30 octubre 2005

LOS CHIÍTAS: LOS REBELDES DEL ISLAM.

En los últimos años, los chiítas, shiítas o shiíes, según la traducción que se emplee, han hecho noticia en el panorama mundial. En 1979, el Ayatollah Jomeini instauró en Irán un régimen chiíta de carácter fundamentalista, llamando a Estados Unidos el "Gran Satán". En la actualidad, los chiítas hacen noticia debido a la profunda crisis que se vive en Irak. ¿Quiénes son? ¿En qué creen? ¿Son realmente fundamentalistas? El Ojo de la Eternidad aborda estas cuestiones.


[IMAGEN SUPERIOR: La tumba de Husayn, en la ciudad santa de Kerbala. Pintura de Jean Léon Jerôme (1824-1904)].

LAS MÚLTIPLES CARAS DEL ISLAM.
El Islam y los musulmanes son parte del vasto panorama de nuestra cultura pop. Las películas de Hollywood los usan de villanos, o hacen chistes a costa de ellos, con una irreverencia por la cual recibirían una enorme sanción social si hicieran lo mismo con los cristianos. Se piensa también en las burjas, las pesadas vestimentas con velos que usan las mujeres de (algunos, no todos) los países islámicos. Sin embargo, la palabra "musulmán" no engloba a una religión monolítica y sin fisuras, sino que por el contrario, esconde en su seno una vasta serie de tradiciones religiosas, políticas, artísticas, etcétera, tan disímiles entre sí que muchas veces los propios musulmanes se reconocen entre sí como enemigos, más o menos a la manera de los católicos y protestantes en algunos países, en el seno del Cristianismo.
Una de las sectas más importantes es la de los chiítas. Su propio nombre deriva de la palabra "Sh'ia" o "Ch'ia", que significa "partido", porque nacieron como un cisma de la corriente principal del Islam, el Sunismo, en una época sumamente temprana, apenas pasadas tres décadas desde la muerte de su fundador Mahoma. En la actualidad, considerando la totalidad del enorme mundo islámico, son una minoría, pero una minoría bastante activa y bulliciosa.

EL ORIGEN DE LOS CHIÍTAS.
La crisis entre la Sunnah, la facción mayoritaria del Islam, y la Ch'ia, comenzó por una discordia política. Como suele suceder, cada facción hizo la guerra no confesando sus motivaciones políticas, sino amparándose en interpretaciones diferentes del Islam. Finalmente, la Sunnah se impuso.
Para entender esto, debemos retroceder a la época de Mahoma, el profeta fundador del Islam. Hacia el año 610, éste inició una fulminante predicación en Arabia, un territorio por entonces repartido entre numerosas tribus sin autoridad central. Mahoma tuvo que fugarse de La Meca, corriendo por su vida, el año 622. A este evento, llamado la Hégira, y que es el comienzo del calendario musulmán, siguió la conquista de La Meca en 630, por Mahoma y las fuerzas de la vecina ciudad de Medina. El profeta murió en 632, y se planteó entonces la cuestión de la sucesión, en parte porque el propio Mahoma no había dejado nada establecido al respecto. Muchos jefes tribales defeccionaron, considerando que muerto Mahoma, la alianza se disolvía, pero otros apoyaron a Abu Bakr, suegro de Mahoma, y que se hizo llamar a sí mismo "califa" (esto es, "reemplazante"), porque se entendía que reemplazaba a Mahoma. Después de Abu Bakr hubo otros tres califas, llamados Omar, Otmán y Alí, pero esos tres terminaron todos asesinados, víctimas de las convulsiones e intrigas internas del naciente imperio musulmán.
En los años de estos cuatro califas, los musulmanes conquistaron enormes extensiones de territorio. Abu Bakr ni siquiera toda Arabia, pero sus sucesores llegaron a extender las fronteras hasta Persia, Turquía y Egipto. Esto produjo un cambio en la población del imperio. Ahora, el elemento mayoritario de la misma no eran los árabes seminómades, sino los pueblos conquistados. Esto iba a llevar, por supuesto, a cambios políticos. Como suele suceder en estas circunstancias, una facción intentó hacerse del poder aprovechando la marea, y otra, más conservadora, intentó mantener el status quo. Estos últimos fueron los chiítas.

EL DESTINO DE LA CH'IA.
La Ch'ia cerró filas en torno a Alí, el cuarto califa, mientras que la Sunnah lo hizo en torno a Otmán, el tercer califa. Otmán fue asesinado, pero Alí no pudo gobernar en paz, víctima de la guerra civil que en su contra entabló Mohavia (llamado también Mohaviya o Muhawiya). Alí pereció en combate el año 661, y Mohavia se entronizó califa. Los cuatro califas anteriores habían obtenido su cargo por elección y aclamación de los jefes tribales árabes, pero Mohavia instauró un nuevo régimen de sucesión dinástica: con el comienza el llamado Califato Omeya, porque provenía de la familia de los Umayyas. Es decir, los califas hasta Alí representaban una tradición política tribal, apta para gobernar un grupo de tribus en el desierto, pero no para regir sobre grandes civilizaciones urbanas, mientras que los omeyas enfatizaban más la administración y el gobierno civil y militar, que su título religioso.
Aún así, los chiítas no se rindieron sin dar pelea. Consideraban a Mohavia como un usurpador, porque Alí era pariente de Mahoma (era su yerno, porque había casado con Fátima, hija del Profeta), y Mohavia no. Hassan, el hijo de Alí (y por tanto, nieto de Mahoma) reconoció a Mohavia, pero Husayn, hermano de Hassan, no lo hizo. Husayn se sublevó y puso en graves aprietos a los omeyas. Sin embargo, Husayn pereció en batalla. El movimiento chiíta perdió así mucho de su garra.

LAS CREENCIAS RELIGIOSAS DE LA CH'IA.
Todas estas tensiones políticas cristalizaron en una manera particular de ver el Islam, por supuesto opuesta a la de los sunitas. Mahoma había legado el Corán como Palabra de Dios, y eso ningún musulmán, fuera sunita o chiíta, lo discutía. Pero andando el tiempo, la mayor parte de los musulmanes había ido modificando la interpretación del Corán, agregando así la llamada Sunnah, que es un conjunto de tadiciones en torno a la interpretación coránica. Los sunitas adscribían por descontado a la Sunnah (de ahí el nombre, precisamente), mientras que los chiítas la rechazaban, acusándola de que alteraba la esencia del Islam. Por supuesto que de fondo late la tensión política, ya que de aceptar la Sunnah, los califas legítimos serían los omeyas, mientras que de rechazarla, el califa legítimo habría sido Husayn, como hijo de Alí, y posteriormente sus descendientes. Al cristiano que le parezca todo esto una ridiculez, recordemos que existe también un equivalente en la llamada Tradición de la Iglesia, que de aceptarla, conduce a la aceptación de la autoridad papal, mientras que de negarla, conduce al Protestantismo...
Tanto la Sunnah como la Ch'ia le otorgan un rol importantísimo a Mahoma, como Profeta de Dios. Sin embargo, los chiítas también le dan enorme preeminencia a Alí, y a su hijo Husayn. Se supone que en Mahoma se concentra la Revelación, en Alí la correcta interpretación coránica, y en Husayn la redención. Se ha insistido mucho en el fuerte vínculo entre la Ch'ia y el Cristianismo, en torno a esta idea de un redentor en la Tierra, ya que el sacrificio y redención de Husayn guarda un enorme paralelo con el sacrificio y redención de Cristo. Esto no es casual. Es bien sabido que en las tierras donde el Islam prosperó, y también en las ideas de Mahoma, había un fuerte contenido cristiano. Sin embargo, al abolir la figura del "Hijo de Dios" (los musulmanes consideran a Cristo como profeta, pero humano, sin naturaleza divina), había dejado a los musulmanes sin redentor. Esto sigue siendo así entre los sunitas mayoritarios, pero los chiítas minoritarios han recuperado la figura del redentor en Husayn.
Como la rígida doctrina de la Ch'ia impidió la formación de una tradición complementaria a la revelación, hubo dos consecuencias. En primer lugar, cobró una enorme importancia la figura del iman, el doctor de la ley, que interpreta el Corán sin pasar por la Sunnah. En segundo lugar, debido a no haber una tradición común que amalgamara los ripios de la doctrina coránica, la Ch'ia se subdividió en una enorme cantidad de sectas (zahidíes, imamitas o duodecimales, ismailitas, etcétera). A la vez, dentro de la propia descendencia de Alí surgieron varios que aspiraron al título de califa, lo que agudizó la crisis.
Por su parte Hasan al-Askari, uno de los descendientes de Alí, desapareció sin dejar rastro en el siglo IX. Esto dejó abierta la puerta para interpretar que no había muerto, sino que había desaparecido y regresará al final de los tiempos, para restablecer la justicia sobre la Tierra. Esta creencia en el llamado Mahdi será adoptada también por la mayoría de los chiítas.

