19 agosto 2007

TRAS LA BIBLIA (1): LA CREACIÓN (GÉNESIS 1).


CON EL PRESENTE ARTÍCULO, EL OJO DE LA ETERNIDAD INICIA UN NUEVO CICLO DE POSTEOS, LLAMADO "TRAS LA BIBLIA", EN LOS CUALES IREMOS REVELANDO, CAPÍTULO POR CAPÍTULO, EL CONTENIDO DE LA BIBLIA, Y QUÉ SE ESCONDE EN ELLA.

El primer capítulo del Génesis refiere la historia de la Creación del Universo. En ella, a lo largo de seis días, Dios va creando las distintas cosas que lo componen: el cielo, la tierra, los mares, los animales, etcétera. Al final de este proceso, crea al hombre. Aún no entramos en la historia del Paraíso Terrenal, ni hemos visto a Adán.

Quizás el aspecto más poderoso del texto, es la relación entre la Palabra y la Creación. Se ha apuntado varias veces que Dios dice algo, y ese algo es creado. Así, dice "Hágase la luz" ("Fiat Lux", en latín), y la luz es creada. Y así sucesivamente. Han corrido ríos de tinta sobre esta manera de utilizar la palabra como medio para crear, lo que revela una concepción filosófica sumamente elevada o avanzada. Pero esta concepción también ha ido cambiando con el tiempo.

Resulta que en el texto hebreo original, la Palabra de Dios era una expresión de su Voluntad inescrutable. Para el redactor del texto original, Dios era alguien lejano y poco comprometido con el ser humano, que tenía un gran designio divino el cual no necesariamente podíamos llegar a conocer.

Sin embargo, los traductores de la Septuaginta, la escuela de judíos que trasvasijaron el Antiguo Testamento desde el hebreo hasta el griego en el siglo III AC, utilizaron la palabra griega "Logos", que designa la palabra, pero también se utiliza para referirse a la racionalidad. Por ejemplo, la raíz griega "logos" está en palabras modernas como "biología", "geología", etcétera, que denotan el estudio racional de cosas como la vida ("bios"-"logos") o el planeta ("geos"-"logos"). Así, Dios tomó en la versión griega un aspecto racional que no estaba en el precedente hebreo, ya que entre los griegos, "logos", lo racional, se opone a "pathos", lo emocional, en circunstancias de que, como lo prueba casi toda la Biblia, el Yahveh bíblico es capaz de muchas emociones (se enoja, se encoleriza, se encariña con personas, es capaz de misericordia, etcétera).

Después, al traducir la Biblia del griego al latín (edición "Vulgata"), San Jerónimo usó la expresión latina "Verbum". Por otra parte, el evangelista San Juan escribió "Y en el principio era el Verbo, y el Verbo era Dios", relacionando así a Cristo (el Verbo hecho carne, según San Juan) con Dios. ¡Lo sorprendente es que ninguna de estas adiciones teológicas, que son piedras basales de la doctrina cristiana, están en el texto original hebreo del Génesis...! Esta adición es rechazada como espúrea por el judaísmo, porque pretende forzar un texto judío preexistente al Cristianismo, que nada dice sobre Cristo.

¿Puede dar todo esto una pista para buscar quién escribió este relato? Los investigadores actuales piensan que sí. El estilo del relato es seco, poco poético, y su esquema es reiterativo: Dios ordena, lo que ordena se cumple, Dios observa que eso es bueno, y atardece y amanece el día en cuestión. ¿Por qué? Por cuestiones de estilo, se piensa que el redactor de este texto fue un sacerdote más o menos anónimo, aunque quizás identificable, razón por la cual se la llama la Fuente Sacerdotal, o Fuente P (por Priesterschrift, en su original alemán). Se ha observado que este relato incurre en varias contradicciones con el segundo capítulo del Génesis, que le sigue, y que se piensa es obra de un escritor más antiguo, al que ya identificaremos.

Entonces, si ya existía un relato sobre la Creación, contenido en el actual segundo capítulo del Génesis... ¿Por qué este Sacerdote redactó un nuevo comienzo para el Génesis, añadiendo un capítulo entero de su propia cosecha? Se piensa, por la evidencia del resto de los textos que el Sacerdote escribió, que éste buscaba fundamentar con textos bíblicos el poder de los sacerdotes. La creación en seis días es la base de uno de los mandamientos más sagrados para los judíos, el descanso del día sábado, y que es una señal característica del Judaísmo histórico. ¿Quién fue este Sacerdote, entonces...? Se piensa que escribió en un período de tiempo en el que la Ley judía debía ser restaurada, y el poder de los sacerdotes fortalecido para salvar al Judaísmo. El gran período de tiempo en que esto debió ocurrir, fue cuando los persas liberaron a los hebreos del Cautiverio de Babilonia. La tradición hebrea (como veremos aquí mismo, en varios capítulos más) conservó la memoria de Esdras, el Sumo Sacerdote, como restaurador de la Ley, y fundador del poder de los sacerdotes, en el siglo V AC. Por tanto, se piensa que Esdras, o bien alguien cercano a Esdras, debió escribir el primer capítulo del Génesis, el relato de la Creación, para fundamentar el descanso sabatino. Esto explica también que Dios recurra a un método tan formalista, y por qué no decirlo, jurídico, para crear el universo, a golpe de decreto, como un legislador cualquiera.

No será ésta la última vez en que nos encontraremos con el Sacerdote, en nuestro camino, ya que con la misma intención, hizo una serie de otras interpolaciones en el primitivo texto del Génesis.

Un detalle adicional: el texto usa la expresión "y atardeció y amaneció...", para señalar los cambios de días. Esto no es una figura literaria. En el calendario hebreo, el día empieza con el atardecer, y por tanto, ésa es la secuencia lógica de eventos respecto del Sol, en su día (primero atardece, luego amanece, al revés que en nuestro caso, en que el día comienza a la medianoche, y por tanto, primero amanece y luego atardece).

No hay comentarios.: