11 marzo 2007

LA CREACIÓN SEGÚN LOS GRIEGOS.

La más frondosa de las mitologías antiguas hoy por hoy conocidas, es seguramente la de los griegos. Dentro de su cultura, desarrollaron un poderoso esquema mitológico, el cual se basó profundamente en los mitos preexistentes en la cultura de los pueblos indoeuropeos, pero a la vez tuvo algunos rasgos propios y originales. El Ojo de la Eternidad describe la historia del Génesis, tal y como los griegos la concibieron.


[ILUSTRACIÓN SUPERIOR: "La caída de los titanes", pintura de Cornelio van Haarlem (1588). La guerra entre los dioses y los titanes fue uno de los episodios claves de la creación, tal y como la concebían los griegos].

LA CREACIÓN DE LOS MITOS GRIEGOS.
No todas las religiones han nacido como una suerte de revelación superior, como fue el caso de las religiones derivadas del tronco judeocristiano. Muchas religiones nacen a partir del intento por dar una explicación satisfactoria a una serie de cuestiones: ¿por qué cae la lluvia?, ¿hay alguien superior que cuide de los seres humanos?, ¿es justo el orden político que tenemos?, etcétera. La religión de los griegos nació un poco por la serie de agregaciones que poetas y cultos locales sucesivos fueron concibiendo. De esta manera, en los mitos griegos se entrelazan historia, leyenda, literatura, tradición y una pizca de curiosidad sobre el mundo.
Los griegos desarrollaron su propia versión de la gran pregunta: ¿de dónde vienen todas las cosas? Inicialmente, como lo prueban los testimonios arqueológicos, en Grecia, así como en otras partes, predominaba el Culto a la Gran Diosa Madre, bajo la forma de una serie de deidades femeninas locales que, cuando se produjo la unificación de éstas en un único panteón, no perdieron sus identidades individuales, aunque se metamorfosearon un tanto para acoplarse en un único tronco de historias, unas con otras. Así, las diosas Hera, Afrodita, Atenea, Perséfone, etcétera, que principiaron sus carreras como diosas individuales, se unieron en un solo gran culto "internacional".
Vinieron también las invasiones de los pueblos aqueos, de origen indoeuropeo, quienes crearon una serie de señoríos bárbaros de la guerra, que tuvieron su edad de oro entre los siglos XV y XI AC. Las historias y querellas de esos caudillos militares pasó también al grueso del acervo mítico griego, conformando la mayor parte de éste. Pero no fue sino hasta mucho después, cuando por culpa de los invasores dorios Grecia cayó en una profunda Edad Oscura, que los poetas, y en particular Hesíodo, comenzaron a darle coherencia a este acervo mítico griego. Hesíodo vivió en el siglo VIII AC y escribió un poema, la "Teogonía", en la que refiere (junto con otros poemas complementarios posteriores, a veces en varios siglos) la historia de la creación, según los griegos.

GEA Y URANO.
Siguiendo a Hesíodo, en un principio fue Gea, "la de ancho seno". Esta no es sino una representación de la vieja Diosa Madre, encarnada como Madre Tierra, así como un símbolo de la Tierra vacía y sin vida (imagen que también es recogida en otras tradiciones culturales, como por ejemplo el primer capítulo del Génesis). Pero existía también otra fuerza misteriosa, el Amor, encarnado en el dios Eros. Este Amor no es el amor romántico que Cupido se encargaba de propagar a flechazos, sino la atracción misteriosa que surge entre todas las cosas y las lleva a organizarse y surgir. De esta manera, Gea dio a luz a una serie de dioses, por sí misma y sin intervención de varón, por pura partenogénesis (la creación por partenogénesis es también un atributo de la antigua Diosa Madre).
Uno de los hijos de Gea fue Urano, el más antiguo de los dioses del cielo. Urano contrajo un matrimonio bastante edípico con Gea, y la fecundó sin darle descanso alguno, siguiendo así la labor de creación. El rastro de Urano lleva hasta un antiguo dios celeste que aparece también en la India (que fue invadida por los indoeuropeos al mismo tiempo que Grecia), bajo el nombre de Varuna. Tanto Urano como Varuna parecen haber sido grandes dioses antiguamente, pero en la época "clásica" de gestación de los mitos griegos y védicos, pasaron a un discreto segundo plano, eclipsado por otros dioses más carismáticos.
Cansada Gea de parir y parir sin descanso, le pidió ella a otro dios, hijo y nieto de ella al mismo tiempo, que detuviera a Urano. Este dios fue Cronos (el Saturno romano), dios del tiempo. Cronos castró a Urano, y de esta manera detuvo el proceso de creación, al tiempo que derrocó a su padre y se entronizó como rey del mundo.