LA SUPERVIVENCIA DE LOS CHIÍTAS.
Después del desastre de Kufa en 680, en donde Husayn perdió la vida, los chiítas se vieron impotentes en la acción política, ya que los omeyas, y sus sucesores el Califato Abasida, adscribieron al Sunismo. Esta es la razón por la cual la mayor parte del mundo musulmán es sunita, y no chiíta. Ocasionalmente surgieron algunos califatos rebeldes que, para oponerse a los califas suníes, adoptaron alguna variante del chiísmo, como por ejemplo el Califato Fatimita de Egipto (siglos IX a XIII d.C.), cuyos califas se proclamaron (sin demasiado fundamento, de todas maneras) como descendientes de Fátima, la hija de Mahoma, y esposa de Alí. Pero en general, víctimas de sus propias disensiones internas, los chiítas no tuvieron ninguna importancia política, durante siglos.
Se consolaban de esto en sus creencias particulares. He aquí la enorme importancia que tiene para los chiítas el creer en Husayn o en el Mahdi, verdaderos salvavidas psicológicos para su desmedrada situación, presente, en tanto credo religioso minoritario.
Empero, en el siglo XV, Persia entró en caos. Un invasor mongol llamado Tamerlán invadió Persia, y al retirarse, dejó un vacío de poder que varias tribus intentaron rellenar. Quien tuvo éxito fue Shah Ismail Safaví, primer rey de la dinastía safavida, que gobernaría Persia hasta el siglo XVIII. Ismail Safaví adscribió a la Ch'ia, y persiguió dentro del territorio del Imperio Safavida a todos los sunitas. De este modo, creó una curiosa situación política, ya que en todo el mundo musulmán son más fuertes los sunitas que los chiítas, salvo en lo que actualmente es Irán e Irak, en donde, a consecuencias de las políticas religiosas de Ismail Safaví, son los chiítas quienes predominan. De ahí que sea tan fuerte el régimen de los ayatollahs en Irán, y que los sunitas de Irak, anteriormente en la cumbre gracias al apoyo de Saddam Hussein, estén pasando tantos apuros frente a la mayoría chiíta dentro de su propio país.

28 octubre 2005

ENTREVISTA: UNA EVANGÉLICA A FAVOR DE SEPARAR IGLESIA Y ESTADO.

Julia Doxat-Purser es representante de la Alianza Evangélica Europea, una de las organizaciones convocadas por la Fundación Atman a su primer encuentro internacional, en Madrid, que se celebra por estos días. El diario español El País publicó el 28 de Octubre de 2005 una entrevista, en donde ella se pronuncia sobre el siempre espinoso tema de la relación entre las iglesias y el Estado, que reproducimos aquí, en El Ojo de la Eternidad:

Pregunta. ¿Qué piensa de las alianzas entre iglesia y Estado?

Respuesta. La inmensa mayoría de los evangélicos dirían que tiene que existir una gran independencia entre el Estado y las iglesias. Cuando Iglesia y Estado van juntos puede funcionar mal, y la gente de fe puede no sentirse libre para decir lo que piensa porque tiene alianzas con el Estado. Además, si una iglesia es dominante, y pretende imponer sus creencias en el país, con lo que otras comunidades religiosas se sienten oprimidas, no es bueno.

P. ¿Debe el Estado sostener a las iglesias?

R. Las comunidades religiosas deben mantenerse a sí mismas, los miembros deben contribuir. Pero si hacemos algo que la sociedad valora y quiere financiarlo, diría que sí, como es el caso de las entidades caritativas. Pero no se debería financiar por el hecho de ser una iglesia. También pensamos que si una comunidad tiene un patrimonio histórico que el país valora, debe contribuir a su sostén.

P. ¿Qué tiene que hacer un político para promover los valores cristianos?

R. Debe ser honesto y fiable, y recordar que su primera lealtad es a Dios y no a su partido. Puede llegar un momento en que tenga que perder su puesto por una cuestión de principios.

P. ¿Cuál es su visión de España, desde el punto de vista religioso?

R. Aún muy dividida. Están quienes apoyan a la iglesia católica y quienes la atacan. Y los evangélicos, en medio. Muchas veces se sienten clandestinos, despreciados o ignorados. Creo que en España algunos no están muy lejos de la posición de mantener que la gente de fe nunca deba decir nada públicamente. Eso no es democrático. Los evangélicos están tratando de decir, no somos como los católicos, somos nosotros mismos y queremos el derecho a serlo, y a contribuir al bienestar de España. Como entidad debemos de ser neutrales, no creo que Dios pertenezca a ningún partido político. Me gustaría que en España la gente no hablara de la iglesia, sino de las iglesias y de comunidades de fe, y de lo que hay detrás, gente que tiene grandes convicciones humanistas, que fuese un sitio donde todo el mundo pudiese contribuir y ser respetado por ello.

P. En España, la iglesia Católica ha salido a la calle a manifestarse contra el matrimonio gay. ¿Qué piensan los protestantes?

R. Que los homosexuales merecen todos los derechos civiles y vivir su vida como quieran. Sin embargo, el problema es el término matrimonio. El matrimonio es de hombres y mujeres, que fueron creados diferentes para llegar a estar juntos.

P. Pero es una ley civil.

R Sí, en efecto, se habría deseado que la ley no se llevase a efecto, pero se aprobó democráticamente, en el Parlamento y los evangélicos tendrán que vivir con ello. Espero que ninguna comunidad religiosa o nadie sea obligado a celebrar una ceremonia.

RELIGIÓN AL INSTANTE: MÁS BREVES.

HÉROE DE LOS TRAPEROS DE EMAÚS LAVA TRAPOS DENTRO DE LA PROPIA IGLESIA CATÓLICA. La organización de los Traperos de Emaús, fundada en 1949, le ha convertido en un verdadero héroe nacional francés (condición que ya tenía desde la Segunda Guerra, porque ayudó activamente a los maquis que resistieron a los kreutzers invasores); la "insurrección de la bondad", como fue llamada, se produjo en el invierno de 1954, cuando una ola de frío invernal se llevó a una mujer indigente y su hijo, haciendo entonces un desesperado llamado radial, a lo que recibió por respuesta un aluvión de aportes. Por eso, cuando tiene 93 años, sus confesiones estremecen a los franceses. Acaba de publicar un libro llamado "Mon Dieu, pourquoi?" ("Dios mío, ¿por qué?"), en donde señala haber tenido relaciones sexuales esporádicas después de su ordenación en 1938. Peor aún, se manifiesta a favor de terminar de una buena vez con el celibato eclesiástico, subrayando lo obvio: que los apóstoles alrededor de Jesús, a su vez, no eran solteros. "En este tiempo de escasez de vocaciones sacerdotales, la Iglesia no debería privarse de ordenar a hombres casados". Y hay más: apoya las relaciones homosexuales. Que tales afirmaciones vengan de parte de uno de los hombres católicos y de Iglesia más respetados de Francia, es algo que debería poner a reflexionar al intransigente, dogmático y totalitario Pepe Ratzinger, A.K.A. Benedicto XVI. ¿O es que acaso intentará acallarlo por todos los medios, como lo hizo Juan Pablo II con Hans Küng, y con la gente de la Teología de la Liberación...? Por lo pronto, las emprende también contra la prohibición de ordenar mujeres, diciendo que "esa práctica no iría de acuerdo con la sustancia misma de la fe cristiana. El principal argumento usado para explicar esta prohibición es que Jesús no eligió mujeres entre sus apóstoles. Un argumento que para mi no tiene nada de teológico, sino más bien es de naturaleza sociológico".

EL VATICANO CALIENTA LA MAQUINARIA PARA BEATIFICAR A JUAN PABLO HACEDOR DE SANTOS. Es oficial. El 04 de Noviembre (día de San Carlos, San Karol en Polonia), en Cracovia, comienza el proceso de beatificación de Juan Pablo II, que bien podría ser conocido como Juan Pablo The Saintmaker. El Vaticano nombró a monseñor Tadeusz Pieronek como encargado de escuchar los testimonios en lengua polaca. De este modo, Mein Romanischenführer Benedicto XVI premiará a Juan Pablo II a título póstumo con los óleos de santidad, probablemente por haber hecho en vida el milagro de destrabar la burocracia vaticana y permitir que un contingente importantísimo de santos llegue a los altares durante su vasto pontificado, entre ellos hombres tan cuestionables y cuestionados como Escrivá de Balaguer.

IRAK: HA ESTALLADO LA GUERRA CIVIL RELIGIOSA. Lo dijimos en El Ojo de la Eternidad hasta que nos cansamos: Irak está al borde del holocausto religioso, y las hostilidades acaban de comenzar. El Jueves 27 de Octubre se acaba de producir un enfrentamiento entre milicias suníes y chiítas en ese territorio. A unos 25 kilómetros de Bagdad, un grupo de policías apoyados por milicianos chiítas del Ejército del Mahdi (seguidores de Múqtada Al Sáder) fueron llevados a una emboscada por efectivos suníes, y liquidados. Ningún suní murió en el enfrentamiento. Sin embargo, el secuestro y posterior asesinato de suníes es pan de cada día en Irak. Para las próximas elecciones en Irak, los grupos políticos chiítas están formando alianza, y lo propio hacen los grupos suníes. Aunque varios de ellos parecen preferir la vía pacífica, respira en el aire la duda sobre si los milicianos armados, de los cuales hay uno bajo cada piedra de Irak, obedecerán al llamado pacifista. Múqtada Al Sáder ya tiene experiencia en el arte de ser un hacedor de guerras: no en balde fue él quien provocó los grandes alzamientos chiítas contra las tropas de Estados Unidos, durante la invasión del año 2003.

¡¡¡CONTRA ISRAEL!!! Tal es la consigna de Irán. El Miércoles pasado, el Presidente Mahmoud Ahmadinejad pidió "borrar a Israel del mapa". En esto sigue al Ayatollah Jomeini, quien decretó al último día de Ramadán, desde 1979, como el "Día de Al Quds" (es decir, de Jerusalén), y de solidaridad con el pueblo palestino. El Primer Ministro de Irael Ariel Sharon contestó con virulencia, pidiendo la expulsión de Irán de la ONU, porque "un estado que pide la destrucción de otro no puede ser miembro". Pero sobre la actitud criminal de Israel contra los palestinos desde 1948, incluyendo todos sus intentos por impedir la fundación de un Estado Nacional Palestino independiente, Sharon nada dijo. Por su parte el líder de la ONU, Kofi Annan (el mismo que está cuestionado por corrupción enl os planes de ayuda al Tercer Mundo, y en particular por el programa "petróleo por alimentos en Irak), dijo que Israel tiene los mismos derechos que cualquier otro estado.

