21 septiembre 2005

EL VICIO DE ONÁN

En algunos libros de vieja raigambre todavía puede encontrarse la palabra “onanismo” como sinónimo de “masturbación”, e incluso se recurre a floridas metáforas como hablar del “pecado de Onán” o del “vicio de Onán”. Expresiones todas destinadas a quedarse en los libros de historia, como reliquias de tiempos más literarios, ante el auge de giros populares como “corrérsela”, y similares.

Pero entremos en materia. No mucha gente sabe que la identificación entre onanismo y masturbación viene de la Biblia, de un personaje bíblico llamado Onán, que supuestamente se masturbaba. O al menos así es como se enseñaba. Pero, ¿es esto así? Repasemos lo que dice la Biblia al respecto:

Judá tomó para su primogénito, Er, una mujer llamada Tamar. Pero Er no le gustó a Yavé, quién le quitó la vida. Entonces Judá dijo a Onán: «Toma la esposa de tu hermano y cumple con tu deber de cuñado, tratando de darle descendencia». Onán sabía que aquella descendencia no sería suya. Cuando le tocó tener relaciones con su cuñada derramó en tierra para no darle un hijo a su hermano. Esto fue mal visto por Yavé, quién también le quitó la vida.
[Génesis 38:6-10].

Saltan a la vista varias cosas del texto. En primer lugar, es una historia con moralina. En este caso la moraleja es: “Yavé tu dios adora el levirato, así es que no lo desobedezcas”. El levirato era una antigua costumbre según la cual si alguien moría y dejaba una viuda, el hermano del muerto tenía que contraer matrimonio con la viuda (es decir con su cuñada). Esto es lo que hizo Onán, como hermano del difunto Er, casándose con Tamar, la viuda. La costumbre del levirato se explica porque de esta manera el patrimonio se conserva dentro de la familia, porque se consideraba a la mujer como objeto propiedad del varón.

Pero vamos al aspecto más sórdido de la historia. El Génesis es claro y habla de que su conducta sexual tenía motivo cuando Onán tenía relaciones con su cuñada. Es decir, no se trata de una masturbación, o al menos, no de una masturbación en solitario. En segundo lugar, derramaba en tierra, es decir, no consumaba la cópula eyaculando dentro de la mujer. La consecuencia lógica es: ¡Onán no estaba masturbándose, sino practicando el coitus interruptus!

Así es que la próxima vez que vea algún texto antiguo refiriéndose al onanismo o la práctica de Onán, ya sabe que está hablando de la masturbación, pero lo hace porque el tipo en cuestión no se ha molestado en leer la Biblia, ha adoptado el uso común de la palabra, y por tanto, ha incurrido en un error de bulto, en lo que a sexología se refiere.

UN POCO DE PACIENCIA

Por motivos de fuerza mayor, el Domingo pasado no fue posible incorporar el artículo semanal correspondiente, en nuestro ciclo de artículos sobre la Edad Media, así es que lo quedamos debiendo. A la vez, no podemos seguir actualizando por esta semana los contenidos de EODLE. Así es que, por favor, un poco de paciencia, y volveremos el Lunes 26 de Septiembre. Para que no hayan resentimientos, incluiremos por ahora un breve artículo que manteníamos en reserva, sobre una curiosidad de la Biblia: ¿cuál era el vicio de Onán?
Hasta el próximo Lunes.

15 septiembre 2005

RELIGIÓN AL INSTANTE: LA PRIMERA QUINCENA DE SEPTIEMBRE

Durante la primera quincena de Septiembre no hemos podido hacer un adecuado seguimiento de los acontecimientos religiosos mundiales, así es que con esta nota nos ponemos al día.

LA INCANSABLE ACTIVIDAD DE BENEDICTO. Benedicto XVI ha dado que hablar por la infatigable actividad que desarrolla, pastoreando a todos quienes se muestran remisos al Catolicismo (y a su supuesta autoridad moral). Se ha dedicado, entre otras cosas, a recibir a jefes de estado, como por ejemplo los reyes de España y de Jordania. En cuanto a España, es sabido que constituye, junto con Italia, uno de los últimos reductos de Europa en donde el Catolicismo todavía tiene algo que decir (volveremos sobre eso). En cuanto a la visita de los reyes de Jordania, fue realizada en medio de un cierto secretismo, así es que vaya uno a saber qué fue lo que realmente conversaron. Por lo pronto, los reyes españoles ya dijeron que Benedicto sería muy bien recibido en España... (¡Dios libre a los españoles, bastante tuvieron con cuarenta años de franquismo!).
También, a comienzos de mes (concretamente en su primera homilía al regresar de su descanso en Castelgandolfo) repitió algunas necias afirmaciones de su predecesor Juan Pablo II en el tema de la natalidad. Llamó a recordar el valor de la familia, en particular de cara a la baja demográfica en Europa, volviendo la mirada hacia otro lado ante el hecho de que la mayor bomba en la línea de flotación de la Humanidad como especie la constituye precisamente la superpoblación, por lo que tales afirmaciones son particularmente criminales. ¿Temerá que con la inmigración lleguen a la cristiana Europa musulmanes de Asia y chamanistas de Africa...?
Además, cuidando muy bien su imagen de referente y baluarte moral, ha hecho llamados condenando al terrorismo, y también en apoyo de las víctimas del huracán Katrina. Todos los cuales han pasado por lo general a las páginas interiores de los diarios, en letras bien pequeñas.
También pasó de la misma manera el llamado que hizo el 11 de Septiembre pasado, en orden a buscar la paz mundial. Por cierto que Benedicto XVI no fue muy inteligente al elegir sus destinatarios: emplazó a la ONU, que celebra por estos días sus 60 años en medio de una aguda crisis (Bush se la pasó por salva sea la parte en el asunto de Irak, y ahora estalló el escándalo de la millonaria corrupción en el programa Petróleo por Alimentos), y también a los musulmanes, que bueno, usted entenderá, tienen las manos más que ocupadas con la ocupación militar de Irak, y el enorme cambio geopolítico en la región que eso conlleva.
Por otra parte, se espera con impaciencia el Sínodo de Obispos que se celebrará en Octubre, y en donde Benedicto XVI delineará su estado mayor, y podría introducir algunas trascendentales reformas, tendientes en particular a reestructurar, y recortar, la costosa burocracia vaticana.

¿KULTURKAMPF EN ESPAÑA? El gobierno socialista de España y la Iglesia Católica están a punto de irse a las manos. Esto, porque Zapatero y los suyos han intentado minimizar al máximo las sesiones de adoctrinamiento católico, disimuladas bajo el aséptico nombre de "clases de Religión". Esto ha despertado oleadas de indignación entre los clérigos católicos, quienes, enormemente preocupados por perder el poder que les otorga el reclutar nuevos cuadros entre los menores más impresionables, han levantado toda una campaña de opinión y movilización en contra de la nueva Ley Orgánica de Enseñanza. Las asociaciones católicas han salido literalmente a las calles y han hecho movilizaciones para mantener los privilegios de las sotanas, mientras que los adoctrinadores católicos lamentan lo que califican de "adoctrinamiento laicista". La Iglesia Católica, una religión en donde un déspota oriental llamado "Papa" se atreve a calificar lo que es bueno y malo para todo el mundo, pertenezca o no a su grey, lamenta lo que califica de despotismo de Zapatero, que por muy déspota que sea, le alcanza sólo para Presidente de España, uno de los países más ínfimos de Europa (lo siento, los españoles nos caen bien, pero no están a la altura de Francia, Alemania o Inglaterra)... La ley establece que la clase de religión es obligatoria para los establecimientos, pero voluntaria para el alumnado, y eso no le gusta a la Iglesia Católica, quien desearía que fuera obilgatoria para todo el mundo, para enseñar Historia Sagrada a destajo. En particular, tienen miedo de que, en medio de toda la refriega, se infiltren profesores musulmanes que comiencen el adoctrinamiento de una religión que no es la suya propia, entre los menores, perdiendo así uno de los últimos bastiones católicos de Europa.
El tema, por cierto, es de candente actualidad, porque en este tiempo es cuando comienzan las clases en el Hemisferio Norte.
Humildemente, la gente de EODLE proponemos que se reemplace la clase de religión por una visita a nuestro weblog. Nosotros hacemos la clase de religión más entretenida, y además, aunque le damos más bombo al Cristianismo, tratamos de incluir de todas las religiones un poco, así es que no pueden acusarnos de adoctrinar a nadie.
No es la primera vez que los socialistas del Gobierno, y la Iglesia Católica, se van a las manos. Ya el Gobierno ha tomado posturas harto díscolas con respecto a la Santa Madre Iglesia en temas como las células madre o los matrimonios homosexuales, y se comenta la posibilidad de revisar los concordatos entre el Vaticano y el Estado, lo que acarrearía una substancial baja en el financiamiento de la Iglesia Católica. Con lo que le harían un favor a los curas, porque los haría menos ricos, y ya sabemos lo que dice la Biblia: "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico..."

