a considerarlo como algo que exista en el mundo. Su principal empeño es hacer dinero con un insubstancial programa televisivo infantil, en un nada disimulado ataque contra la maquinaria audiovisual estadounidense (desde los tiempos de Samuel Goldwin hasta el actual Steven Spielberg, los judíos hacen nata en dicho medio). Su padre ha aparecido en algunos capítulos, y es un hombre en general correcto y honrado, pero también (al igual que el Reverendo Alegría, en el campo contrario), altamente intransigente.
El Hinduismo está representado por Apu, el dueño del minimarket. Procede de la India, y tiene una estatua del dios elefante Ganesha al que rinde culto... de tarde en tarde (el dios elefante Ganesha existe de verdad, no es lo han inventado para la serie, por cierto). En un episodio, un manager le pide cambiar su apellido por uno afrancesado, para promocionarlo como parte de un cuarteto vocal, a lo que replica: "es una grave ofensa para familia y mi dios... pero acepto".
El Budismo hace su aparición a través de Lisa Simpson. Durante la mayor parte de la serie, ella hace profesión crasa de agnosticismo, pero descubre finalmente su camino a través del budismo, debido justamente a que esta religión no tiene un dios personalizado ni excesivos rituales sin mayor sentido espiritual.
Aparte de ellos, Springfield ha tenido de tarde en tarde que luchar contra la aparición de ciertas sectas y grupos extraños. Así, existe una asamblea de los "magios" (una caricatura bastante desenfadada de los masones), que después de descubrir que su "Elegido" es Homero Simpson, terminan por fundar la venerable y antigua logia de... "los No Homero". Aparece también una secta que predica una vida de felicidad futura en el planeta Felicidonia, y que (¡cómo no!), demuestra ser finalmente un fraude. Dice bastante que su peor arma de ataque no sean las excomuniones ni las condenas al fuego eterno, sino... los abogados.
LA MÁS GRANDE PREGUNTA DE TODAS.
Después de todo este recorrido religioso, ¿están perdidas las almas de Springfield? ¿Se acaban sus almas una vez que mueren estos dibujitos amarillos, sin posibilidad de una vida futura?
Como en la vida real, la respuesta permanece abierta. En no pocas ocasiones, la búsqueda de evidencias sobre el Más Allá ha terminado en nada, como por ejemplo el episodio en que Lisa Simpson descubre el supuesto esqueleto de un ángel ("La escéptica Lisa"), y diversos sucesos aparentemente sobrenaturales terminan por tener una explicación perfectamente científica (científica, lo que diríamos científica, en términos "Simpsons", porque se toman la ciencia, así como el resto de las cosas, de manera bastante desenfadada).
Y sin embargo... de tarde en tarde ha aparecido Dios en persona, como una especie de superinvitado de lujo. Aunque cada vez que lo hace, suele aparecerse en sueños y delirios, de manera que esto no cuenta mucho. En algún episodio se ha insinuado que puede existir un Dios allá arriba mirándolo todo, compartiendo casa con un regordete y muy amigable Buda, de manera que podemos preguntarnos si, a fin de cuentas, Lisa tenía razón... ¿O es todo parte de una alucinación de los personajes?
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