LOS FUNDAMENTALISTAS DE ESTADOS UNIDOS OBTIENEN NUEVA VICTORIA. Harriet Miers, candidata del Presidente de Estados Unidos George W. Bush a la Corte Suprema, fue retirada. Se le criticó su falta de práctica constitucional, pero quizás pesó también que en 1993, Miers declarara ser partidaria de la autodeterminación en materia de aborto. La presión vino de parte de los grupos más fundamentalistas y conservadores de la derecha estadounidense, quienes no quieren sólo a una conservadora para el puesto, sino a una conservadora-conservadora. De esta manera, los trogloditas salidos del Paleolítico de la moral imponen nuevamente su visión rígida y fascista de la sociedad.

PASSOLINI REVIENTA UNA VEZ MÁS A LOS PODERES ESTABLECIDOS. En la noche del 01 al 02 de Noviembre de 1975, el afamado cineasta Pier Paolo Passolini habría tratado de agarrarse a un jovencito, y éste contestó a golpes hasta matarlo. Esa es la historia oficial, la que hizo exclamar a Giulio Andreotti: "¡El se la buscó!", cuando los hechos estaban recientes. Pero ahora, a 30 años de tales sucesos, y en medio de la conmemoración de rigor en Italia por uno de sus mejores cineastas, la verdad comienza a relucir. Una película testimonio de Sergio Citti, amigo y colaborador de Passolini recientemente fallecido, desmaraña una compleja trama que hace aparecer tres matones más, además de que el tribunal que investigó el crimen ignoró conscientemente el testimonio de personas claves, incluyendo al propio Citti. Paralelamente, la respetada revista italiana de filosofía y arte "MicroMega" acaba de publicar un artículo fresquito con nuevos antecedentes. Con ello se refuerza la tesis de que Passolini habría sido asesinado por motivos políticos. Passolini era la clase de persona que por su propia inteligencia y superioridad intelectual irritaba a su entorno. Era católico, pero también marxista, con lo que irritaba tanto a comunistas como a la Democracia Cristiana, y siendo homosexual, también irritó a ambos. Es de recordar que Passolini rodó la película "El evangelio según San Mateo", la más brillante adaptación de la vida de Jesucristo en el cine, muy superior a las en general descafeinadas versiones hollywoodenses sobre el particular.

25 octubre 2005

"DEFECTOS DE UN VELO VICTORIANO", POR STEPHEN JAY GOULD.

El siguiente artículo fue publicado por Stephen Jay Gould, el afamado paleontólogo estadounidense, en su libro "El pulgar del panda". A pesar de ser un ensayo de Historia de la Ciencia, un tema a primera vista bastante ajeno a las temáticas propias de El Ojo de la Eternidad, decidimos transcribirlo para EODLE por dos razones. En primer lugar, aborda colateralmente un problema bastante complicado del siglo XIX, cual era el origen singular o múltiple del ser humano, habida cuenta de que existían seres humanos en América que, quizás, no fueran descendientes de Adán (ahora en la actualidad sabemos la respuesta, pero en ese tiempo era distinto). En segundo lugar, es un magnífico ejemplo de como a veces los científicos se dejan cegar en sus teorías por sus propios prejuicios personales. A fin de cuentas, los teólogos no son los únicos que de tanto en tanto sueltan disparates sobre la naturaleza humana. Por cierto, en EODLE recomendamos vivamente "El pulgar del panda" a quienes se muestren interesados en un acercamiento de nivel medio (ni muy erudito, ni muy de texto escolar) a los problemas del Evolucionismo.

"Defectos de un velo victoriano", por Stephen Jay Gould.


Los victorianos nos legaron algunas novelas magníficas, aunque bastante largas. Pero también lanzaron sobre un mundo, al parecer receptivo, un género literario probablemente inigualado en su capacidad para el tedio y el retrato impreciso: las "vidas y correspondencia", en multitud de volúmenes, de hombres eminentes. Estos extensos encomios, escritos habitualmente por viudas desoladas o hijos e hijas leales, se disfrazaban de narración humildemente objetiva, de documentación pura y simple acerca de la palabra y la obra del personaje retratado. Si aceptáramos estos trabajos tal como son, tendríamos que creer que los victorianos eminentes vivían de hecho con arreglo a los valores éticos que decían prohijar -una idea descabellada que Eminent Victorians de Lytton Strachey enterró bien enterrada hace más de cincuenta años.
Elizabeth Cary Agassiz -bostoniana eminente, fundadora y primera presidente del Radcliffe College, y esposa devota del eminente naturalista americano- disponía de todas las credenciales necesarias para ser autora (incluido un marido muerto y muy llorado). Su Vida y correspondencia de Louis Agassiz, convirtió a un hombre fascinante, pendenciero y no excesivamente fiel en un modelo de hombre moderado, estadista modélico, sabio y recto.
Escribo este ensayo en el edificio que Louis Agassiz construyó en 1859 -el ala original del Harvard's Museum of Comparative Zoology. Agassiz, el principal estudioso de fósiles de peces del mundo, protegido del gran Cuvier, abandonó su Suiza nativa por una carrera en América a finales de los años 1840. Como europeo célebre y hombre encantador, Agassiz fue prácticamente devorado por los círculos sociales e intelectuales desde Boston hasta Charleston. Encabezó los estudios sobre Historia Natural en América hasta su muerte en 1873.
Las manifestaciones públicas de Louis eran siempre modelos de propiedad, pero yo esperaba que su correspondencia privada se correspondiera más con su bulliciosa personalidad. Y, no obstante, el libro de Elizabeth, supuestamente una reproducción literal de las cartas de Louis, consigue convertir a ese foco de controversia y fuente de energía incansable en un mesurado y digno caballero.
Recientemente, al estudiar los puntos de vista de Agassiz acerca de las razas y movido por ciertas insinuaciones de la biografía de E. Lurie (Louis Agassiz: A Life in Science), encontré algunas interesantes discrepancias entre la versión de Elizabeth y la cartas originales de Louis. Descubrí entonces que Elizabeth se había limitado a censurar sus textos y que ni siquiera había insertado elipsis (esos tres puntos tan irritantes) para indicar las supresiones. Harvard posee las cartas originales, y una cierta actividad detectivesca por mi parte dejó al descubierto un material bastante sabroso.
En el período anterior a la Guerra Civil, Agassiz expresó claras opiniones acerca del status de los negros y los indios. Como hijo adoptivo del Norte rechazaba la esclavitud, pero como caucasiano de la capa superior, desde luego no unía a su rechazo criterio alguno de igualdad racial.
Agassiz presentaba sus actitudes raciales como deducciones sobrias e ineluctables sobre postulados básicos. Mantenía que las especies son entidades estáticas, creadas (cuando murió en 1873, Agassiz se encontraba prácticamente solo entre los biólogos en su oposición a la marea darwiniana). No son puestas sobre la tierra en un único lugar, sino que son creadas simultáneamente por doquiera. A menudo se crean especies relacionadas entre sí en regiones geográficas separadas, cada una de ellas adaptada al entorno de su propia área. Dado que las razas humanas se ajustaban a estos criterios antes de que el comercio y la emigración nos entremezclaran, cada raza es una especie biológica separada.
Así, el principal biólogo de América cayó firmemente en el lado equivocado de un debate que llevaba arrasando la nación una década cuando él llegó: ¿fué Adán el progenitor de todos los hombres, o sólo el de los hombres blancos? ¿Son los negros y los indios nuestros hermanos, o simplemente se nos parecen? Los poligenistas, Agassiz entre ellos, sostenían que cada raza principal había sido creada como una especie separada; los monogenistas defendían un origen único y clasificaban las razas por su degeneración desigual a partir de la perfección primigenia del Edén -el debate no incluía a ningún igualitario. En buena lógica, separado no significa desigual, como argumentaban en 1896 los triunfadores del caso Plessy versus Fergunson. Pero como mantuvieron en 1954 los triunfadores del juicio de Browns versus Topeka Board of Education, un grupo en el poder siempre identifica la separación con la superioridad. No existía ningún poligenista americano que no asumiera que los blancos eran una especie separada y superior.
Agassiz insistía en que su defensa de la poligenia no tenía nada que ver con la advocación política del prejuicio social. El era, según decía, un estudioso humilde y desinteresado que intentaba establecer un hecho intrigante de la historia natural.
Se ha acusado a los criterios aquí presentados de que tienden a apoyar la esclavitud... ¿Es ésa una objeción válida a una investigación filosófica? Aquí tan sólo nos preocupamos de la cuestión del origen del hombre; que los políticos, aquellos que se sienten llamados a organizar la sociedad humana, decidan qué hacer con los resultados... Rechazamos toda conexión con cualquier cuestión que implique criterios políticos... Los naturalistas tienen derecho a considerar las cuestiones que surgen de las relaciones físicas entre los hombres como cuestiones meramente científicas y a investigar sobre ellas sin referencia alguna ni a la política ni a la religión.
A pesar de estas valerosas palabras, Agassiz finaliza su principal declaración acerca de las razas (publicada en el Christian Examiner, 1850) con ciertas recomendaciones sociales perfectamente concretas. Comienza apoyando la doctrina de la separación y la desigualdad: "Hay sobre la tierra diferentes razas de hombres, que habitan diferentes partes de su superficie... y este hecho nos impone la obligación de aclarar defintivamente el rango relativo de estas razas". La jerarquía resultante es perfectamente obvia: "El indómito, valeroso y orgulloso indio -cuán diferente es la luz que le ilumina si le observamos junto al sumiso, obsequioso e imitativo negro, o junto al traicionero, astuto y cobarde mongol. ¿Acaso no son estos hechos indicaciones de que las diferentes razas no tienen el mismo rango en la naturaleza?" Finalmente, por si no había quedado claro su mensaje político con esta generalización, Agassiz finaliza advocando una política social específica -contraviniendo así su juramento original de abjurar de la política a cambio de la vida pura de la mente. La educación, plantea, debe ser ajustada a las capacidades innatas; prepárese a los negros para los trabajos manuales y a los blancos para los intelectuales.
Cuál sería la mejor educación que podría impartirse a las diferentes razas como consecuencia de su primitiva diferenciación... No albergamos la más mínima duda de que los asuntos humanos referidos a las razas de color estarían mucho más juiciosamente llevados si, en nuestra relación con los miembros de las mismas, nos guiara una clara consciencia de la diferencia real existente entre nosotros y ellos y un deseo de fomentar aquellas disposiciones que se encuentren más acentuadas en ellos, en lugar de tratarles en términos de igualdad.
Dado que estas disposiciones "eminentemente acentuadas" son la sumisión, la obsequiosidad y la imitación, es fácil imaginar lo que tenía en mente Agassiz.
Agassiz tenía presencia política, en gran medida porque hablaba como científico, supuestamente motivado tan sólo por los datos de sus investigaciones y la teoría abstracta a la que daban cuerpo. En este contexto, el origen de las ideas de Agassiz acerca de las razas se convierte en algo de cierta importancia. ¿Sería cierto que él no tenía sardina a la que arrimar el ascua, ninguna predisposición, ningún ímpetu más allá de su amor a la Historia Natural? Los pasajes expurgados en Life and Correspondance arrojan bastante luz sobre el asunto. Muestran a un hombre de fuertes prejuicios basados fundamentalmente en reacciones viscerales inmediatas y profundos miedos sexuales.
El primer pasaje, de una fuerza casi escandalosa, incluso transcurridos 130 años, recuerda la primera experiencia de Agassiz con personas negras (jamás había conocido negros en Europa). Visitó América por primera vez en 1846 y le escribió a su madre una larga carta detallándole sus experiencias. En la sección dedicada a Filadelfia, Elisabeth Agassiz registra tan sólo sus visitas a museos y a domicilios particulares de científicos. Suprime, sin elipsis, su primera impersión acerca de los negros -una reacción visceral ante los camareros del restaurante de un hotel. En 1846, Agassiz creía aún en la unicidad humana, pero este pasaje deja al descubierto una base explícita, asombrosamente acientífica, para su conversión a la poligenia. Por vez primera, por lo tanto, y sin omisiones:
Fue en Filadelfia donde me encontré por vez primera en prolongado contacto con negros; todos los criados de mi hotel eran hombres de color. Casi no puedo expresarle la dolorosa impresión recibida, especialmente dado que el sentimiento que inspiraban en mí es contrario a todas nuestras ideas acerca de la confraternidad del tipo humano y del origen único de nuestra especie. Pero la verdad ante todo. No obstante, experimenté piedad ante la visión de esta raza degradada y degenerada, y su suerte me inspiró compasión al pensar que son realmente hombres. No obstante, me resulta imposible reprimir el sentimiento de que no pertenecen a nuestra misma sangre. Al ver sus negros rostros con sus gruesos labios y sus repulsivos dientes, la lana de sus cabezas, sus dobladas rodillas, sus manos alargadas, sus largas y curvadas uñas, y especialemnte el lívido color de las palmas de sus manos, me sentía incapaz de arrancar mis ojos de sus caras para ordenarles que se mantuvieran alejados de mí. Y cuando adelantaban aquella repugnante mano hacia mi plato para servirme, deseaba ser capaz de salir para comer un trozo de pan en cualquier lugar, con tal de no tener que cenar con semejante servicio. ¡Qué desgracia para la raza blanca -el haber ligado su existencia tan íntimamente a la de los negros en ciertos países! ¡Que Dios nos preserve de semejante contacto!