EL CALDERO EN IRAK. Las disputas religiosas se tornan cada vez más duras en Irak. Ahora Al Qaeda ha inagurado oficialmente la temporada de caza de chiítas, organizando coloridos atentados terroristas en su contra, y haciendo lo imposible por sabotear la nueva Constitución irakí, que se va a someter a referéndum en Octubre. En medio de todo esto, el sentimiento anticristiano crece aún más, en parte por el incremento del radicalismo, y en parte también porque las fuerzas imperialistas de Estados Unidos tienden a preferir instintivamente a los cristianos para nombrar gente en puestos de responsabilidad, antes que a la gran mayoría musulmana del país, con lo que sólo consiguen hacerlos más odiados en ese país.
Se supo también, por boca del Cardenal Pío Laghi, que George W. Bush se sentó sobre Juan Pablo II. No literalmente, por supuesto. Laghi fue enviado por Juan Pablo II con una carta de Su Santidad para el Presidente de Estados Unidos. Remedando aquella clásica frase de Stalin ("¿y cuántas divisiones tiene el Papa?"), Bush se dedicó en la entrevista a hablar y hablar y hablar, hasta que después de un buen rato, Laghi le interrumpió para decir que había venido para escuchar, pero también para hablar. Por cierto, Bush no leyó la carta delante del cardenal, y sólo Dios sabe si se dignó abrirla o si fue a parar directamente a la papelera. Parece que en el Vaticano todavía no se han enterado que Estados Unidos es un país protestante, y el cada vez más escaso ascendiente moral del Vaticano no llega hasta ahí.

OTRA VOZ CONTRA EL CELIBATO. Al poco tiempo de nombrar un sacerdote casado en España, desde Holanda llega otra arremetida contra el celibato eclesiástico, esta vez desde las propias filas del Catolicismo. El Obispo Martinus Muskens, de la diócesis holandesa de Breda (en donde hubo una enorme batalla entre católicos y protestantes, en el siglo XVII), dijo algo que, por decir lo menos, es de sentido común: "hay muchos hombres casados que disponen de una buena educación, que están bien formados y consagrados a la Iglesia, que tienen ascendencia ante otros creyentes y que deberían ser ordenados sacerdotes". También dijo que el mandato del Papa debía ser limitado a 15 años, algo que, ejem, no parece haber sido tenido en cuenta en la Curia vaticana (aún así, es más tiempo que el período presidencial de cualquier democracia en el mundo). Para peor, lo dijo públicamente a través de la televisión holandesa.


UN PAR DE BREVES INGLESES. Un grupo de expertos historiadores y académicos de Inglaterra eligieron los doce más importantes libros ingleses de todos los tiempos. Entre los ganadores estuvieron algunos vinculados de una manera u otra a la religión: El origen de las especies, de Charles Darwin (el texto que, junto con La descendencia del hombre, barrió con el mito de Adán y Eva), los Principia Mathematica de Newton (cuyo título completo es Principios matemáticos de filosofía natural, y que demolieron la Física Aristotélica que defendía la Iglesia hasta el siglo XVII), y la Biblia del Rey James (una traducción de la misma al inglés, ordenada por Jacobo I Estuardo [James I Stuart] en 1611).
Por otra parte, la agencia religiosa británica Church Advertising Network lanzó una campaña religiosa en que Jesucristo aparece representado al estilo del Che Guevara, con la siguiente frase: "Dic 25th. REVOLUTION BEGINS. CELEBRATE THE BIRTH OF A HERO" ("Diciembre 25, la Revolución comienza. Celebra el nacimiento de un héroe"). Hubo un debate en la BBC sobre la campaña, pero en general, la apoyan católicos, anglicanos y presbiterianos, lo que más o menos significa que la apoyan todos los ingleses (los que no son alguno de los tres, son musulmanes). Por cierto, no es mala idea recordar que entre otras cosas, Jesús de Nazaret fue también un revolucionario social...

UN BACKSTREET BOYS TRABAJA EN UN DISCO DE POP CRISTIANO. Así, como suena. Brian Littrell está preparando un disco de "pop cristiano". Según él, el asunto no es muy vendible, pero ya el sello Reunion Records está interesado en el disco y le da pleno apoyo, lo que quiere decir que habría mercado para eso. Si ya Madonna ha estado coqueteando con la idea de introducir temas de Cábala en sus discos...

EL BANCO DEL YOGA. No, no es que los yoguines se hayan dedicado a los negocios bursátiles. Es que el gobierno de la India (concretamente el Ministerio de Salud) está impulsando un banco, pero BANCO DE DATOS, sobre el yoga, que contiene datos sobre 1500 asanas (asanas son esas posturas y contorsiones medias raras que hacen los yoguines, quienes practican yoga). ¿La finalidad? Evitar que instructores en el extranjero los patenten como propios (no se crean, ya hay tipos que se han proclamado maestros de yoga en Occidente, e intentan patentar estas cosas). Es que en este mundo ya no se puede dejar nada suelto, sin que alguien venga a apropiárselo... El banco de datos estará disponible para todos los países con los cuales la India establezca convenio. La pregunta que queda en el aire es qué harán las librerías esotéricas que vendan manuales de yoga, si acaso tendrán que pagar derechos o no...

14 septiembre 2005

LA IMPARABLE EXPANSIÓN DE LA SHARIAH

El siguiente artículo ha sido publicado en la edición electrónica española del diario La Razón, el día Miércoles 14 de Septiembre de 2005, y lo reproducimos íntegramente aquí:

La «sharia» ya impone las leyes radicales del islam en Asia y África

Un informe internacional alerta de la llegada del wahabismo a Nigeria, Indonesia y Malasia

Prohibir la práctica de cualquier religión no musulmana y castigar con muerte por lapidación el adulterio. Éstas son sólo dos de las medidas que exige la «sharia» o ley extremista del islam, que se impone en Oriente Medio y ya ha llegado a Asia y África.

José Antonio Méndez

Madrid- La situación comienza a ser «alarmante». Así ha definido un informe internacional, elaborado por el Centro de Libertad Religiosa en el Mundo, la expansión de la «sharia» –una ley basada en la interpretación extremista y radical del islam– por diversos países de Oriente Medio, África y Asia. Su autor, Paul Marshall, jefe del Consejo Directivo de este centro, alerta de que sus preceptos radicales han traspasado las fronteras de Arabia Saudí e Irán para asentarse en países como Siria, Afganistán, Sudán, Nigeria, Paquistán, Indonesia y Malasia. Y lo que es peor, según explica Marshall en «La ley del islam radical», la situación parece que podría agravarse en los próximos años.

Fábrica de terrorismo. La «sharia», tal como explica este informe del prestigioso centro internacional con sede en Washington, es una «interpretación literal y extremista del islam» que pretende imponer una única versión de los textos coránicos, los dichos del profeta Mahoma y la vida de sus primeros seguidores. Pero, además, supone una combinación de materia civil y religiosa al sostener que «la ley fue entregada a Mahoma directamente por Alá, sin ninguna otra mediación humana» y, por tanto, lo que afirma el Corán debe ser observado escrupulosamente sin posibilidad de interpretaciones o debates. Y aplicado, claro está, a todos los ámbitos de la vida, incluida, la justicia y la sociedad civil.
Según Marshall, la «sharia» nació de las influencias del wahabismo saudí (corriente del islam cuyo líder es Ben Laden), el extremismo del ayatolá Jomeini impuesto en Irán a partir de 1979 y como reacción a la secularización paulatina de Turquía. O lo que es lo mismo, que la inclusión de la «sharia» en el Código Civil o Penal de cualquier país convierte ese territorio en una potencial «fábrica de terroristas».
«País tras país, la “sharia” ha tenido implicaciones devastadoras para los Derechos Humanos básicos», afirma en el informe Nina Shea, directora del Centro de Libertad Religiosa. Afirmación que no resulta gratuita a juzgar por los efectos que resultan al aplicar la «sharia».

Mutilaciones, cárcel y muerte. Arabia Saudí e Irán son considerados como la cuna de la interpretación radical y violenta del islam. Dos territorios en los que profesar una religión que no sea el islam es castigado duramente con penas de cárcel o incluso con la muerte. De hecho, está prohibido poseer cualquier literatura u objeto religioso no musulmán, incluso para uso privado; las iglesias son sistemáticamente destruidas; las minorías islámicas sufíes y chiíes, perseguidas; las mujeres vejadas y los misioneros forzados a huir del país bajo peligro de muerte.
Sin embargo, tal y como señala Paul Marshall, la presencia de representantes de Arabia e Irán en otros países de su entorno desde los años 80, ha provocado que en Afganistán los talibanes impusieran el burka a las mujeres; que en Sudán las amputaciones genitales –como la ablación femenina– y los azotes y ejecuciones públicas sean cada vez más frecuentes; o que las leyes paquistaníes –como la «ley de la Blasfemia»– se apoyen en decretos religiosos o «fatwas» para justificar la persecución de minorías, la esclavitud y la destrucción total de aldeas y escuelas. «Las escuelas de Paquistán son un campo de reclutamiento para terroristas», afirma el informe. Y esto, además de todo un rosario de atentados contra las libertades religiosas.

Un futuro incierto y peligroso. Pero este informe también alerta de que la «sharia» puede llegar a penetrar en territorios como Libia, Chad u Omán, y recuerda cómo Indonesia, Malasia y Nigeria ya se ven inmersas en las corrientes del wahabismo, sino a nivel nacional, sí en ciertas regiones. En Nigeria, por ejemplo, desde 1999 la «sharia» ha sustituido paulatinamente al anterior Código Penal en 12 de los 16 estados del Norte del país. Casos como el de Amina Lawall en 2003, condenada a muerte por lapidación tras ser acusada de adulterio, recuerdan, según este informe, el «peligro latente» que supone la «sharia».