EL IMPERIO DE ZEUS.
Temeroso de que un hijo suyo le derrocara, así como él había derrocado a su padre Urano, Cronos tomó la política de devorar a todos los hijos que le nacían. Esto es un simbolismo de como el tiempo devora a los días, meses y años, y hay un famoso cuadro de Goya ("Saturno devorando a sus hijos") que representa esta escena.
Pero Cibeles, esposa de Cronos, estaba cansada de esto, así es que cuando nació Zeus, le pasó a Cronos una piedra envuelta en pañales, la que éste devoró sin mayor trámite. Zeus fue escondido, y enviado a la isla de Creta, en donde la amamantó la cabra Amaltea. Una vez mayor, y mediante un engaño, Zeus consiguió que Cronos devolviera a los hijos que estaban en el vientre de su padre, y entre todos se rebelaron y lo derrocaron. Así, Zeus llegó a ser el amo y señor del Olimpo.
Pero quedaba aún una prueba más. Los titanes, otro linaje de dioses que no tenían nada que ver con Urano y Cronos, no querían verse regidos por los Olímpicos de Zeus. Así es que se rebelaron. La guerra de Zeus contra los titanes fue sangrienta, y el castigo de Zeus en contra de ellos fue durísimo. A Tifeo, por ejemplo, le arrojó encima el monte Etna, el cual desde entonces es un volcán. En cuanto a Atlas, por mencionar a otro, le condenó a cargar perpetuamente la bóveda celeste.
Luego de derrotar a los titanes, Zeus repartió el universo entre sus hermanos, reservándose para sí el cielo, dándole a Poseidón (Neptuno) el dominio de los mares, y a Hades (Plutón), el de los infiernos. Desde entonces, Zeus rige el mundo de manera absolutamente indisputada. O al menos así lo refieren los griegos.

EL ESQUEMA.
El mito de la creación griego sigue un esquema propio de muchos otros. Muchos pueblos se preguntaron cómo podía el universo funcionar de manera tan perfecta y ordenada, como si fuera un reloj. Y su respuesta era: al principio las cosas no eran así, sino que los dioses pusieron todo en su lugar. De esta manera, muchas cosmogonías refieren que una banda de dioses se enseñoreó del mundo, pero no sin librar sangrientas guerras contra dioses rivales. Entre los babilónicos el vencedor fue Marduk, que derrotó a la serpiente Tiamat y a su hijo Kingu. Entre los egipcios, Osiris se impuso no sin antes tener que habérselas con su hermano Set. Entre los germanos, Odín y los suyos debieron contender también con gigantes. Y en la Biblia hay también algún que otro rastro de esa lucha primordial, como por ejemplo el mito de la Serpiente del Paraíso, o las ocasionales referencias a monstruos marinos que podrían haberle disputado a Yahveh el dominio del mundo en tiempos remotos (por ejemplo Leviatán o Behemot).
Estas historias cumplen una doble función. Por un lado, son el sustituto de una explicación científica, para pueblos que carecen de toda ciencia. Y en segundo lugar, los reyes tienden a identificarse con lso dioses triunfadores, sirviendo por tanto como una manera de darle legitimidad al poder político imperante. Los mitos griegos también servían para legitimar a los pueblos. Numerosas ciudades estaban acogidas al culto de un determinado dios: Atenas, sin ir más lejos, estaba consagrada a Atenea, de quien recibía su nombre. Y, al contrario de la imagen racionalista que muchos tienen de los antiguos griegos, la impediedad era considerada por éstos como un crimen espantoso.
De esta manera, el mito griego de la creación sigue el patrón de tantas otras historias cosmogónicas ("cosmogonía" significa "nacimiento del orden universal", en griego), pero tienen a la vez un sabor peculiar, que les son muy propios.

2 comentarios:

Gaius Flavio Aecius dijo...

Hay un pequeño problema con tu narración, esta muy bonita, pero fuera del mito tradicional

al principio fue la diosa Kaos (que de diosa no tiene nada) que era vacia inerte y sin vida pero que de ella surgieron Eros, gracias a Kaos surge Eros que trae consigo a Erebo, Nix, Hemera, Eter, Talasa, Pontos,Tartaro, Gaia.

Para los griegos, los dioses no crearon el mundo, sino todo lo contrario:el Universo produjo los dioses [E. Hamilton, (La Mitología, Barcelona: Daimon)]

No te atevas a comparar mitología judeo-cristiana con mitología grecorromana (hay grandes diferencias entre la belleza de ambas poesias)

Unknown dijo...

Grasias me sirvio para una tarea