La segunda serie de documentos procede de mediados de la guerra civil. Samuel Howe, marido de Julia Ward Howe (autora del Battle Hymn of the Republic) y miembro de la comisión investigadora del Presidente Lincoln, escribió a Agassiz para preguntarle su opinión acerca del papel de los negros en una nación reunificada. En el transcurso de agosto de 1863, Agassiz le respondió en cuatro extensas y apasionadas cartas. Elisabeth Agassiz las expurgó para convertir las afirmaciones de Louis en una opinión sobriamente expuesta (a pesar de su contenido peculiar), derivada de postulados básicos y motivada tan sólo por el amor a la verdad.
Louis argumentaba, en pocas palabras, que las razas debían mantenerse separadas ya que si no la superioridad de la blanca se vería diluida. Esta separación debería producirse naturalmente, ya que los mulatos, como cepa débil, finalmente se extinguirían. Los negros abandonarían los climas norteños tan inapropiados para ellos (ya que fueron creados como especie separada para Africa); se desplazarían al sur en manadas y eventualmente prevalecerían en algunos estados de las tierras bajas, aunque los blancos mantendrían su dominio sobre las costas y las tierras altas. Tendremos que reconocer estos estados, incluso admitirlos en la Unión, como la mejor solución para una mala situación; después de todo, reconocemos a "Haití y Liberia".
Las sustanciosas supresiones de Elisabeth exhiben las motivaciones de Louis con un prisma muy diferente. Irradian un miedo cerval y unos prejuicios ciegos. En primer lugar, ella omite las referencias más denigrantes a los negros: "Diferentes en todo a las demás razas, escribe Louis, pueden compararse a niños, crecidos hasta la estatura de adultos, pero que conservan una mente infantil". En segundo lugar, suprime todas las afirmaciones elitistas acerca de la correlación entre la sabiduría, la riqueza y la posición social en el seno de las razas. En estos pasajes, comenzamos a percibir los verdaderos miedos de Louis acerca del entecruzamiento de razas.
Me estremece pensar en las consecuencias. Tenemos ya que luchar, en nuestro progreso, contra la influencia de la igualdad universal y, como consecuencia, contra la dificultad de preservar las adquisiciones de la eminencia individual, el tesoro de refinamiento y cultura que surge de asociaciones selectas. ¿Cuál sería nuestra situación si a estas dificultades se vieran añadidas las influencias mucho más tenaces de la incapacidad física? Las mejoras en nuestro sistema educativo... pueden más pronto o más tarde contrarrestar los efectos de la apatía de los incultos y de la grosería de las clases inferiores elevándolas a un nivel superior. Pero ¿cómo podremos erradicar el estigma de una raza inferior una vez que se haya permitido que su sangre fluya libremente en la de nuestros hijos?
En tercer lugar, y de máxima significación, ella omite varios pasajes extensos acerca de la hibridación que sitúan toda esta correspondencia en un escenario radicalmente diferente al que ella había creado. En ellos captamos la revulsión intensa y visceral de Louis ante la idea del contacto sexual entre razas. Este profundo e irracional miedo era una fuerza motriz tan fuerte para él como cualquier idea abstracta acerca de la creación diferenciada: "La producción de mestizos, escribe, es tanto un pecado contra la naturaleza como pueda serlo contra la pureza del carácter el incesto en una comunidad civilizada... yo lo considero una perversión de todo sentimiento natural".
Esta aversión natural es tan fuerte que el sentimiento abolicionista no puede reflejar simpatía innata alguna por los negros, sino que debe surgir porque muchos "negros" tienen cantidades sustanciales de sangre blanca y los blancos sienten instintvamente esa parte de sí mismos: "No existe duda en mi mente de que el sentimiento de aborrecimiento contra la esclavitud, que ha llevado a la agitación que ahora culmina con nuestra guerra civil, ha sido fundamentalmente, si bien inconscientemente, apadrinado por el reconocimiento de nuestro propio tipo en la descendencia de caballeros del sur que se mueven entre nosotros como negros (sic), cosa que no son".
Pero si las razas se repelen mutuamente de modo natural, ¿cómo entonces sacan los "caballeros sureños" tanto partido a sus mujeres esclavas? Agassiz culpa a las esclavas mulatas. Su color blanco las hace atractivas: su negritud, lascivas. Los jóvenes e inocentes muchachos se ven provocados y atrapados.
En cuanto empiezan a despertar los deseos sexuales en los jóvenes del sur, encuentran fácil satisfacerlos por la presteza con que son atendidos por sus sirvientes de color (mulatas). (Este contacto) embrutece sus mejores instintos en esa dirección y les lleva gradualmente a buscar compañía más picante, como he oído llamar a las negras puras por parte de disipados hombres jóvenes. Una cosa se segura que no existe elemento alguno de elevación concebible en la conexión de individuos de diferentes razas; no existe ni amor ni deseo de mejora alguno. Es, en todo sentido, un contacto físico.
Cómo se sobrepuso una generación anterior de caballeros a su aversión a producir los primeros mulatos, es algo que no nos explica.
No podemos saber con detalle con qué motivos eligió Elisabeth sus omisiones. Dudo que todas sus acciones se vieran motivadas por el deseo consciente de transformar los motivos de Louis de puros prejuicios en implicaciones lógicas. Probablemente fuera un simple pacatismo victoriano lo que la llevó a rechazar toda publicación de afirmaciones referentes al sexo. En cualquier csao, sus eliminaciones distorsionaron los pensamientos de Louis Agassiz e hicieron que sus intenciones fueran acordes con el falaz y útil modelo favorecido por los científicos -que las opiniones surgen del examen desapasionado de una información sin elaborar.
Estas restauraciones muestran cómo Louis Agassiz se vio impulsado a considerar la teoría poligénica de las razas como especies separadas por su reacción visceral inicial ante el contacto con los negros. Demuestran tambiuén que sus criterios extremos acerca de la mezcla de razas estaban más intensamente dictados por una intensa revulsión sexual que por cualquier teoría abstracta acerca de la hibridación.
El racismo se ha visto a menudo respaldado por científicos que presentan una imagen pública de objetividad para enmascarar sus prejuicios -que son los que les guía. El caso de Agassiz puede ser lejano, pero su mensaje resuena también en nuestro siglo.