A lo anterior, a manera de aclaración, hagamos algunas precisiones sobre la Shariah. Esta es la ley musulmana, tal y como se encuentra contenida en el Corán. Trata sobre toda clase de materias, desde la dieta que debe observar un buen musulmán, hasta cuestiones de familia, matrimonio o hijos.
La principal división de los musulmanes, entre chiítas y sunitas (hay otras, pero son menores), versa entre otros aspectos, sobre la Shariah. Los chiítas, que son más radicales (y desde la Revolución del Ayatollah Jomeini en Persia, se están expandiendo), sólo recurren al Corán, y por tanto, a la Shariah en estado puro. Los sunitas, por el contrario, se apoyan en la Shariah, por un lado, y en la Sunnah, por el otro. La Sunnah es el conjunto de costumbres y tradiciones de los primeros califas sucesores de Mahoma, que en su concepto vienen a complementar lo dicho por la Shariah, por lo que los sunitas tienden a ser menos radicales que los chiítas.

SOBRE EL PAPA PÍO XII, EL "MATADOR DE JUDÍOS"

Eugenio Pacelli, A.K.A. Su Santidad Papa Pío XII, el hombre que gobernó el Vaticano durante la Segunda Guerra Mundial, y cuyo silencio cómplice sobre las matanzas de judíos en la Alemania Nazi están más que bien documentado, ha sido objeto de varias polémicas e investigaciones. Una de esas polémicas se suscitó por el filme Amén, de Costa Gavras, exhibido en Chile hace algunos años atrás en medio de la más completa indiferencia de los medios periodísticos masivos. Hemos hallado un estupendo artículo sobre el tema, en el sitio de Red Voltaire, que debido a su extensión (cerca de 6.000 palabras) hemos preferido no reproducir, pero que de todas maneras, puede ser consultado pinchando aquí. Bon appetit!!

13 septiembre 2005

RELIGIÓN AL INSTANTE: DIME QUÉ LIBRO LEES Y TE DIRÉ QUE CLASE DE EMPRESARIO CHILENO ERES

¡Quién lo diría! En medio de sus diversas labores de depredación social, tales y como la tala y defoliación del bosque nativo, la extrusión de capitales de los trabajadores más pobres a través de las AFP, la prosecusión de incontables juicios ejecutivos en contra de deudores de multitiendas, y un largo etcétera de olvidos de aquella frase bíblica de que "es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja...", algunos tenían su corazoncito espiritual. O sea, eso ya lo sabíamos, porque no en balde donde hay dinero, hay sacerdotes y laicos solícitos en cobrarse en bienes materiales la dispensa de ciertos bienes espirituales que sirven para eliminar el molesto bichito de la voz interior de la conciencia (que se lo digan al Opus Dei o a los Legionarios de Cristo, a quienes por cierto jamás se los ve en un barrio pobre). Un artículo que el diario La Tercera, de Santiago de Chile, publicó el pasado Domingo 11 de Septiembre, es relevador sobre la mentalidad "espiritual" de la clase dirigente de la economía chilena. Para que el propio lector de EODLE opine, lo reproducimos íntegramente.

"Los libros de cabecera de los hombres de negocios".
Las obras determinantes para varios destacados empresarios, ejecutivos, abogados y economistas.
(Por Jorge English. La Tercera, Domingo 11 de Septiembre de 2005, Página 52).

De Descartes a Google, pasando por la Biblia y los economistas clásicos, los textos de lectura permanente, las más de las veces, refuerzan conocimientos profesionales, aunque también se acude a textos para el espíritu.
Hay libros claves en la vida de los líderes, sea de opinión, de una empresa, universidad o en el dominio de las leyes, que les ayudan "en momentos de confusión, o cuando pierdes el rumbo o necesitas algunas luces respecto de cómo hacer que las cosas que quieres, sucedan", definición del director y socio de la empresa de investigaciones de mercado Collect, Max Purcell.
Los libros de cabecera son tan variados como diferentes las personalidades y la actividad que desarrolla la persona. Purcell, por ejemplo, acude a "Empresas que perduran", o "Built to last", de James C. Collins y Jerry I. Porras. "Ya tiene 10 años desde que se editó, pero no es un libro que hable de cosas pasajeras. En seis años los autores investigaron 18 empresas que fueron capaces de superar la barrera del tiempo (100 años) como líderes de su categoría (...) Y muestra que no existen pomadas para el éxito, que lo importante es mantener el espíritu de la compañía a través del tiempo y su objetivo original".
El empresario Mauricio Russo, de Casa&Ideas, siempre tiene a mano "La Paradoja", de James C. Hunter. Su mensaje es que el verdadero liderazgo no es el poder, sino una autoridad levantada con buenas relaciones, amor, servicio y sacrificio.
El economista del BBVA Joaquín Vial elige tres obras para él ineludibles. Adam Smith y su "Riqueza de las Naciones", "para entender cómo funciona una economía moderna", y los libros "Guns, Germs and Steel", y "Collapse", de Jared Diamond, porque, respectivamente, ayuda a comprender cómo la humanidad llegó a su estado actual" y para estar atentos "a riesgos que nos acechan", dice.
Los postulados del profesor de la Universidad de Chicago, Steven Levitt, seducen al economista jefe de BCP Securities, Walter Molano, quien tiene a su libro "Freakanomics. A Rouge Economist Explores the Hidden Side of Everything" como manual de consulta permanente. "Estudia muchas cosas de la vida normal, como mitos, y trata de dar explicaciones, muchas de ellas controversiales, es polémico, pero su metodología es impecable".
Uno que tiene varios libros de cabecera es el socio de LarrainVial Antonio Recabarren. Menciona "El libre mercado una máquina de innovación", de William J. Baumol, sigue con "Manías, Pánicos y Crashes", de Charles Kindleberger, que desarolla el tópico de los estallidos de sobreoptimismo o sobre-pesimismo contagioso en los mercados de valores, y de Friederich von Hayek destaca "El uso del conocimiento en la sociedad", porque de muestra que "nada puede sustituir la rapidez, la cantidad y la precisión con que el sistema de precios libres procesa en cada momento el grado de escasez que tiene un determinado bien".
Por otro lado, para Recabarren, "El Problema del dolor" y "Los cuatro amores" de C.S. Lewis, y "Ortodoxia" de G. Chesterton le ayudan a develar, "de una manera maravillosa", las verdades y las realidades más fundamentales de la existencia humana".

Para entender la vida.
Aunque mantiene para consulta libros de su especialidad, es la filosofía la materia que siempre tiene a su alcance el abogado tributario Franco Brzovic, con las "Obras Selectas" de Aristóteles, y la "Historia de la Filosofía" de Christopher Delius u otros autores. "Son el sustento básico para entender mejor nuestra actividad, entre ellas la profesional".
El gerente general de Citicorp Chile AGF, Valentín Carril, considera de cabecera "El discurso del método", de René Descartes, "para dirigir la razón y buscar la verdad en las ciencias". "El título lo dice todo. Lo he leído varias veces, porque me ayuda a enfocar en forma racional los problemas de todos los días", señala.
Valores éticos y morales, particularmente la fortaleza frente a la adversidad y el abuso, son las razones que el gerente general de Socovesa, Cristián Hartwig, resalta para señalar al "Martín Fierro", de José Hernández, como su favorito desde estudiante. Incluso argumenta que la historia en verso del gaucho "debiera desplazar al Quijote como lectura obligada en los colegios... Qué ridiculez leer sobre un viejo patético y decrépito montado sobre un jamelgo inútil, apaleando molinos impávidos. Nada que ver".
El director de empresas y político Herman Chadwick relee a Pascal y sus "Pensamientos", porque le ayudan a acercarse a Dios, y mantiene en el velador "Los cuatro evangelios", un texto regalado por su madre cuando hizo la primera comunión en 1951, "que no es la Biblia ni el Nuevo Testamento". Igualmente por el lado de la espiritualidad van las inquietudes de José Manuel Silva, director de inversiones de LarrainVial, quien siempre revisita "Camino", del santo José María Escribá de Balaguer para resolver temas de la vida. No obstante, al mismo tiempo destaca que para el trabajo su principal libro de cabecera "hoy se llama Google".

Y la pregunta impertinente de rigor. ¿Habrá alguno de ellos que tenga en su velador un librito sobre Teología de la Liberación...?

11 septiembre 2005

LOS "ERRORES" DE JAN HUSS

Complementando el artículo que hemos publicado sobre el juicio contra Jan Huss en EODLE, ofrecemos el listado de proposiciones de Jan Huss que el Concilio de Constanza de 1415 encontró erróneas. Son dos listados, uno de 45 proposiciones, y un segundo listado (elaborado después de la réplica de Huss), conteniendo otras 30. Estas son:

Primer listado.
1. La sustancia del pan material e igualmente la sustancia del vino material permanecen en el sacramento del altar.
2. Los accidentes del pan no permanecen sin sujeto en el mismo sacramento.
3. Cristo no está en el mismo sacramento idéntica y realmente por su propia presencia corporal.
[Nota de EODLE: Las tres proposiciones anteriores de Huss niegan el Dogma de la Transubstanciación, que la Iglesia Católica mantiene hasta hoy].
4. Si el obispo o el sacerdote está en pecado mortal, no ordena, no consagra, no realiza, no bautiza.
[Nota de EODLE: La Iglesia Católica sostiene que el sacerdote indigno sigue teniendo potestad eclesiástica, porque no es el sacerdote quien hace estas cosas, sino Cristo a través de él].
5. No está fundado en el Evangelio que Cristo ordenara la misa.
6. Dios debe obedecer al diablo.
7. Si el hombre estuviere debidamente contrito, toda confesión exterior es para él superflua e inútil.
8. Si el Papa es un precito y malo y, por consiguiente, miembro del diablo, no tiene potestad sobre los fieles que le haya sido dada por nadie, sion es acaso por el César.
[Nota de EODLE: Esto es una alusión a Juan XXIII, convocador del Concilio de Constanza, y también un bribón de marca mayor].
9. Después de Urbano VI, no ha de ser nadie recibido por Papa, sino que se ha de vivir, a modo de los griegos, bajo leyes propias.
10. Es contra la Sagrada Escritura que los hombres eclesiásticos tengan posesiones.
11. Ningún prelado puede excomulgar a nadie, si no sabe antes que está excomulgado por Dios. Y quien así excomulga, se hace por ello hereje o excomulgado.
12. El prelado que excomulga al clérigo que apeló al rey o al consejo del reino, es por eso mismo traidor al rey y al reino.
13. Aquellos que dejan de predicar o de oir la palabra de Dios por motivo de la excomunión de los hombres, están excomulgados, y en el juicio de Dios serán tenidos por traidores a Cristo.
14. Lícito es a un diácono o presbítero predicar la palabra de Dios sin autorización de la Sede Apostólica o de un obispo católico.
15. Nadie es señor civil, nadie es prelado, nadie es obispo, mientras está en pecado mortal.
[Nota de EODLE: La Iglesia Católica sostiene lo contrario, lo que otorga patente de corso a los curas pedófilos para que sigan ejerciendo el ministerio católico].
16. Los señores temporales pueden a su arbitrio quitar los bienes temporales de la Iglesia, cuando los que los poseen delinquen habitualmente, es decir, por hábito, no sólo por acto.
17. El pueblo puede a su arbitrio corregir a los señores que delinquen.
18. Los diezmos son meras limosnas, y los feligreses pueden a su arbitrio suprimirlas por los pecados de sus prelados.
[Nota de EODLE: Esta afirmación husita violenta lo que postula la Iglesia Católica en la actualidad, que ordena a sus fieles pagar el 1% de sus ingresos].
19. Las oraciones especiales, aplicadas a una persona por los prelados o religiosos, no le aprovechan más que las generales, ceteris paribus (en igualdad de otras circunstancias).
[Nota de EODLE: Aceptar esto implicaría para la Iglesia Católica perder el negocio de las "misas por el descanso del alma eterna"].
20. El que da limosna a los frailes está ipso facto excomulgado.
21. Si uno entra en una religión privada cualquiera, tanto de los que poseen como de los mendicantes, se vuelve más inepto e inhábil para la observancia de los mandamientos de Dios.
22. Los santos, que instituyeron religiones privadas, pecaron instituyéndolas así.
23. Los religiosos que viven en las religiones privadas, no son de la religión cristiana.
24. Los frailes están obligados a procurarse el sustento por medio del trabajo de sus manos, y no por la mendicidad.
[Nota de EODLE: Así hacen en la actualidad el común de los pastores protestantes, pero no los sacerdotes católicos].
25. Son simoníacos todos los que se obligan a orar por quienes los socorren en lo temporal.
[Nota de EODLE: Simonía es el pecado de pagar con dinero un servicio espiritual].
26. La oración del precito no aprovecha a nadie.
27. Todo sucede por necesidad absoluta.
28. La confirmación de los jóvenes, la ordenación de los clérigos, la consagración de los lugares, se reservan al Papa y a los obispos por codicia de lucro temporal y de honor.
29. Las universidades, estudios, colegios, graduaciones y magisterios en las mismas, han sido introducidas por vana gentilidad, y aprovechan a la Iglesia tanto como el diablo.
30. La excomunión del Papa o de cualquier otro prelado no ha de ser temida por ser censura del anticristo.
31. Pecan los que fundan claustros, y los que entran en ellos son hombres diabólicos.
32. Enriquecer al clero es contra la regla de Cristo.
33. El Papa Silvestre y Constantino erraron al dotar a la Iglesia.
[Nota de EODLE: Se refiere a la "Donación de Constantino", documento en que éste lega al Papa Silvestre y sus sucesores el dominio de Italia, que se probó falso en el siglo XV, pero que en la época de Jan Huss era tenido por documento verdadero, auténtico y fidedigno].
34. Todos los de la orden de mendicantes son herejes, y los que les dan limosna están excomulgados.
35. Los que entran en religión o en alguna orden, son por eso mismo inhábiles para observar los divinos mandamientos y, por consiguiente, para llegar al reino de los cielos, si no se apartaren de las mismas.
36. El Papa con todos sus clérigos que poseen bienes, son herejes por el hecho de poseerlos, y asimismo quienes se lo consienten, es decir, todos los señores seculares y demás laicos.
37. La Iglesia de Roma es la sinagoga de Satanás, y el Papa no es el próximo e inmediato vicario de Cristo y de los apóstoles.
[Nota de EODLE: Jan Huss alude a Apocalipsis 3:7-13].
38. Las Epístolas decretales son apócrifas y apartan de la fe de Cristo, y son necios los clérigos que las estudian.
39. El emperador y los señores seculares fueron seducidos por el diablo para que dotaran a la Iglesia de Cristo con bienes temporales.
[Nota de EODLE: Nueva alusión a la Donación de Constantino, aparte de los otros arreglos posteriores entre reyes y el Papado].
40. La elección del Papa por los cardenales fue introducida por el diablo.
[Nota de EODLE: Aunque con el lenguaje exagerado típico de Huss, en algo tiene razón: sólo en el siglo XI aparece el sistema actual de nombramiento de Papa por los cardenales].
41. No es de necesidad de salvación creer que la Iglesia Romana es la suprema entre las otras iglesias.
42. Es fatuo creer en las indulgencias del Papa y de los obispos.
[Nota de EODLE: Como puede apreciarse, Lutero no fue el primero].
43. Son ilícitos los juramentos que se hacen para corroborar los contratos humanos y los comercios civiles.
[Nota de EODLE: Esta doctrina, llevada al extremo, implicaría atacar el propio juramento de vasallaje, piedra angular sobre la que estaba construida la por entonces decadente sociedad feudal].
44. Agustín, Benito y Bernardo están condenados, si es que no se arrepintieron de haber poseído bienes, de haber instituido religiones y entrado en ellas; y así, desde el Papa hasta el último religioso, todos son herejes.
[Nota de EODLE: Se refiere a San Agustín, a San Benito de Nursia, y a San Bernardo de Claraval].
45. Todas las religiones sin distinción han sido introducidas por el diablo.
[Nota de EODLE: Se refiere a las órdenes religiosas].