RELIGIÓN AL INSTANTE: PASA LA CONSTITUCIÓN DE IRAK Y OTROS.

APROBADA LA CONSTITUCIÓN IRAKÍ. La Constitución de Irak pasó contra viento y marea. Si tres provincias la rechazaban por los dos tercios de los votos en cada una, había que enviarla al constituyente con una nota de "devuelta por el remitente". Pero se aprobó en 15 de 18 provincias. Los suníes, que intentaron vetarla contra viento y marea, no consiguieron oponerse a ella. Por supuesto que esto no es el fin ni mucho menos. Ahora viene formar una Asamblea Nacional, a la que Estados Unidos, con enorme gracia y magnificencia, entregará el poder. Y en lo religioso, que es lo que interesa a El Ojo de la Eternidad, la cosa viene difícil. La minoría sunita, otrora gobernante bajo Saddam, deberá entenderse con la mayoría chiíta. Además, vienen cuestiones ideológicas fundamentales, cómo por ejemplo el rol que tendrá el Islam en la legislación nacional, o la idea de promover los derechos humanos. De hecho, ya la Constitución afirma que el Islam es la religión oficial del país, y fuente de inspiración para sus leyes...

HUGO CHÁVEZ LE HACE DESCONOCIDA A MEIN ROMANISCHENFÜHRER. El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dejó plantado y con el almuerzo servido a Mein Romanischenführer, el Papa Benedicto XVI. Como Chávez y el Vaticano han tenido sus pequeños roces, pues bien, parece que Chávez no quiso exponerse a una reprimenda por parte del Rottweiler de Dios, para no enquistarse entre los católicos de su país.

¡¡LOS ITALIANOS ABREN FUEGO CONTRA BENEDICTO!! Sí. Comenzó la temporada de críticas contra Benedicto XVI. En Italia, un país que tradicionalmente se anda de puntillas con respecto al Vaticano, el diario La Reppublica publicó un artículo de un vaticanista muy respetado, llamado Marco Politi. ¿Qué afirma? Que Benedicto XVI se aisla de la gente, no tiene amigos en la Curia, no almuerza con nadie, no conversa con nadie sus decisiones... Algo bastante peligroso, por cierto. Es conocida la ambición de los cardenales vaticanos, quienes no tienen otra ocupación en la vida que llegar a ser Papas, así es que si les niegan su cuota de poder, quién sabe... los accidentes, como envenenarse con veneno para ratas en la comida, esas cosas ocurren... No es que esa perspectiva nos alegre, que Benedicto XVI, a pesar de justificar sobradamente el sobrenombre de Rottweiler de Dios que le dieron los ingleses, sigue siendo un ser humano, aunque no lo parezca.

BENEDICTO CONTRAATACA: LA PRIMERA ENCÍCLICA. Para el 08 de Diciembre (Día de la Inmaculada Concepción) está prevista la publicación de la primera encíclica de Benedicto XVI. Aparentemente se tratará de una cogitación de 45 o 50 páginas sobre la figura de Cristo en los evangelios, sobre la vinculación entre éste como Palabra encarnada, y el Amor divino. Potenciará también la imagen de la Virgen María, para hacer colocación de su producto entre la fracción femenina de su público. También se ataca al relativismo, diciendo que sólo vale Cristo (y si es por medio de la Iglesia Católica, mejor). De esta manera, Benedicto XVI reafirma su juramento de luchar hasta sus últimas fuerzas contra el laicismo y el secularismo, que nos han dado cosas tan demoníacas como la penicilina o los computadores... (mencione usted un inventor que sea al mismo tiempo hombre de iglesia: quizás con Rogerio Bacon y Blaise Pascal se agote su lista en los últimos mil años). Pareciera ser que esta primera encíclica estará en las antípodas de algunos saludables primeras encíclicas históricas como la Rerum Novarum de León XIII, o la Pacem In Terris de Juan XXIII...

23 octubre 2005

BREVE RESEÑA DEL PADRE HURTADO

La siguiente reseña sobre el Padre Alberto Hurtado, fue publicada en el diario La Tercera de Santiago de Chile, el Domingo 23 de Octubre de 2005, coincidiendo con la canonización del mismo. No deja de ser instructivo repasar su vida y aspiraciones, ahora que los empresarios y acomodados de Chile hacen esfuerzos inconcebibles para apoderarse de su figura y legado, y de esta manera limpiar sus conciencias con respecto a su propia insensibilidad social, que en vida tanto les fustigara justamente el Padre Hurtado. Incluso, ya no hablan de él como "Alberto Hurtado", sino con los dos apellidos, "Alberto Hurtado Cruchaga", para dejar bien en claro que "era de la alta"... Disgresiones aparte, aquí va el texto en cuestión:

"La vida, los hitos y el legado del sacerdote jesuita", por Macarena Royo y Sebastián Vásquez.

Desde pequeño Alberto Hurtado vivió en carne propia la pobreza. A sus cuatro años, sufre la pérdida de su padre, por lo que su mamá, Ana Cruchaga, se ve en la obligación de trasladarse desde el fundo en Casablanca a Santiago y a vivir de "allegados" en casas de parientes.

Cuatro años más tarde ingresa al Colegio San Ignacio de los padres jesuitas, donde el influjo del padre Fernando Vives se vuelve clave en su vocación sacerdotal. A los 16 años (1917) pide entrar a la Compañía de Jesús, pero los clérigos le aconsejan esperar, debido a la difícil situación económica por la que atravesaba su familia.

Tras estudiar Leyes cumple su anhelo de ingresar a la Orden Jesuita. La formación le exige alejarse del país y de su familia por 11 años. En este período recorre y se perfecciona en países como Argentina y España (Barcelona) para culminar en Bélgica (Lovaina), donde a los 32 años es ordenado sacerdote y estudia Pedagogía y Teología.


De vuelta en Chile.

En febrero de 1936 decide volver a Chile, donde encuentra una gran crisis social. En este momento comienza su intenso apostolado. Concentra sus energías en la formación de jóvenes, a través de las clases que imparte en el Colegio San Ignacio, en el Seminario Pontificio, en la Universidad Católica y en la escuela nocturna.

Desde siempre tuvo sintonía con sus alumnos. Algunos de ellos han mencionado que optaron por el camino del sacerdocio gracias a que conocieron a Alberto Hurtado.

Siempre se sintió conmovido por el dolor de los pobres. El sacerdote se vuelve en un acérrimo crítico social y sus intervenciones provocan cada vez más polémica. Motivado por la distancia que había entre ricos y pobres, en 1941 publica el libro "¿Es Chile un país católico?", quizás uno de sus principales legados.

Su discurso fue rechazado por diferentes sectores e, incluso, de la Iglesia. Es así también como crea su obra más representativa: el Hogar de Cristo, institución que hasta hoy ha mantenido su sello. Por las noches, recorría las calles de Santiago en su camioneta verde para recoger niños abandonados y los invitaba a vivir en esta nueva casa de acogida.

Forma la Acción Sindical Chilena (Asich), movimiento de difusión de la doctrina social de la Iglesia que nace para ofrecer una vía alternativa a los obreros, con miras a defender la dignidad del trabajo por sobre cualquier consigna ideológica. Las críticas se repiten, pero no sólo desde el empresariado, sino también desde el comunismo.

Otro de sus legados fue la Revista Mensaje, instrumento de expresión del pensamiento católico. Su labor social sólo la pudo frenar el cáncer en 1952. Pero su legado se mantiene hasta hoy.

RELIGIÓN AL INSTANTE: EL COMBO DE CINCO SANTOS DE BENEDICTO XVI Y OTROS

ABIERTA LA TEMPORADA DE CAZA: BENEDICTO XVI HACE COMBO MCDONALDS DE CINCO SANTOS EN UNA SOLA EUCARISTÍA DE CANONIZACIÓN. En una eucaristía con la que mata varios pájaros de un solo tiro (clausura el Sínodo de Obispos, cierra el Año de la Eucaristía, y al mismo tiempo canoniza), cinco nuevos santos fueron elevados a los altares. Ellos son el chileno Alberto Hurtado Cruchaga (1901-1952), los italianos Felice da Nicosia (1715-1787) y Gaetano Catanoso (1879-1963), y los polacos Jozef Bilczewski (1860-1923) y Zygmunt Gorazdowski (1845-1920). Son los primeros santos que proclama Benedicto XVI en su Pontificado. Por cierto, esperamos que Mein Romanischenführer Benedicto sea más prudente que Juan Pablo II, quien realmente batió todos los récords canonizando gente a diestra y siniestra, quizás pensando que la cantidad puede compensar la calidad, o tal vez imbuido de la creencia que, entre tantos santos, cómo no va a haber al menos uno que le guste al feligrés para tomarlo como modelo de vida, o simple afán de batir un Récord Guinness, o quien sabe qué...

¡A LA FOTO CON EL PADRE HURTADO (AUNQUE ESTÉ MUERTO), YO LO VI PRIMERO! Benedicto XVI, siempre más amigo de las cuestiones espirituales ultramundanas que de los problemas sociales, quedó hondamente impresionado por la concurrencia de cerca de 6.000 feligreses chilenos a la canonización del Padre Hurtado. Ni siquiera se le pasó por la cabeza que los dólares de esos 12.000 pasajes de avión hubieran dado alimento a muchos pobres del Hogar de Cristo, la fundación que Alberto Hurtado fundara hace medio siglo atrás... Para colmo el masón Ricardo Lagos, en el saludo protocolar posterior, olvidó todo el historial de persecusión que la Iglesia Católica tiene en contra de la Masonería, y le habló del "enorme cariño" que se le tiene en Chile (no hablaba por los redactores de El Ojo de la Eternidad, dénlo por seguro, a pesar de que todos somos chilenos); Lagos terminó de hundirnos invitándolo formalmente a Chile, por lo que Benedicto estaría incorporando la idea para su agenda. Corren rumores que para 2007, fecha simbólica por ser los veinte años desde que Juan Pablo II pisó tierra chilena.
En cuanto a los candidatos a las elecciones presidenciales de Chile, corrieron para la foto. Michelle Bachelet (por la Concertación) sacó su filiación socialista y habló de justicia social. Sebastián Piñera, el ricachón que quiere ser Presidente, dijo que debe seguirse su ejemplo para terminar con la pobreza. Joaquín Lavín, el miembro de aquella secta que propugna el inmovilismo social que es el Opus Dei, habló de "exigencias de solidaridad". Y Tomas Hirsch, el humanista-ecologista-comunista de barrio alto, dijo sentirse avergonzado por la manera en que los líderes derechistas Lavín y Piñera intentaban colgarse de Hurtado Superstar...
El Presidente de la Corte Suprema, Marcos Libedinski, por su parte, destacó la "transversalidad" de la figura del Padre Hurtado, un tipo que en vida, por cierto, no era nada de transversal para hacer críticas y cuestionarse si Chile era un país católico...

¿¿¿QUERÍAN REFORMAS??? ¿¿¿AH??? Quienes aspiraban a que la Iglesia Católica se reforme de una buena vez por todas, sufrieron una nueva derrota. Mein Romanischenführer da por culminado el Sínodo de Obispos, en donde los cardenales riñones de bisagra del Vaticano siguen insistiendo en la misma línea programática que Benedicto XVI ha defendido con encono durante años, espoleado por su ciego orgullo y su peregrina creencia de ser un iluminado de Dios.. Tres semanas de trabajo quedan resumidos en un informe de magras siete páginas. ¿Qué puede decirse en tan poco espacio, después de tanto trabajo? Básicamente: continúen con lo mismo. En cuanto a la secularización, pretenden revivir la alegría de ser cristiano (lo que no tiene por qué ser algo malo), pero a costa de combatir el relativisimo (o sea, o Cristo o nada), sin que ahonde mayormente en qué harán con quienes vaguen por el error y la mentira (o sea El Ojo de la Eternidad, entre otros, ya que nosotros usamos nuestra inteligencia para cuestionar lo que está mal, en vez de acatar ciegamente al absolutismo papal). Sobre el Africa, el Vaticano pidió mayor solidaridad a los gobiernos, para que allá pueda vivirse una existencia digna, y de paso, entre los propósitos inconfesados, transformarse así en defensor de la causa africana para tratar de ganar todo un nuevo continente para su anquilosada y carcomida estructura de poder... Sobre los divorciados, ellos no pueden comulgar, y punto; están en su derecho de decidir a quienes dan la comunión o no, que para eso ellos ponen la harina para hacer la hostia, pero no deja de ser una decisión estúpida y muy poco acorde con los tiempos, por no hablar de la caridad cristiana... Se habla también de corregir los abusos introducidos en la liturgia por el Concilio Vaticao II (¡agárrense, por ese camino terminaremos volviendo a las misas en latín...!). Sobre la crisis de vocaciones sacerdotales, no se eliminan cosas como el celibato eclesiástico ni nada, sino que se llama a rezar para que con este lamentable estado de cosas, aún así hayan corderos que quieran caminar por sus propios pasitos al matadero (sería un milagro, pero los milagros son la especialidad del Jefe de Jefes). Al mismo tiempo se habla de adoctr... perdón, de llamar a los jóvenes para que no teman a Cristo (a Cristo quizás no teman, pero a la Iglesia Católica es otra cosa). Como para que no digan, también hace exhortaciones a acordarse de pobres y enfermos, lo suficientemente generales para que nadie se sienta obligado a hacer demasiado caso. Y también hay algunas sutiles indirectas sobre las políticas hacia el aborto, que el Vaticano condena. Por último, se hace un recordatorio de Juan Pablo II y su pontificado, como última ancla de salvación para el no tan carismático Benedicto XVI...

LOS CRISTIANOS DE EGIPTO BAJO ASEDIO. Una manifestación anticristiana en Egipto terminó con tres muertos y 80 heridos. Después de la plegaria del Viernes, en Alejandría, un grupo de radicales musulmanes protestó por la difusión de un DVD con una obra teatral representada hace dos años en la Iglesia de San Jorge, de esa ciudad, y que es acusada de ser antiislámica por los musulmanes. El asunto escaló barrio por barrio, hasta terminar en quebrazón de vidrios y ataques físicos contra las personas mismas de los cristianos, además de ataques a negocios y a un hospital copto (los coptos son la variante más importante del Cristianismo en Egipto). El Sábado, los cristianos de Alejandría se parapetaron en sus casas y se negaron a abrir sus negocios. Entretanto, una cena tradicional que se celebra entre musulmanes y cristianos al final de Ramadán, fue cancelada. El DVD en cuestión, por cierto, se llama "Era ciego y ahora puedo ver", y se trataría de un cristiano que se convierte al Islam y comienza a atacar cristianos... El representante de la iglesia copta, el padre Aogustinus, acusa a la prensa de incitar al odio religioso contra los cristianos, mientras que facciones radicales egipcias estarían llamando a una guerra santa... Alejandría tiene un largo historial de disturbios religiosos, y no siempre con los cristianos como víctimas: el más grave de todos se produjo el año 415, cuando por instigación del obispo Cirilo de Alejandría, la brillante matemática pagana Hipatia fue linchada por una multitud cristiana fanática. Todo se paga en esta vida, aunque sea con quince siglos de retraso...

E IRAK SIGUE EN LA ESTACADA. A una semana de haberse celebrado el dichoso referéndum para aprobar o rechazar la flamante Constitución irakí que ha contado con el gentil auspicio de Estados Unidos, los resultados definitivos aún no están. Hasta el momento estaría ganando el sí (desde 51% hasta 99% de los votos), pero faltan resultados de cinco provincias consideradas claves. De manera nada extraña, la única provincia que no ha aprobado la Constitución hasta ahora, es la de Salahedín, cuya capital, Tikrit, era el gran bastión sunita de Saddam Hussein (allí sólo sacó 18%). El problema es que quedan dos provincias con fuerte presencia sunita, y si en ellas el rechazo alcanza los dos tercios, entonces la nueva Constitución quedará anulada. Por su parte Alí al Sistani, el Ayatollah y boss máximo de los chiítas de Irak, habría dado su apoyo a una iniciativa de "reconciliación nacional", lo que es un buen signo para evitar que el lío religioso en Irak se transforme en una tragedia.

LA EUCARISTÍA Y LA TRANSUBSTANCIACIÓN

Con una fastuosa misa (eucaristía, precisamente), el Domingo 23 de Octubre fue clausurado el llamado Año de la Eucaristía, por la Iglesia Católica. En el último tiempo, Benedicto XVI no ha perdido oportunidad de llamar a los católicos, y muy en particular a los jóvenes, a la celebración del llamado "misterio cristiano". Sin embargo, ¿sabemos verdaderamente qué se esconde tras la eucaristía? ¿Cuál es la Teología que la respalda? El Ojo de la Eternidad responde a estas cuestiones arrojando luz sobre un tema no demasiado conocido, pero que resulta clave para entender todo esto: el Dogma de la Transubstanciación.

LA EUCARISTÍA SEGÚN LA IGLESIA.

La Iglesia Católica considera la eucaristía (esto es, la misa) como la celebración gozosa del misterio cristiano, en la cual participan todos los fieles. El momento central de la misma es la comunión, en donde el fiel ingiere pan y vino, que representan la carne y la sangre de Jesucristo.

Una interesante cuestión teológica versa justamente sobre el pan y el vino. Una manera de verlo es que el pan y el vino son símbolos o representaciones de la carne y la sangre de Jesucristo. Otra manera, un tanto más drástica de verlo, es que Jesucristo en verdad se encarna, material y físicamente, dentro del pan y el vino, de manera que el fiel está realmente consumiendo a Jesucristo, o al menos una fracción de él, durante la misa. A primera vista, si usted no está enterado de cuestiones teológicas profundas, ¿a cuál posición adscribiría usted? ¿qué piensa al respecto?

Si dijo que el pan y el vino son representaciones o símbolos, entonces prepárese para ir de cabeza a los infiernos. Según la Iglesia Católica, Jesucristo se encarna, de manera literal y física, en el pan y el vino.

Un breve repaso al Catecismo de la Iglesia Católica puede ser muy iluminador (el número que sigue a la sigla CIC, corresponde al "canon" o artículo del Catecismo).

“…todos los que comen de este único pan, partido, que es Cristo, entran en comunión con él y forman un solo cuerpo en él (cf 1 Co 10,16-17).” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1329).

“…por este sacramento nos unimos a Cristo que nos hace partícipes de su Cuerpo y de su Sangre para formar un solo cuerpo (cf 1 Co 10,16-17)” (CIC, 1331).

“En el corazón de la celebración de la Eucaristía se encuentran el pan y el vino que, por las palabras de Cristo y por la invocación del Espíritu Santo, se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.” (CIC, 1333). “Al convertirse misteriosamente en el Cuerpo y la Sangre de Cristo…” (CIC, 1333).

“Los tres evangelios sinópticos y S. Pablo nos han transmitido el relato de la institución de la Eucaristía; por su parte, S. Juan relata las palabras de Jesús en la sinagoga de Cafarnaúm, palabras que preparan la institución de la Eucaristía: Cristo se designa a sí mismo como el pan de vida, bajado del cielo (cf Jn 6).” (CIC, 1338).