Segundo listado.
1. Unica es la Santa Iglesia universal, que es la universidad de los predestinados.
2. Pablo no fue nunca miembro del diablo, aunque realizó algunos actos semejantes a la Iglesia de los malignos.
3. Los precitos no son partes de la Iglesia, como quiera que, al final, ninguna parte suya ha de caer de ella, pues la caridad de predestinación que la liga, nunca caerá.
4. Las dos naturalezas, la divinidad y la humanidad, son un solo Cristo.
5. El precito, aun cuando alguna vez esté en gracia según la presente justicia, nunca, sin embargo, es parte de la Santa Iglesia, y el predestinado siempre permanece miembro de la Iglesia, aun cuando alguna vez caiga de la gracia adventicia, pero no de la gracia de predestinación.
6. Tomando a la Iglesia por la congregación de los predestinados, estuvieron o no en gracia, según la presente justicia, de este modo la Iglesia es artículo de fe.
7. Pedro no es ni fue cabeza de la Santa Iglesia Católica.
8. Los sacerdotes que de cualquier modo viven culpablemente, manchan la potestad del sacerdocio y, como hijos infieles, siente infielmente sobre los siete sacramentos de la Iglesia, sobre las llaves, los oficios, las censuras, las costumbres, las ceremonias y las cosas sagradas de la Iglesia, la veneración de las reliquias, las indulgencias y las órdenes.
9. La dignidad papal se derivó del César y la perfección e institución del Papa emanó del poder del César.
[Nota de EODLE: En esto, Huss tiene toda la razón del mundo, ya que el Emperador Constantino (313-337) fue quien dotó a la Iglesia de bienes terrenales de modo oficial].
10. Nadie, sin una revelación, podría razonablemente afirmar de sí o de otro que es cabeza de una Iglesia particular ni el Romano Pontífice es cabeza de la Iglesia particular de Roma.
[Nota de EODLE: Recuérdese que en el tiempo de Huss habían tres Papas disputándose el Papado].
11. No es menester creer que éste, quienquiera que sea el romano Pontífice, es cabeza de cualquiera Iglesia Santa particular, si Dios no le hubiere predestinado.
12. Nadie hace las veces de Cristo o de Pedro, si no le sigue en las costumbres; como quiera que ninguna otra obediencia sea más oportuna y de otro modo no reciba de Dios la potestad de procurador, pues para el oficio de vicariato se requiere tanto la conformidad de costumbres como la autoridad del instituyente.
13. El Papa no es un verdadero y claro sucesor de Pedro, príncipe de los apóstoles, si vive con costumbres contrarias a Pedro; y si busca la avaricia, entonces es vicario de Judas Iscariote. Y con igual evidencia, los cardenales no son verdaderos y claros sucesores del colegio de los otros apóstoles de Cristo, si no vivieren al modo de los apóstoles, guardando los mandamientos y consejos de nuestro Señor Jesucristo.
14. Los doctores que asientan que quien ha de ser corregido por censura eclesiástica, si no quisiere corregirse, ha de ser entregado al juicio secular, en esto siguen ciertamente a los pontífices, escribas y fariseos, quienes al no quererlos Cristo obedecer en todo, lo entregaron al juicio secular, diciendo: A nosotros no nos es lícito matar a nadie (Juan 18:31); y los tales son más graves homicidas que Pilatos.
[Nota de EODLE: Esto es un ataque directo contra la Santa Inquisición, quien no ejecutaba ella misma sentencias de muerte por estarle impedido a los sacerdotes derramar sangre; un ejemplo es Juana de Arco, condenada y entregada al brazo secular para ser quemada... y el propio Jan Huss, también entregado después al Emperador Segismundo].
15. La obediencia eclesiástica es obediencia según invención de los sacerdotes de la Iglesia fuera de la expresada autoridad de la Escritura.
16. La división inmediata de las obras humanas es que son o virtuosas o viciosas; porque si el hombre es vicioso y hace algo, entonces obra viciosamente, y si es virtuoso y hace algo, entonces obra virtuosamente. Porque, al modo que el vicio se llama culpa o pecado mortal inficciona de modo universal los actos del hombre, así la virtud vivifica todos los actos del hombre virtuoso.
[Nota de EODLE: Llevada al extremo, esta proposición ataca el dogma del Pecado Original, según el cual todos los hombres tienen sobre sí la mancha del pecado].
17. Los sacerdotes de Cristo que viven según su ley y tienen conocimiento de la Escritura y afecto para edificar al pueblo, deben predicar, no obstante la pretendida excomunión; y si el Papa u otro prelado manda a un sacerdote, así dispuesto, no predicar, el súbdito no debe obedecer.
[Nota de EODLE: Al propio Jan Huss le había prohibido predicar el arzobispo de Praga, en 1409].
18. Quinquiera se acerca al sacerdocio, recibe de mandato el oficio de predicador; y ese mandato ha de cumplirlo, no obstante, la pretendida excomunión.
19. Por medio de las censuras de excomunión, suspensión y entredicho, el clero se supedita, para su propia exaltación, al pueblo laico, multiplica la avaricia, protege la malicia y prepara el camino al anticristo. Y es señal evidente que de anticristo proceden tales censuras que llaman en sus procesos fulminaciones, por las que el clero procede principalísimamente contra los que ponen al desnudo la malicia del anticristo, el cual ganará para sí sobre todo al clero.
20. Si el Papa es malo y, sobre todo, si es precito, entonces, como Judas, es apóstol del diablo, ladrón e hijo de perdición, y no es cabeza de la Santa Iglesia militante, como quiera que no es miembro suyo.
21. La gracia de la predestinación es el vínculo con que el cuerpo de la Iglesia y cualquiera de sus miembros se une indisolublemente con Cristo, su cabeza.
22. El Papa y el prelado malo y precito es equivocadamente pastor y realmente ladrón y salteador.
23. El Papa no debe llamarse "santísimo", ni aun según su oficio; pues en otro caso, también el rey había de llamarse santísimo según su oficio, y los verdugos y pregoneros se llamarían santos, y hasta al mismo diablo habría que llamarle santo, porque es oficial de Dios.
24. Si el Papa vive de modo contrario a Cristo, aun cuando subiera por la debida y legítima elección según la vulgar constitución humana, subiría, sin embargo, por otra parte que por Cristo, aun dado que entrara por una elección hecha principalmente por Dios. Porque Judas Iscariote, debida y legítimamente fue elegido para el episcopado por Cristo Jesús Dios, y sin embargo, subió por otra parte al redil de las ovejas.
25. La condenación de los 45 artículos de John Wycleff, hecha por los doctores, es irracional, inicua y mal hecha. La causa por ellos alegada es falsa, a saber, que "ninguno de aquéllos es católico, sino cualquiera de ellos herético o erróneo o escandaloso".
[Nota de EODLE: Esta condenación a Wycleff fue hecha en el mismo Concilio de Constanza, previamente al juicio contra Huss; en 1415, Wycleff llevaba ya varios años muerto].
26. No por el mero hecho de que los electores o la mayor parte de ellos consintieren de viva voz según el rito de los hombres sobre una persona, ya por ello sólo es persona legítimamente elegida, o por ello sólo es verdadero y patente sucesor o vicario de Pedro Apóstol o de otro Apóstol en el oficio eclesiástico; de ahí que, eligieren bien o mal los electores, debemos remitirnos a las obras del elegido. Porque el hecho mismo de que uno obra con más abundancia meritoriamente en provecho de la Iglesia, con más abundancia tiene de Dios facultad para ello.
[Nota de EODLE: Se refiere a la elección por aclamación unánime, uno de los métodos clásicos de elección de un Papa; se supone que la aclamación al unísono es por inspiración del Espíritu Santo, idea que Huss combate].
27. No tiene una chispa de evidencia la necesidad de que haya una sola cabeza que rija a la Iglesia en lo espiritual, que haya de hallarse y conservarse siempre con la Iglesia militante.
[Nota de EODLE: Esto lo dijo en una época de grave cuestionamiento a la autoridad papal, habiendo tres de ellos, y en un tiempo en que muchos postulaban la superioridad del concilio ecuménico por sobre el propio Papa].
28. Sin tales monstruosas cabezas, Cristo gobernaría mejor a su Iglesia por medio de sus verdaderos discípulos esparcidos por toda la redondez de la Tierra.
29. Los Apóstoles y los fieles sacerdotes del Señor gobernaron valerosamente a la Iglesia en las cosas necesarias para la salvación, antes de que fuera introducido el oficio de Papa: así lo harían si, por caso sumamente posible, faltara el Papa, hasta el día del juicio.
30. Nadie es señor civil, nadie es prelado, nadie es obispo, mientras está en pecado mortal.
[Nota de EODLE: Si nadie es señor civil estando en pecado mortal, según Huss, es comprensible que el Emperador Segismundo quisiera verle muerto].

A través de estas proposiciones de Huss, y de su condena por parte del Concilio de Constanza, queda bien en claro que su juicio, tomado como símbolo y emblema de muchas cosas distintas, es algo bastante complejo de estudiar, pero que vale la pena, porque muchos de los tópicos que allí se debatieron, siguen siendo plenamente vigentes hoy en día.

JAN HUSS: UN LUTERANO ANTES DE LUTERO

En 1415, un predicador llamado Jan Huss pereció en la hoguera. Desde entonces, el hombre desapareció, pero quedó el símbolo. Vivió en una época complicada, en donde la Edad Media y su autoritarismo estaba cediendo paso al Renacimiento y su visión mucho más distendida y personalista de lo religioso. En su historia se cruzan muchas otras. ¿Quién era Jan Huss? ¿Un reformador religioso? ¿Un nacionalista checo? ¿Un defensor de la libertad de pensamiento? ¿Un luterano antes de Lutero? En EODLE abordamos la historia de uno de los hombres más polémicos del siglo XV.


La Iglesia en crisis.
A comienzos del siglo XV, la Iglesia Católica estaba en una crisis de proporciones. Una serie de eventos políticos habían llevado a la división de ella en dos sedes, Roma y Avignon, cada una de ellas con dos Papas. En 1409, el Concilio de Pisa había intentado resolver la cuestión nombrando otro Papa, pero como no hubo manera de hacer renunciar a los otros dos, hubo entonces tres Papas excomulgándose mutuamente.
Esta crisis era reflejo de una inadaptación a los tiempos. En el siglo XIV, la burguesía (es decir, los comerciantes en las ciudades o burgos) se había hecho fuertes económicamente, y a veces también en lo político. En la sociedad habían conseguido implantar un nuevo sistema económico, el capitalismo, que estaba destruyendo al Feudalismo, y en la mentalidad interna, los burgueses privilegiaban el interés privado y el individualismo, por encima de los lazos sociales que eran la base sobre la que se asentaba el sistema feudal. A estos desafíos, la Iglesia Católica, prisionera del modelo autocrático de organización que había implantado el Papa Gregorio VII, no había sido capaz de responder.
En consecuencia, las críticas contra la Iglesia crecían cada vez más. Hombres como el inglés John Wycliff, por ejemplo, criticaban ácidamente el lujo y esplendor en que vivían los eclesiásticos, y postulaban un regreso a los ideales evangélicos de pobreza. Los hombres de las ciudades, cada vez más pobres por el nuevo sistema capitalista, y por ende muy irritados contra los sacerdotes y su vida de holgazanería, seguían a estos predicadores con entusiasmo. Y la Iglesia, trabada entre tres Papas, era incapaz de responder.
Las ideas que Wycliff propagaba en Inglaterra, tuvieron un inesperado eco en el otro lado de Europa, en Praga, en donde el predicador Jan Huss repitió sus ideas.
En el año 1414, mediante diversos ardides, un grupo de cardenales consiguió que Juan XXIII (considerado antipapa, por eso hay otro Juan XXIII en el siglo XX) citara a un nuevo Concilio, antes de traicionarle y declararlo depuesto. Juan XXIII huyó, pero el Emperador Segismundo le capturó. El Concilio de Constanza (llamado así por celebrarse en esa ciudad) tenía ahora las manos libres para arreglar las cosas dentro de la Iglesia.
Una de las cosas que se propuso el Concilio de Constanza, fue destruir para siempre a Jan Huss.