“…se lleva al altar, a veces en procesión, el pan y el vino que serán ofrecidos por el sacerdote en nombre de Cristo en el sacrificio eucarístico en el que se convertirán en su Cuerpo y en su Sangre.” (CIC, 1350).

“En la comunión, precedida por la oración del Señor y de la fracción del pan, los fieles reciben "el pan del cielo" y "el cáliz de la salvación", el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se entregó "para la vida del mundo" (Jn 6,51)” (CIC, 1355).

“El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular. Eleva la eucaristía por encima de todos los sacramentos y hace de ella "como la perfección de la vida espiritual y el fin al que tienden todos los sacramentos" (S. Tomás de A., s.th. 3, 73, 3). En el santísimo sacramento de la Eucaristía están "contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero" (Cc. de Trento: DS 1651). "Esta presencia se denomina `real', no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen `reales', sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente" (MF 39).” (CIC, 1374).

“Mediante la conversión del pan y del vino en su Cuerpo y Sangre, Cristo se hace presente en este sacramento.” (CIC, 1375).

El Concilio de Trento resume la fe católica cuando afirma: "Porque Cristo, nuestro Redentor, dijo que lo que ofrecía bajo la especie de pan era verdaderamente su Cuerpo, se ha mantenido siempre en la Iglesia esta convicción, que declara de nuevo el Santo Concilio: por la consagración del pan y del vino se opera el cambio de toda la substancia del pan en la substancia del Cuerpo de Cristo nuestro Señor y de toda la substancia del vino en la substancia de su sangre; la Iglesia católica ha llamado justa y apropiadamente a este cambio transubstanciación" (DS 1642).” (CIC, 1376).

“La presencia eucarística de Cristo comienza en el momento de la consagración y dura todo el tiempo que subsistan las especies eucarísticas. Cristo está todo entero presente en cada una de las especies y todo entero en cada una de sus partes, de modo que la fracción del pan no divide a Cristo (cf Cc. de Trento: DS 1641).” (CIC, 1377).

Como el Dogma de la Transubstanciación es un dogma de fe, entonces nadie puede ser católico y no creer en esto.

LAS DISPUTAS POR LA TRANSUBSTANCIACIÓN.

Como tantos otros dogmas católicos, la Transubstanciación no la ha tenido fácil. Los primeros Padres de la Iglesia no creían demasiado en ella, aunque sí hablaron profusamente de la eucaristía. Si se leen atentamente las citas que el Catecismo de la Iglesia Católica hace de los textos antiguos, es posible encontrar una serie de alabanzas sobre las excelencias espirituales de la eucaristía, pero en ningún minuto se menciona que el pan y el vino sean algo más que meros símbolos.

El origen del dogma de la Transubstanciación debe encontrarse recién en la Edad Media. Uno de los objetivos declarados de la Iglesia Católica, desde el Papado de Gregorio VII (1073-1085) en adelante, fue el fortalecimiento de la autocracia papal, a expensas de los obispos y autoridades religiosas locales, y de los laicos. Esto llevó a una concentración del poder religioso en las altas esferas clericales. Una consecuencia teológica de este proceso fue declarar que sólo un sacerdote debidamente consagrado era capaz de oficiar la misa, lo que le confería a los sacerdotes un poder único sobre la feligresía, expropiando de ésta la facultad de celebrar la misa, y por tanto, de rebelarse contra las autoridades eclesiásticas.

En la historia del Cristianismo, la mayor parte de las disputas teológicas encubren otra clase de luchas bien distintas. La disputa por la Transubstanciación, dentro de este contexto, encubre una áspera disputa entre el poder central de la Iglesia Católica, y otros focos rebeldes de poder. En esa fase de la Edad Media en que el Papado estaba fortaleciéndose (siglos XII a XV), Europa vio también el surgimiento de un poderoso movimiento burgués, el que buscaba la mayor libertad posible para abrirse camino y erigir poderosos imperios económicos. Las primeras grandes transnacionales datan del siglo XVI, época en la que un hombre como Jacobo Függer, por ejemplo, se daba el lujo de ser banquero del Emperador Carlos V, a la vez que controlaba el monopolio del cobre en el centro de Europa.

En el paso del siglo XIII a XIV, el empeño de la Iglesia por mantenerse como única sede de autoridad, encontró eco en el Sacro Imperio Romano Germánico, que por ese entonces iba rumbo a la decadencia. La intervención imperial fue decisiva en el siglo XIV, época en la que el Papado fue llevado por la fuerza a Avignon, en Francia, y después sufrió un cisma de cuatro décadas entre dos, e incluso tres, Papas rivales (1378-1417). De esta manera, la entente Iglesia-Imperio unió fuerzas contra todos los movimientos sociales que buscaban surgir por cuenta propia y sacudirse la autoridad eclesiástica de la Iglesia, y la militar del Imperio.

El campo de batalla teológico para esto fue el Dogma de la Transubstanciación. Fue apoyado por la Iglesia Católica y el Imperio, en el Concilio de Constanza. En su contra se pusieron destacados teólogos, siendo el checo Jan Huss el más importante de ellos. Huss no era estrictamente un hombre que quisiera separarse de la Iglesia Católica, ni desobedecer su autoridad, pero sí era checo, y los checos en ese tiempo estaban en una guerra de independencia con el Sacro Imperio Romano Germánico (que perderían después, dicho sea de paso). La historia corta es que Huss fue apresado y quemado en la hoguera en 1415. Poco tiempo después, la Transubstanciación pasó a ser dogma de fe. ¿Alguien ha reparado en que el Catecismo de la Iglesia Católica apoya lo principal de sus argumentos sobre la Transubstanciación, en lo dicho por el Concilio de Trento? Pues bien, éste se celebró entre 1545 y 1563, precisamente como reacción contra el movimiento protestante que amenazaba la unidad cristiana de Europa, y sentó las bases de lo que será la Iglesia Católica hasta el día de hoy…

LA TRANSUBSTANCIACIÓN EN EL DÍA DE HOY.

Evidentemente, para la Iglesia Católica el Dogma de la Transubstanciación rinde pingües beneficios. En realidad, éste forma parte de un elaborado mecanismo de relojería conformado por tres partes:

1. Cristo aparece materialmente en el pan y el vino destinado a la comunión, por lo que este rito es plenamente eficaz para la salvación, o lo es mucho más, al menos, de lo que sería si es que se tratara de una mera representación simbólica al estilo de una obra teatral, en donde los actores simulan ser gente que nunca han sido.

2. Los sacerdotes son los únicos llamados a celebrar la eucaristía y a consagrar las especies eucarísticas. Por tanto, son los únicos que pueden conjurar a Cristo frente a los fieles.

3. Quien no está dentro de la Iglesia Católica y participa de sus mandatos, está condenado al fuego eterno, porque Cristo está real y presente dentro de la misma.

O sea, el Dogma de la Transubstanciación es indispensable para asegurar el mantenimiento del poder de la Iglesia Católica, ya que, hablando en términos económicos, le asegura el monopolio de la presencia de Cristo, y por tanto, el monopolio del camino de la salvación del alma. Dicho de manera aún más cruda: el Dogma de la Transubstanciación es para la Iglesia Catolica lo que el sistema operativo Windows es para Microsoft: más que un mero producto, la clave del monopolio mundial del mercado.

Por si alguien lo duda, reproducimos lo que ordena el Código de Derecho Canónico, en sus cánones 897 y 898:

897. El sacramento más augusto, en el que se contiene, se ofrece y se recibe al mismo Cristo Nuestro Señor, es la santísima Eucaristía, por la que la Iglesia vive y crece continuamente. El Sacrificio eucarístico, memorial de la muerte y resurrección del Señor, en el cual se perpetúa a lo largo de los siglos el Sacrificio de la cruz, es el culmen y la fuente de todo el culto y de toda la vida cristiana, por el que se significa y realiza la unidad del pueblo de Dios y se lleva a término la edificación del cuerpo de Cristo. Así pues los demás sacramentos y todas las obras eclesiásticas de apostolado se unen estrechamente a la santísima Eucaristía y a ella se ordenan.

898. Tributen los fieles la máxima veneración a la santísima Eucaristía, tomando parte activa en la celebración del Sacrificio augustísimo, recibiendo este sacramento frecuentemente y con mucha devoción, y dándole culto con suma adoración; los pastores de almas, al exponer la doctrina sobre este sacramento, inculquen diligentemente a los fieles esta obligación.

Sin embargo, desde un punto de vista teológico, el Dogma de la Transubstanciación ha recibido fuertes críticas, en particular por un hecho bastante grave: si resulta que el pan y el vino son realmente el cuerpo y la sangre de Cristo, y la eucaristía debe celebrarse periódicamente, entonces quiere decir que para la salvación de los fieles no bastó el puro y simple sacrificio de Cristo, que se supone redimió a la Humanidad de una sola vez y para siempre. O sea, la obligación de la eucaristía desvirtúa el sacrificio de Cristo, que a su vez es el fundamento y base de la Iglesia Católica (teóricamente, al menos).

Sin embargo, lo más grave es que la ciencia moderna, una vez más, ha ocasionado estragos en la religión, y la transubstanciación ya no es lo que era. En la Edad Media, la Física era una disciplina en pañales, y por lo tanto, nada se sabía de la estructura interna de la materia. Se consideraba que la materia era un todo continuo, divisible en forma infinita, y se tomaba a Aristóteles como supremo maestro y referente. Ahora bien, la Física de Aristóteles en realidad era una confusa mezcla de hechos y observaciones científicas, con dogmas filosóficos y metafísicos de dudosa catadura intelectual, lo que es disculpable si se considera que en su tiempo no habían microscopios, telescopios, aparatos eléctricos, y un sinfín de herramientas que los científicos usan para sus investigaciones de hoy en día. Aristóteles enseñaba que en todas las cosas era posible distinguir la substancia, que era lo que estaba bajo el sustrato de la materia misma, y los accidentes, que eran las cosas sensibles como olores, colores, formas, etcétera. En ese contexto, es fácil entender que una idea como la transubstanciación, que suena muy disparatada a la luz de nuestros conocimientos científicos modernos, sonara perfectamente razonable a los oídos medievales. No en balde, ésa era la época en que los alquimistas andaban buscando la mítica transmutación alquimística de los elementos en la piedra filosofal...