La cuestión husita.
Jan Huss nació más o menos en 1370 (tres o cuatro años más o menos). En esa época, Praga era la capital del Reino de Bohemia, teóricamente adscrito al Sacro Imperio Romano Germánico. Sin embargo, los bohemios estaban permanentemente al borde de la sublevación en contra de los alemanes. Como la Iglesia Católica estaba en ese tiempo aliada al Imperio, es lógico que los bohemios encontraran en la crítica contra la Iglesia una manera de desahogar su nacionalismo.
En ese ambiente, Huss fue nombrado predicador de la Capilla de Belén, la más importante de Praga. Huss estaba familiarizado con las ideas de Wycliff, y comenzó a propagarlas, proporcionándole también un cierto fundamento en los Evangelios. Muy pronto, e incluso un tanto a su pesar, Huss fue considerado por los más nacionalistas como "uno de los suyos", un hombre en guerra contra la entente entre la Iglesia y el Imperio. No es raro que el Emperador Segismundo quisiera verle muerto, y que los cardenales del Concilio de Constanza, ávidos de asentar la autoridad de la Iglesia Católica, bastante quebrantada por el cisma, le eligieran como cordero para el sacrificio, y de esa manera hacer triunfar plenamente la ortodoxia.
En realidad, el propio Huss había también dado, aunque inconscientemente, pasos hacia el sacrificio. En 1403, Huss había defendido públicamente las ideas de Wycliff en Praga. Entre las ideas de Wycliff estaban que los sacramentos no eran válidos si eran administrados por un sacerdote indigno. Como casi todo sacerdote en aquella época lo era, no es raro que el arzobispo de Praga intentara prohibirle predicar. En 1409, después de varias fintas políticas, el arzobispo consiguió prohibir la prédica a Huss. Este, siguiendo a rajatabla el Derecho Canónico, apeló al Papa. Aquella carta era segura mientras hubieran varios Papas disputándose el solio pontificio, y por tanto neutralizándose mutuamente, pero la libertad se acabaría el día en que hubiera por fin una sola autoridad a la cabeza de la Iglesia.
Eso fue justamente lo que amenazaba con ocurrir, al ser convocado el Concilio de Constanza.

Jan Huss en el Concilio de Constanza.
Para el Emperador Segismundo, el Concilio de Constanza era una ocasión única de liquidar de una vez por todas a Jan Huss, quien alborotaba demasiado sus dominios en Bohemia, debido a la lectura nacionalista que los bohemios hacían de la doctrina husita. Por tanto, se apresuró a llamar a Huss a comparecer ante el Concilio. Este aceptó, a cambio de que Segismundo le enviara un salvoconducto que garantizara su libertad personal, a lo que Segismundo accedió.
Pero los miembros del Concilio tenían sangre en el ojo contra Huss. Exigieron a Segismundo que Huss fuera apresado, so pena de disolver el Concilio. Segismundo estaba ante una situación sin salida, porque había otorgado un salvoconducto, y no podía quebrantar su propia palabra. La salida fue simple: en el Derecho Medieval, las promesas hechas a herejes eran nulas y carecían de valor. Por tanto, había que conseguir a toda costa que Jan Huss fuera proclamado hereje por el Concilio de Constanza.
Para este fin, se recurrió a las tretas más arteras. Se privó a Huss de libertad durante varios meses. Se le interrogó en el cadalso de manera mañosa, a fin de sacarle declaraciones que después pudieran ser usadas en contra suya.
Luego vinieron, en tres días seguidos (5, 7 y 8 de Junio de 1415), las audiencias públicas en donde Jan Huss hubo de defenderse ante el Concilio en pleno.
Aquello parecía casi un diálogo de sordos. Los cardenales realmente no querían debatir con Huss asuntos de doctrina y de fe, sino demostrar que éste se equivocaba, para condenarlo como hereje. Por su parte, Jan Huss se consideraba a sí mismo como un simple reformador, y consideraba que no se alejaba en lo más mínimo de la ortodoxia, implorando con completa sinceridad que si estaba equivocado, que se lo demostraran para poder arrepentirse de sus errores.

Las ideas que defendió Huss en el Concilio de Constanza.
Habían varios puntos de la exposición de Huss que irritaban a los cardenales, todos ellos porque vulneraban sus propios intereses.
Una de ellas era el ideal de pobreza evangélico defendido por Huss. Formalmente, eso significaba una "Iglesia Católica pobre" y apostólica, lo que obligaría a los sacerdotes a desprenderse de sus vastas riquezas, algo que no iban a hacer.
Otra de ellas era que Huss negaba el Dogma de la Transubstanciación. La Iglesia Católica proclama aún hoy que el pan y el vino en la misa se convierten misteriosamente, por un milagro, en el cuerpo y la sangre de Cristo. Esto, Huss lo negaba; para Huss, el ritual de la eucaristía tenía sólo un valor simbólico, sin transubstanciación ninguna. Y ello tenía consecuencias, porque si el sacerdote no era capaz de conjurar el cuerpo de Cristo en la misa, entonces mucho de su poder disminuye.
En tercer lugar, como ya dijimos, Huss negaba que un sacerdote indigno pudiera administrar sacramentos válidamente. Esto significaba un ataque directo contra la Iglesia Católica, cuyos miembros no estaban dispuestos a reformarse, y sí a seguir usufructuando su inmenso poder.
En cuarto lugar, Huss había llevado la doctrina según la cual Cristo es la cabeza de la Iglesia, a su extremo lógico de apelar a Cristo por la verdad. Esto sí que indignó a los cardenales de Constanza, ya que si cualquiera (como Lutero descubrió) podía apelar a Cristo, entonces los sacerdotes sobraban, y ahí mismo se acababa la Iglesia Católica, la que desde tiempo inmemorial ha basado su poder en su pretendido papel de mediador entre Cristo y los seres humanos comunes y corrientes.
Para colmo, Huss fue lo suficientemente insolente como para desafiar (¡y con éxito!) a los padres de Constanza, a que le demostraran que se equivocaba, con la Santa Escritura en mano.
Ahora bien, es necesario señalar que muchas de las afirmaciones de Jan Huss que el Concilio de Constanza encontró heréticas, fueron entresacadas arbitrariamente de sus sermones y prédicas. En ellos, Huss no hablaba de manera racional, con la sutileza propia de un debate teológico de altura, sino que se dirigía a las almas simples de los laicos de Praga, y por tanto, muchas de sus expresiones debían ser interpretadas de manera metafórica, y dentro de un contexto. Es indudable, y eso es algo que queda claro en sus escritos personales, que el propio Huss no hubiera suscrito en serio muchos de los extremos que predicó en su púlpito, en Praga, llevado un tanto por su propio carácter temperamental. En ese sentido, los cardenales de Constanza habían tergiversado de manera vergonzosa muchos de los dichos de Huss, para hacerle afirmar lo que nunca habría dicho con la cabeza bien serena.

La muerte de Huss.
Como era de esperarse, Jan Huss fue proclamado solemnemente hereje. Con él fue condenado uno de sus más cercanos colaboradores, Jerónimo de Praga. Jan Huss pereció en la hoguera, víctima de este verdadero "asesinato judicial", el 6 de Julio de 1415. Murió proclamando su perfecta adhesión a la ortodoxia.
Cuando la noticia de la muerte de Huss llegó a Praga, los bohemios estallaron de indignación, en una violenta rebelión nacionalista. Razonaban: Huss fue condenado como hereje por un Concilio que se atribuía legitimidad a sí mismo, después de haber engañado a Juan XXIII, que lo había convocado. ¿Por qué era legítima la condena a Huss, y no era condenado el Concilio en pleno? ¿Y por qué Segismundo había respetado todo esto? La respuesta fue la rebelión abierta.
El caudillo de la misma fue Jan Zizka, conocido también como Zizka el Tuerto. Durante toda la década de 1420, al frente de un ejército de campesinos armados, infligió derrota tras derrota a Segismundo. En ese tiempo el Papado había vuelto a estar en una sola mano, y el Papa decidió incluso promover la cruzada contra los bohemios, como herejes y renegados. Nada de ello sirvió.
A la muerte de Zizka el Tuerto, los husitas se divieron en dos facciones: los moderados utraquistas y los fanáticos taboritas. El Papado se rindió, y decidió negociar con los utraquistas. Aquello era inédito: el Papa, ultimo bastión de la ortodoxia, negociando con herejes. Pero se salió con la suya. Los utraquistas volvieron a la obediencia de la Iglesia Católica, y a su vez aplastaron a los taboritas. De esta manera, en 1436, Bohemia conoció por fin algo de paz.
Las consecuencias de la muerte de Jan Huss no terminaron allí. Cuando un siglo después, Martín Lutero se rebeló contra la Iglesia Católica, y fue citado a la Dieta de Worms (1521), tenía muy presente la traición de Segismundo a Jan Huss, así es que decidió no comparecer y esconderse. El propio Lutero fue acusado de husita, algo que él negó con indignación porque consideraba a Huss como un hereje, hasta que, presionado en ese sentido, se interesó en leer su obra, y terminó encontrándole razón en muchos aspectos.

¿Quién fue Jan Huss?
Esta es la pregunta más complicada de responder.
En general, puede decirse que era un hombre que trataba de reformar a la Iglesia Católica. Sin embargo, no parece haber pensado en abolirla, como sí intentó después hacerlo Lutero.
Por otra parte, la historiografía checa se ha detenido en él como un nacionalista, muy en particular en el siglo XIX, época por excelencia del nacionalismo. En el siglo XX, cuando Checoslovaquia cayó bajo la órbita comunista, hubo una lectura también comunista de Huss, enfatizando el aspecto de la prédica de la pobreza evangélica en su discurso.
El Liberalismo, por su parte, desde el Racionalismo del siglo XVIII, ha tendido a dejarlo de lado, debido al temperamento un tanto fanático de Huss. Cuando le tomaban en cuenta, era para señalar el triste espectáculo de dos fanatismos diferentes, el eclesiástico y el husita, contendiendo mutuamente.

Jan Huss y la Iglesia Católica hoy en día.
En un discurso pronunciado en Praga, en 1999, Juan Pablo II rehabilitó la figura de Huss, enfatizando muy en particular su valor y bravura en defender sus convicciones personales. Sin embargo, no levantó sobre él la acusación de herejía.
Algo así no podría hacerlo, porque las doctrinas husitas siguen siendo incómodas para la Iglesia Católica. Si estuviéramos de acuerdo con Huss, deberíamos pensar en que un sacerdote no es digno de impartir los sacramentos si está en pecado mortal, lo que es imposible dentro de una Iglesia sacudida por los escándalos de pedofilia, como lo es la actual. La pobreza evangélica tampoco es un valor que la Iglesia Católica esté interesada en promover hoy en día, y muy en particular en ciertas ramas de la misma, como por ejemplo el Opus Dei. En cuanto al Dogma de la Transubstanciación, que Huss negaba, la Iglesia Católica sigue afirmándolo, a pesar de que la física aristotélica de la substancia y los accidentes en que se basa, hace siglos que está superada.
En ese sentido, el gesto de Juan Pablo II hacia la memoria de Jan Huss, es algo que debe verse, cuando mucho, como algo de un valor relativo.

09 septiembre 2005

"EL OJO DE LA ETERNIDAD" CUMPLE SU PRIMER MES

Hoy día 9 de septiembre, EODLE cumple su primer mes de vida. Para festejar la ocasión, hemos posteado dos interesantes textos:
Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones. En español, y en la versión oficial de las Naciones Unidas.
"Chu-bu y Sheemish", cuento original de Lord Dunsany, sobre dos ídolos que se dedicarán a hacerse la vida imposible, a su peculiar manera...
Y para este Domingo, continuando con el ciclo de artículos sobre la Edad Media, publicaremos un artículo sobre el proceso que la Iglesia Católica siguió contra Jan Huss, antecedente claro de la Reforma Protestante de Lutero. No se pierdan de EODLE, el el weblog que está haciendo de la religión un mejor lugar para vivir.

DECLARACIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE INTOLERANCIA Y DISCRIMINACIÓN FUNDADAS EN LA RELIGIÓN O LAS CONVICCIONES

Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones

Proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de noviembre de 1981 [resolución 36/55]

La Asamblea General,


Considerando que uno de los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas es el de la dignidad e igualdad propias de todos los seres humanos, y que todos los Estados Miembros se han comprometido a tomar medidas conjuntas y separadamente, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, para promover y estimular el respeto universal y efectivo de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin distinción de raza, sexo, idioma ni religión,
Considerando que en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los Pactos internacionales de derechos humanos se proclaman los principios de no discriminación y de igualdad ante la ley y el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión o de convicciones,

Considerando que el desprecio y la violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión o de cualesquiera convicciones, han causado directa o indirectamente guerras y grandes sufrimientos a la humanidad, especialmente en los casos en que sirven de medio de injerencia extranjera en los asuntos internos de otros Estados y equivalen a instigar el odio entre los pueblos y las naciones,

Considerando que la religión o las convicciones, para quien las profesa, constituyen uno de los elementos fundamentales de su concepción de la vida y que, por tanto, la libertad de religión o de convicciones debe ser íntegramente respetada y garantizada,

Considerando que es esencial promover la comprensión, la tolerancia y el respeto en las cuestiones relacionadas con la libertad de religión y de convicciones y asegurar que no se acepte el uso de la religión o las convicciones con fines incompatibles con la Carta, con otros instrumentos pertinentes de las Naciones Unidas y con los propósitos y principios de la presente Declaración,

Convencida de que la libertad de religión o de convicciones debe contribuir también a la realización de los objetivos de paz mundial, justicia social y amistad entre los pueblos y a la eliminación de las ideologías o prácticas del colonialismo y de la discriminación racial,

Tomando nota con satisfacción de que, con los auspicios de las Naciones Unidas y de los organismos especializados, se han aprobado varias convenciones, y de que algunas de ellas ya han entrado en vigor, para la eliminación de diversas formas de discriminación,

Preocupada por las manifestaciones de intolerancia y por la existencia de discriminación en las esferas de la religión o las convicciones que aún se advierten en algunos lugares del mundo,

Decidida a adoptar todas las medidas necesarias para la rápida eliminación de dicha intolerancia en todas sus formas y manifestaciones y para prevenir y combatir la discriminación por motivos de religión o convicciones,

Proclama la presente Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones:

Artículo 1

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Este derecho incluye la libertad de tener una religión o cualesquiera convicciones de su elección, así como la libertad de manifestar su religión o sus convicciones individual o colectivamente, tanto en público como en privado, mediante el culto, la observancia, la práctica y la enseñanza.
2. Nadie será objeto de coacción que pueda menoscabar su libertad de tener una religión o convicciones de su elección.

3. La libertad de manifestar la propia religión o las propias convicciones estará sujeta únicamente a las limitaciones que prescriba la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral públicos o los derechos y libertades fundamentales de los demás.


Artículo 2

1. Nadie será objeto de discriminación por motivos de religión o convicciones por parte de ningún Estado, institución, grupo de personas o particulares.

2. A los efectos de la presente Declaración, se entiende por "intolerancia y discriminación basadas en la religión o las convicciones" toda distinción, exclusión, restricción o preferencia fundada en la religión o en las convicciones y cuyo fin o efecto sea la abolición o el menoscabo del reconocimiento, el goce o el ejercicio en pie de igualdad de los derechos humanos y las libertades fundamentales.


Artículo 3

La discriminación entre los seres humanos por motivos de religión o convicciones constituye una ofensa a la dignidad humana y una negación de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, y debe ser condenada como una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y enunciados detalladamente en los Pactos internacionales de derechos humanos, y como un obstáculo para las relaciones amistosas y pacíficas entre las naciones.


Artículo 4
1. Todos los Estados adoptarán medidas eficaces para prevenir y eliminar toda discriminación por motivos de religión o convicciones en el reconocimiento, el ejercicio y el goce de los derechos humanos y de las libertades fundamentales en todas las esferas de la vida civil, económica, política, social y cultural.
2. Todos los Estados harán todos los esfuerzos necesarios por promulgar o derogar leyes, según el caso, a fin de prohibir toda discriminación de ese tipo y por tomar las medidas adecuadas para combatir la intolerancia por motivos de religión o convicciones en la materia.

Artículo 5
1. Los padres o, en su caso, los tutores legales del niño tendrán el derecho de organizar la vida dentro de la familia de conformidad con su religión o sus convicciones y habida cuenta de la educación moral en que crean que debe educarse al niño.
2. Todo niño gozará del derecho a tener acceso a educación en materia de religión o convicciones conforme con los deseos de sus padres o, en su caso, sus tutores legales, y no se le obligará a instruirse en una religión o convicciones contra los deseos de sus padres o tutores legales, sirviendo de principio rector el interés superior del niño.

3. El niño estará protegido de cualquier forma de discriminación por motivos de religión o convicciones. Se le educará en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y hermandad universal, respeto de la libertad de religión o de convicciones de los demás y en la plena conciencia de que su energía y sus talentos deben dedicarse al servicio de la humanidad.

4. Cuando un niño no se halle bajo la tutela de sus padres ni de sus tutores legales, se tomarán debidamente en consideración los deseos expresados por aquéllos o cualquier otra prueba que se haya obtenido de sus deseos en materia de religión o de convicciones, sirviendo de principio rector el interés superior del niño.

5. La práctica de la religión o convicciones en que se educa a un niño no deberá perjudicar su salud física o mental ni su desarrollo integral teniendo en cuenta el párrafo 3 del artículo 1 de la presente Declaración.

Artículo 6

De conformidad con el artículo 1 de la presente Declaración y sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo 3 del artículo 1, el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión o de convicciones comprenderá, en particular, las libertades siguientes:
a) La de practicar el culto o de celebrar reuniones en relación con la religión o las convicciones, y de fundar y mantener lugares para esos fines;

b) La de fundar y mantener instituciones de beneficencia o humanitarias adecuadas;

c) La de confeccionar, adquirir y utilizar en cantidad suficiente los artículos y materiales necesarios para los ritos o costumbres de una religión o convicción;

d) La de escribir, publicar y difundir publicaciones pertinentes en esas esferas;

e) La de enseñar la religión o las convicciones en lugares aptos para esos fines;

f) La de solicitar y recibir contribuciones voluntarias financieras y de otro tipo de particulares e instituciones;

g) La de capacitar, nombrar, elegir y designar por sucesión los dirigentes que correspondan según las necesidades y normas de cualquier religión o convicción;

h) La de observar días de descanso y de celebrar festividades y ceremonias de conformidad con los preceptos de una religión o convicción;

i) La de establecer y mantener comunicaciones con individuos y comunidades acerca de cuestiones de religión o convicciones en el ámbito nacional y en el internacional.

Artículo 7

Los derechos y libertades enunciados en la presente Declaración se concederán en la legislación nacional de manera tal que todos puedan disfrutar de ellos en la práctica.

Artículo 8

Nada de lo dispuesto en la presente Declaración se entenderá en el sentido de que restrinja o derogue ninguno de los derechos definidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los Pactos internacionales de derechos humanos.

"CHU-BU Y SHEEMISH", DE LORD DUNSANY.

Lord Dunsany fue un aristócrata inglés que escribió a finales del siglo XIX. En sus relatos se conjuga una fina ironía acerca de los grandes relatos míticos de las religiones tradicionales, con un rescate de la tradición pagana céltica. Muchos de sus personajes son dioses, pero que inspiran más pena y patetismo que respeto por su condición sobrenatural. Esta peculiar mezcla de sarcasmo y ternura es bien patente en el relato "Chu-bu y Sheemish", que reproducimos en EODLE.