Pero desde el siglo XIX, comenzó a reunirse evidencia creciente de que la materia no era un todo continuo, y no había nada parecido a la substancia y los accidentes, sino que toda la estructura interna de la materia estaba compuesta de átomos y moléculas y otros bichos subatómicos varios. En la actualidad se sabe que la materia y la energía pueden ser intercambiadas bajo ciertas condiciones, según la fórmula E=mc2. De hecho, los científicos han conseguido hacer transmutaciones de elementos químicos entre sí, claro que en cantidades ultramicroscópicas, debido a las colosales facturas de electricidad que se deben pagar para esto, así es que por el momento no ha habido más que unos pocos átomos transubstanciados en la historia de la investigación física.

Frente a todo esto, la Iglesia Católica ha pasado limpiamente, anclada todavía en las doctrinas del Concilio de Trento, época en la que todavía no se hacían estos descubrimientos científicos. No en balde, califica la transubstanciación como un “misterio” (CIC, 1333). Probablemente lo sea.

NOTA FINAL.

Entre una serie de documentos, la Iglesia Católica se refiere a la eucaristía en los siguientes textos, todos ellos disponibles en la página de Internet del Vaticano (www.vatican.va):

- Catecismo de la Iglesia Católica (1322-1419). Ir hacia...

- Constitución Lumen Gentium (26). Ir hacia...

- Código de Derecho Canónico, Libro IV, Parte I, Título III (897-958). Ir hacia...

20 octubre 2005

"LA RAÍZ DEL MAL", POR FERNANDO VILLEGAS.

A propósito del filme La caída (Hitler und der Untergang en alemán original, The downfall en inglés), el columnista Fernando Villegas publicó en La Tercera del 02 de Octubre pasado un interesante artículo en donde aborda un viejo tópico: cómo el ser humano tienden a hacer abstracción del Mal, y a satanizar a otros seres humanos con el ciego fanatismo propio de un teólogo católico o un ayatollah musulmán. En EODLE lo reproducimos:

"La raíz del mal", por Fernando Villegas.

La película alemana La Caída (Der Untergang), donde se relatan los últimos días de Hitler y de su entorno militar y político -la primera producción de ese tipo hecha por ciudadanos de ese país-, ya suscitó en Europa algún grado de escándalo e indignación entre críticos y espectadores. Posiblemente haya sucedido -o sucederá- lo mismo en nuestro país, donde se exhibe desde mediados de esta semana.

Como le ocurrió a La Ultima Tentación de Cristo, rechazada de antemano -sin verla- por sectores religiosos que habían oído decir que Jesús aparecía regocijándose carnalmente y en actitudes contrarias a su dignidad, con La Caída habrá quienes la rechacen porque han oído la especie de que Hitler aparece "demasiado humano" y por momentos casi buena persona. Pueden incluso presumir que hubo intención de redimirlo.

No hay tal cosa. Las escenas que describen su demencia, su furor satánico, su odio parido y su culto a la muerte y la destrucción superan inmensamente en número, intensidad y duración a aquellas en las que se pinta a un Hitler, por así decirlo, en pantuflas. Pero no importa: cuando se trata de Hitler los críticos y el público esperan que se escriba, hable o filme de un monstruo absoluto con cuernos, garras y arrojando bocanadas de fuego y azufre por las narices. Esperan que se les pinte el mal representado por un Hitler como algo que va contra el orden de la naturaleza, como un engendro aberrante ajeno a lo humano, inhumano todo el tiempo. E imaginan entonces que cualquier representación o descripción apartándose un milímetro de esa convención huele a siniestro intento de reescribir la historia y legitimar los crímenes nazis.

Monstruos.

Detrás de ese enfoque hay no sólo un simple y acomodaticio acogerse al cliché imperante y evitarse así problemas, sino una noción ingenua y hasta peligrosa de la naturaleza y raíz del Mal. En esta noción convencional el Mal resulta del actuar de algo monstruoso, extraordinario. De ahí la invención del Diablo y los espíritus malignos. La literatura, el cine y otras formas de arte y entretención han reafirmado desde siempre esa idea del mal como un poder asaltando desde fuera el alma humana. El asalto pueden personificarlo cuerpos corruptos, cadáveres ambulantes, posesos, vampiros, demonios o bestias de otro mundo. Es una visión espantosa pero al mismo tiempo consoladora: el monstruo es siempre horrible, pero puesto que es monstruo, por lo mismo deja de ser asunto nuestro. Tampoco lo es el monstruo en que pasajeramente nos convertimos bajo la influencia del verdadero monstruo, del permanente, del Satán que nos ha cogido por una vez en sus redes. El monstruo está más allá de nosotros, está fuera de nosotros o sólo temporalmente dentro de nosotros y aun cuando está dentro es algo externo que se ha metido a la fuerza por mala suerte, por error, por abrir el ataúd que no debíamos, por la acción de causas accidentales, por un maleficio. Pero por lo mismo podemos devolverlo a su féretro, sepultarlo otra vez en su tumba, arrojarlo a los abismos, enviarlo de vuelta al infierno, sosegarlo con Prozac. Aun en su concepción moderna, como "inconsciente" repleto de deseos feroces, el mal es externo, ajeno, algo de lo cual no tenemos culpa, que sólo nos sucede. Y a dicho inconsciente podemos exorcizarlo en el diván del psiquiatra.

La abstracción.

Pero el Mal es mucho más ubicuo y presente porque no es un monstruo que esté afuera ni tampoco una entidad que ocupe sólo el subterráneo de la mente sino se encuentra todo el tiempo en la conciencia normal, aunque disfrazado de otra cosa. El Mal con mayúsculas, el duradero en sus efectos y consecuencias, habita en el reino de lo puramente ideático que ha perdido su cable a tierra. Es por tanto, al menos en potencia, parte constitutiva de la conciencia común y corriente. El Mal de esa clase, el de primera clase, no aparece como resultado de una súbita caída en lo monstruoso sino al revés, por una espuria elevación ideacional que pierde la carne y sangre de verdad que es la Verdad. El Mal o la capacidad de hacer mal deriva de perderse el significado concreto de lo vivo en el paisaje helado y gris de la abstracción. Abstraer significa quitar lo particular para dejar lo general, esto es, lo idéntico, lo común, el mero esqueleto de la vida. El Mal es entonces, en su raíz, olvidar el árbol, el animal, la flor o el hombre y la mujer concretos frente a nosotros para sólo ver el recurso, el índice, el provecho, la categoría, la abstracción doctrinaria. Es el hombre de carne y hueso convertido para Stalin en "elemento contrarrevolucionario" o para Hitler en "veneno judío".

La abstracción, además, hace posible la doctrina, la cual no es sino un tejido de abstracciones apoyándose y reforzándose unas a otras. La doctrina, a su vez, hace posible la organización masiva del mal porque puede convocar a otros. Luego, convertida en movimiento, abre paso a la organización y a la burocracia. Llegada esta etapa, la pérdida de lo particular que deriva de la doctrina -que deriva de la idea- es ya completa y el asesinato o la matanza en masa, de llegar a suceder, no será sino un proceso administrativo. Así un Eichman pudo decir que "sólo hacía su trabajo". Los pasos del mal son entonces menos un bajar a un abismo infernal que ascender a un firmamento helado donde la verdad se disfraza de razón y el odio toma la forma de deber y disciplina. Y así se comienza reduciendo a un hombre o un pueblo a una mera categoría abstracta que hace posible despreciarlo, luego se convoca a otros para compartir esa doctrina, en seguida se pone manos a la obra y se despoja a ese hombre y/o pueblo de su propiedad y de sus derechos, después se les envía a un campo de concentración para despojarlos también de su condición humana y entonces no resta sino matarlos y matar aun sus cadáveres reduciéndolos a polvo y cenizas.

La tentación.

Es porque el uso del raciocinio para entender o creer entender el mundo es parte constitutiva de la naturaleza humana -por eso hablamos de "homo sapiens"- que el peligro del Mal es intrínseco y cercano y no una monstruosidad ajena y extraordinaria. Normalmente sólo detectamos las formas más brutales, simples y de menor cuantía, el mal de pequeño calibre, la violencia que aflora cuando se amenaza nuestra supervivencia o nuestras posesiones. Podemos, en esos casos, ser feroces en grado extremo, pero el raciocinio o ideación que se place en sí mismo, que no duda de sí mismo, que no aplica raciocinio al raciocinio y cree ciegamente en su presunta verdad no sólo pierde fácilmente de vista la particularidad, único juez del significado final de cada Verdad, sino además dura como sólo puede durar lo que no se apoya ni necesita una emoción. El Mal es en esencia pura frialdad e indiferencia originada y desarrollada en "razones", en una doctrina. Es entonces y de ese modo que el mal puede convertirse en sistema, luego en burocracia, finalmente en campos de exterminio.

Por eso la tentación del Mal es la del intelecto, o dicho bíblicamente, la soberbia de Lucifer. La tentación de poseerse la verdad y la tentación de la superioridad en el mismo momento en que esa razón sin caridad ni calor humano nos lleva por cualquiera de los múltiples camino de la mentira y el error. Así puede a veces llevar al olvido de lo real desde la vereda misma de la irrealidad más absoluta.