"Chu-bu y Sheemish", de Lord Dunsany.

Los martes por la tarde era costumbre en el templo de Chu-bu que el sacerdote entrara y cantara: «Nadie existe salvo Chu-bu».

Y toda la gente se alegraba y gritaba: «Nadie existe salvo Chu-bu». Y ofrecían miel a Chu-bu, y maíz y manteca de cerdo. De esta manera era glorificado.

Chu-bu era un ídolo algo antiguo, como puede comprobarse por el color de la madera. Había sido esculpido en caoba y después pulimentado. Luego lo habían erigido sobre un pedestal de diorita con un brasero delante para quemar especias y dorados platos llanos para la manteca. De esta manera adoraban a Chu-bu.

Debía haber estado allí más de cien años, cuando un día los sacerdotes llegaron al templo con otro ídolo y lo erigieron sobre un pedestal cerca de Chu-bu, cantando: «También existe Sheemish».

Palpablemente Sheemish era un ídolo moderno, y aunque su madera había adquirido un tono rojo oscuro, podía uno figurarse que acababa de ser esculpido. Y ofrecieron miel a Sheemish lo mismo que a Chu-bu, y también maíz y manteca de cerdo.

La furia de Chu-bu no conoció límite de tiempo: estuvo furioso toda la noche y al día siguiente todavía lo estaba. La situación exigía inmediatos prodigios. Seguramente el ídolo no tenía potestad para devastar la ciudad con una peste que matara a todos sus sacerdotes, por lo que sabiamente concentró los poderes divinos que tenía a fin de originar un pequeño terremoto. «Así –pensaba Chu-bu– me reafirmaré como único dios, y los hombres escupirán sobre Sheemish».

Chu-bu insistió y volvió a insistir, mas el terremoto no llegaba todavía, cuando de pronto se dio cuenta de que el aborrecido Sheemish osaba tratar de hacer un milagro también. Dejó de ocuparse del terremoto y estuvo atento –¿o debería decir con todos los sentidos alerta?– a lo que Sheemish estaba pensando; pues los dioses se enteran de lo que pasa en la mente gracias a un sentido distinto a los otros cinco. Sheemish trataba también de provocar un terremoto.

El móvil del nuevo dios era probablemente hacer valer sus derechos. Dudo que Chu-bu comprendiera o se preocuparse lo más mínimo por ese motivo; para un ídolo inflamado de celos era suficiente que su detestable rival estuviera a punto de hacer un milagro. Todo el poder de Chu-bu viró inmediatamente en redondo, oponiéndose resueltamente al terremoto, por pequeño que éste fuera. Durante algún tiempo todo siguió igual en el templo de Chu-bu, sin que se produjera ningún terremoto.

Ser un dios y no poder realizar un milagro es una sensación desesperante; es como si un hombre decidiera estornudar y no le saliera el estornudo; como si alguien intentara nada provisto de pesadas botas o pretendiera recordar un nombre completamente olvidado: todos esos sufrimientos padecía Sheemish.

Y el martes llegaron los sacerdotes y los fieles, y todos adoraron a Chu-bu y le ofrecieron manteca de cerdo, diciendo: «Oh, Chu-bu, que has creado todo»; y luego los sacerdotes cantaron: «También existe Sheemish»; y Chu-bu se avergonzó y no habló en tres días.

En el templo de Chu-bu había pájaros sagrados, y al acercarse el tercer día y su noche, la mente de Chu-bu descubrió, por así decirlo, que había excrementos en la cabeza de Sheemish.

Chu-bu habló a Sheemish como hablan los dioses, sin mover los labios ni siquiera alterar el silencio, diciendo: «Hay excrementos en tu cabeza, oh, Sheemish». A lo largo de toda la noche murmuró una y otra vez: «Hay excrementos en la cabeza de Sheemish». Y cuando al amanecer se oyeron voces a lo lejos, Chu-bu se mostró exultante con el despertar de las cosas de la Tierra, y exclamó hasta que el sol estuvo alto: «Excrementos, hay excrementos en la cabeza de Sheemish»; y al mediodía dijo: «Por tanto Sheemish debe de ser dios». De esta manera dejó confundido a Sheemish.

Y el martes llegó alguien y lavó su cabeza con agua de rosas, y de nuevo fue adorado y le cantaron: «También existe Sheemish». Y Chu-bu todavía estaba contento, pues decía: «La cabeza de Sheemish ha sido profanada», y de nuevo: «Su cabeza fue profanada, eso está bien». Y he aquí que una tarde había también excrementos en la cabeza de Chu-bu, circunstancia de la que se apercibió Sheemish inmediatamente.

Con los dioses no ocurre como con los hombres. Nosotros nos enfadamos unos con otros y cambiamos continuamente de parecer, mas la ira de los dioses es perdurable. Chu-bu recordaba y Sheemish no olvidaba. Hablaron entre ellos como nosotros no solemos hacer, en silencio, pero oyéndose uno al otro, y sus puntos de vista no fueron como los nuestros. No deberíamos juzgarlos solamente mediante criterios humanos. A lo largo de toda la noche hablaron y en todo ese tiempo únicamente pronunciaron estas palabras: «Sucio Chu-bu», «Sucio Sheemish», «Sucio Chu-bu», «Sucio Sheemish», toda la noche. Al amanecer su ira no se había agotado, ni se habían hartado de acusarse mutuamente. Y, poco a poco, Chu-bu vino a darse cuenta de que no era más que el igual de Sheemish.

Todos los dioses son celosos; mas esta igualdad con el advenedizo Sheemish, un objeto de madera pintada cien años después que el propio Chu-bu, y la adoración a él prestada en el templo del mismo Chu-bu, eran particularmente amargas. Aunque fuera dios, Chu-bu era celoso; y cuando llegó de nuevo el martes, tercer día de la adoración a Sheemish, Chu-bu no pudo soportarlo más. Sentía que debía manifestar su enojo a toda costa, y con toda la vehemencia de su voluntad reanudó sus intentos de provocar un pequeño terremoto. Nada más irse del templo los adoradores, Chu-bu se concentró a fin de realizar el milagro; de vez en cuando sus meditaciones se veían alteradas por la ya familiar máxima «Sucio Chu-bu»; mas Chu-bu perseveraba ferozmente, sin dejar de decir lo que quería decir y ya había dicho novecientas ves, y pronto cesaron todas estas interrupciones.

Cesaron porque Sheemish había retomado un proyecto que nunca había abandonado del todo: el deseo de exaltarse e imponerse a Chu-bu, realizando un milagro; y, como estaban en una zona volcánica, había elegido un pequeño terremoto como milagro más fácilmente asequible a un dios pequeño.

Ahora bien, un milagro solicitado a la vez por dos dioses tiene el doble de probabilidad de cumplirse que si es deseado por uno solo, y una posibilidad incalculablemente mayor que cuando dos dioses tiran cada uno por su lado; como ocurre en el caso de dioses más antiguos y más importantes: cuando el sol y la luna apuntan a la misma dirección tenemos las mayores mareas.

Chu-bu nada sabía de la teoría de las mareas, y estaba demasiado ocupado con su milagro para darse cuenta de lo que Sheemish estaba haciendo. Y súbitamente se consumó el milagro.

Fue un terremoto muy localizado, pues existen otros dioses además de Chu-bu o incluso Sheemish, y éstos habían querido que fuera pequeño; mas derribó algunos monolitos de una columnata que soportaba un ala del templo e hizo caer todo un muro del mismo; y las humildes casuchas de los habitantes de aquella ciudad temblaron un poco, y algunas puertas se bloquearon y no podían abrirse. Ni Chu-bu ni Sheemish pretendían hacer nada más; mas habían puesto en marcha una vieja ley más antigua que el propio Chu-bu: la ley de la gravedad, que aquella columnata había aplacado durante centenares de años; y el templo de Chu-bu se estremeció, luego se tambaleó una vez y finalmente se derrumbó sobre las cabezas de Chu-bu y Sheemish.

Nadie lo reconstruyó, pues nadie osaba acercarse a dioses tan terribles. Algunos dijeron que Chu-bu hizo el milagro; otros dijeron que fue Sheemish; y se originó un cisma. Los más débiles, alarmados por el encono de las sectas rivales, buscaron un término medio y dijeron que ambos lo habían realizado; mas ninguno de ellos adivinó la verdad: que lo hicieron por rivalidad.

Y un rumor surgió, y ambas sectas lo compartieron: que quien tocase a Chu-bu o mirase a Sheemish, moriría.

Así fue como adquirí a Chu-bu cuando una vez realicé un viaje más allá de las colinas de Ting. Lo encontré en el derrumbado templo de Chu-bu: sus manos y dedos de los pies sobresalían de los escombros, y estaba tendido boca arriba. Y en esa misma postura en que lo encontré lo he mantenido hasta la fecha sobre la repisa de la chimenea; de esa manera está menos expuesto a ser derribado. Sheemish estaba roto, de manera que lo dejé donde estaba.

Y Chu-bu parece tan desvalido, con sus regordetas manos alzadas, que, a veces, me entran ganas de inclinarme ante él y rezarle, diciendo: «Oh, Chu-bu, tú que lo has creado todo, socorre a tu siervo».

Chu-bu no puede hacer mucho, aunque estoy seguro de que en cierta ocasión en una partida de bridge me envió un as de triunfos, después de que en toda la velada no había tenido una sola carta que mereciera la pena. La suerte podía haber hecho por mi otro tanto, mas eso no se lo conté a Chu-bu.